Ganaste buen karma

Antes que nada me disculpo porque tenía planeados otros
blogs un poco más alegres, pero este tema se presentó antes y creo que amerita
aparecer lo antes posible.

Mi damisela y yo salíamos del cine (le dejo los reviews a
Rex aunque a mí sí me divirtió Transformers
2, que obviamente no es una joya) y nos disponíamos a retirarnos a nuestros
aposentos, cuando al salir de la plaza pasó ella junto de un intento de ser
humano, que venía maltratando a quien me imagino es supuestamente la mujer que
quiere, inmediatamente al ver como él la empujaba y cómo los dedos de la mujer
eran estrujados con la mano de un hombre que fácilmente le llevaba medio metro
de altura y doblaba su peso sin mayor problema, un par de pensamientos pasaron
por mi mente en una milésima de segundo “¡tengo que ayudarla!”, “probablemente
salga herido” “¿será que no debo meterme?”.

La bestia que molestaba a la mujer que se intentaba alejar
se acercó a ella con una actitud no muy agradable, en ese momento las dudas se
despejaron, era claro que había llegado el momento.

Me coloqué en medio de los dos y simplemente dije: “parece
que ella no quiere ir contigo”. No voy a mentir, mi corazón se aceleró mientras
la adrenalina comenzaba a fluir tanto por cortesía de enojo al ver cómo la maltrataba
y porque sabía que esa “cosa” no estaba particularmente abierta al diálogo, su
respuesta como cualquiera podría esperarlo fue: “¡¿Tú qué te metes?!”, a lo que
yo respondí: “creo que ningún ser, y mucho menos humano merece ser tratado de
esa forma”, por un instante la mirada de la chava se postró sobre mi persona,
su semblante era una combinación de angustia, miedo, gratitud, incertidumbre y
alegría con cierto tono de “no deberías hacer esto, te van a dar en toda…”, la
actitud de la bestia pasó de ser agresiva con ella a serlo conmigo, se colocó a
cerca de 10 centímetros de mí, para tratar de doblegar mi voluntad por medio
del miedo, mientras repetía la primera frase que me dirigió “¡¿Tú qué te
metes?!”.

El tiempo se detuvo una vez más mientras pensaba “¡Bien
Schutze! ahora sí la regaste, así no debías comenzar” y por último recordé que
la pluma es más fuerte que la espada, aunque si una espada esta hecha de
plumas… lo siento, tiendo a divagar… así que una vez más me dispuse a dirigirle
la palabra al muro que se postraba frente a mí.

Pero antes de que un sonido pudiera salir de mi boca,
temerosa la chica dijo: “él tiene razón no se debe tratar así a ningún ser
humano”, a lo que nuestro “brillante amigo” respondió con toda su sabiduría
“¡¿Tú que te metes?!” hablándome una vez más, a lo que contesté: “Creo que tú
piensas que la quieres, y si fuera así, no le estarías haciendo esto”, su
rostro cambió radicalmente mientras sus garras soltaban la diminuta mano, la
chica rápidamente se apartó a un metro de él, quién dijo haciendo gala una vez
más de toda su inteligencia “es que no 
entiende con palabras” en ese momento mi puño se cerró al escuchar
semejante comentario, pero ese camino sólo llevaría a más violencia, (exactamente
lo que trataba de evitar), hubo una breve pausa en la que la joven sólo me miró
y dijo “gracias…” entonces la trama reveló su misterio cuando aquel antecesor
del homo sapiens dejó ver el conflicto “¿Entonces qué vamos a comer?” por un
segundo pensé que mis oídos me habían engañado, pero no era así, realmente ese
había sido el motivo detonador por el cual nuestro cromañón abusaba de ella.

Las cosas parecían más tranquilas y de pronto recordé que mi
mujer me esperaba así que a él sólo le dije “si te importa, debes tratarla
mucho mejor”, dirigiéndome a ella le expresé: “No tengas miedo de pedir ayuda
si alguien te hace algo, siempre habrá alguien alrededor dispuesto a ayudarte”
y en voz un poco más baja le murmuré: “deberías pensar en ti y alejarte de él”,
ella una vez más me dio las gracias.

Espero que después todo haya marchado mucho mejor, aunque en
realidad no quiero pensar en eso, soy optimista pero la realidad a veces no lo
es, de cualquier forma, este blog está hecho para que aquellas y aquellos que
sufren de cualquier tipo de abusos (físicos, mentales, emocionales y/o
verbales) ya sea de parte de padre, madre, vecinos, “amigos”… ¡no lo permitan!

Y para todos los demás que afortunadamente no están en esa
situación, pido que me ayuden a comprobar que las últimas palabras que crucé con
ella (“No tengas miedo de pedir ayuda si alguien te hace algo, siempre habrá
alguien alrededor dispuesto a ayudarte”) son verdad, obviamente con la
prudencia necesaria, si eres una pequeña niña o jovencita infórmale rápidamente
a alguien, a un policía, a mi o a Rex Keeble(de preferencia al último, él tiene
más lugares para recibir golpes).

Después de eso me puse a reflexionar, “pude haber perdido
varios dientes”  “con razón nunca puedo
jugar del lado malvado en los juegos que manejan karma, soy un bonachón corazón
de pollo” mientras mi damisela interrumpió mis pensamientos diciendo algo alentador
que guardaré para mí (¿acaso pensaste que te contaría todo?).