Es bien sabido que las aclamadas exclusivas para Wii U no fueron suficientes para convencer a la mayoría de darle una oportunidad y parecían destinadas a quedar en el olvido. Sin embargo, Nintendo no estaba dispuesto a permitirlo y diseñó una estrategia ideal para evitarlo: tomar los mejores juegos para Wii U y llevarlos a Nintendo Switch, su nueva consola. Con esto, la compañía no sólo les da una segunda oportunidad, sino que logra que el catálogo de su plataforma híbrida crezca con aclamadas exclusivas que muchos se perdieron.

Como parte de este plan, en el primer Nintendo Direct del año se reveló que Donkey Kong Country: Tropical Freeze estaría de regreso para ser uno de los lanzamientos más importantes de mayo para la consola híbrida. Para varios se trata de uno de los mejores juegos de Wii U, pero ¿ofrece lo suficiente para conquistar a la audiencia de Switch? Vamos a descubrirlo.

Uno de los mejores plataformeros de la década

Si eres del amplio grupo de personas que dejó pasar Donkey Kong Country: Tropical Freeze, debes saber que se trata de un plataformero de desplazamiento lateral desarrollado por Retro Studios. En esta nueva aventura una gélida amenaza invade la isla Kong, por lo que Donkey, Diddy, Dixie y Cranky deben dejar lo que están haciendo para acabar con los enemigos y recuperar su tierra.

Igual que entregas pasadas de la serie Country, el eje principal de Tropical Freeze es la exploración que nos lleva a encontrar secretos y coleccionables. Esto significa que en cada uno de los niveles se esconden varias piezas de rompecabezas ―que sirven para desbloquear piezas de arte conceptual― y las 4 letras KONG ―al obtener todas las de un mundo consigues acceso a niveles secretos―. Además, algunos escenarios presentan salidas secretas que te llevan a lugares a los que es imposible acceder de otra manera.

La razón por la que Tropical Freeze es considerado uno de los mejores plataformeros de los últimos años es su ingenioso diseño de niveles que desarrolla mecánicas y las combina para presentar situaciones que retan y sorprenden al jugador. Un detalle importante es que Retro conecta las mecánicas con un vínculo temático que logra que todos los niveles se sientan como experiencias cohesivas y coherentes. Por ejemplo, el segundo mundo de Tropical Freeze es una isla con una enorme montaña y sus escenarios nos llevan por un viaje de ascenso hasta la cima. En uno de sus últimos niveles ―Ascenso Aerostático― los héroes se encuentran en una zona cuyo tema central son los globos, hecho que los miembros del clan Kong aprovechan para seguir ascendiendo y acercarse a la guarida del jefe final. Así pues, el nivel presenta distintas mecánicas con globos cuya dificultad va aumentando ―primero son plataformas estáticas; después se mueven en sentido de las manecillas del reloj y al final lo hacen en la dirección contraria― y lo combina con elementos de niveles pasados para tener un resultado fresco de principio a fin.

Retro conecta las mecánicas con un vínculo temático que logra que todos los niveles se sientan como experiencias cohesivas

Ahora bien, el éxito del diseño de niveles no sólo está en su implementación de mecánicas, también interviene la dirección creativa y artística. El buen trabajo que el equipo de Retro realizó en este apartado permite que cada nivel de Tropical Freeze tenga personalidad y sea memorable pese a las similitudes con escenarios de islas anteriores. Esto podemos verlo en los niveles de carro de mina de los primeros dos mundos, los cuales tienen la misma mecánica base —saltar o agacharse para esquivar obstáculos—, pero uno está situado en una zona en la que hubo un choque de avión y el otro en un taller de madera. Así pues, el primero tiene elementos como hélices en llamas o cajas pertenecientes al cargamento que transportaba; mientras que el segundo nos lleva a un taller de madera donde tenemos que esquivar distintos tipos de sierras que no sólo ponen en peligro la integridad de los héroes, sino que comienzan a destruir el lugar.

Otro elemento destacado de Tropical Freeze es la banda sonora producto del trabajo en equipo de David Wise y Kenji Yamamoto, compositores y arreglistas que colaboraron en la franquicia en distintos puntos de su historia. Así pues, estamos hablando de temas con el sello ambiental de Wise, quien más que llevarnos por un viaje, aprovecha la armonía para pintar escenarios musicales que nos introducen más a los mundos del juego. Este tipo de composiciones se complementan con otros con tintes más pegadizos y que usan distintos tipos de motivos musicales para recordarnos momentos de la trilogía Country.

Si quieres saber más sobre por qué Donkey Kong Country: Tropical Freeze es considerado un buen juego, te invito a que leas nuestra reseña de su lanzamiento original para Wii U.

Una aventura con mucho más Funk

La principal novedad de Donkey Kong Country: Tropical Freeze para Switch es un nuevo modo de juego llamado Funky Mode. Puedes seleccionar esta modalidad justo antes de iniciar un nuevo archivo de guardado y al hacerlo tendrás la oportunidad de jugar cada nivel con Donkey Kong o con Funky Kong. Elegir al gorila protagonista te permitirá jugar los niveles justo como lo harías en el modo regular, así que lo verdaderamente interesante es seleccionar a Funky, personaje con características únicas. La razón por la que el primate lleno de buena onda destaca son sus habilidades, pues combinan las del resto de la familia Kong. Es decir, puede dar saltos dobles como Diddy; tiene la capacidad de planear al igual que Dixie y, justo como Cranky, es inmune al terreno con espinas o al casco de los enemigos. Como si eso fuera poco, Funky puede respirar bajo el agua; realizar giros continuos al nadar y tiene 2 corazones extra que le permiten resistir más que sus compañeros.

El arsenal de habilidades de Funky lo convierten en el mejor amigo de los speedrunners

Cuando Tropical Freeze debutó recibió críticas por su alta dificultad y por ser poco accesible, por lo que la llegada de Funky Kong lo arregla. Ahora bien, esto no significa que seleccionar a este mono sea sinónimo de un modo fácil como el de otros lanzamientos recientes de Nintendo. Sí, es innegable que Tropical Freeze es mucho más sencillo cuando lo seleccionas; sin embargo, conserva parte importante de su reto de plataformas.

Un punto que quiero aclarar es que el modo Funky no es exclusivo para novatos y representa un estilo de juego fresco para los veteranos. Me refiero a que el arsenal de habilidades de Funky lo convierten en el mejor amigo de los speedrunners porque permite pasar los niveles de una manera diferente y veloz. Secciones que con Donkey Kong eran cuestión de paciencia, Funky las transforma en zonas frenéticas que pueden superarse con mucha velocidad y un par de saltos bien calculados.

Monos para llevar

Es importante entender que Donkey Kong Country: Tropical Freeze para Switch llega como una conversión —que muchos llaman un port— y no como una edición mejorada. Es decir, no debes esperar la cantidad de contenido extra visto en relanzamientos como Mario Kart 8 Deluxe o Pokkén Tournament DX, sino una entrega que aprovecha las características de Switch para ofrecer una mejor experiencia.

La mejora de resolución que se consigue con la consola en el dock hace que todo luzca más nítido y que los detalles del mundo se aprecien mejor

Así pues, Donkey Kong Country: Tropical Freeze aprovecha el poder de Switch para ofrecer una resolución nativa a 720p en modo portátil que aumenta a 1080p en modo televisor. La mejora de resolución que se consigue con la consola en el dock hace que todo luzca más nítido y que los detalles del mundo se aprecien mejor. Eso no es todo, puesto que también se retocaron las texturas y se hicieron ajustes menores a las sombras y a los efectos ambientales.

Tropical Freeze para Switch también aprovecha las características híbridas de la consola para transformarlo en una experiencia que puede ser portátil o de sobremesa. Al usar el Switch como consola casera, la experiencia de juego no difiere mucho a la vista en Wii U y su principal cambio está en las mejoras de gráficos antes especificadas, por esto, lo verdaderamente interesante es jugar Tropical Freeze como un título para consola portátil. En la pantalla de Switch, Tropical Freeze luce con una apariencia muy cercana a la del lanzamiento original. Además, jugar el modo single-player con los Joy-Con acoplados a la consola es cómodo y divertido. Lo que verdaderamente me sorprendió es que separar los controles de la consola y usarlos en sentido horizontal es agradable. Es evidente que hay mejores opciones de control para jugarlo, pero los Joy-Con separados resultan una solución viable para aquellas ocasiones en las que quieras jugar multijugador fuera de casa. Además, el tamaño de la pantalla de Switch permite que la acción se aprecie correctamente, incluso cuando la consola está acomodada sobre una mesa.

Una característica de Switch que Nintendo ha sabido aprovechar muy bien es el HD Rumble y en Donkey Kong Country: Tropical Freeze lo implementaron con buenos resultados. Esto significa que cuando disfrutes esta versión del plataformero tus controles no vibrarán siempre igual y todo dependerá de lo que esté pasando en pantalla. Por ejemplo, la intensidad de la vibración es baja cuando Donkey da un salto pequeño; no obstante, cuando cae desde una plataforma alta, el mando se mueve más. A mi parecer, está muy bien implementado, aunque mentiría si dijera que no me quedé con ganas de que lo explotaran más y que los Joy-Con vibraran de distintas maneras cuando los monos se avientan por una tirolesa o toman con fuerza una liana.

La cereza en el pastel de este relanzamiento es que sus tiempos de carga son considerablemente menores a los que tenía en Wii U. Si jugaste el original, sabes que la carga del mapa principal tardaba aproximadamente 17 segundos, mientras que aquí sólo toma 8 segundos; además, entrar en cada nivel toma un par de segundos menos en esta versión. Aunque parece poco, en realidad se trata de una optimización que lo convierte en una experiencia mucho más placentera al acabar con el elemento más tedioso de su primer lanzamiento.

Una segunda oportunidad

Un excelente diseño de niveles, controles sólidos, escenarios llenos de secretos y un apartado visual con gran atención al detalle hacen que, a casi 4 años de su lanzamiento, Donkey Kong Country: Tropical Freeze no sólo sea uno de los títulos más atractivos para Switch, sino uno de los mejores plataformeros de la década. Estamos hablando de una experiencia imprescindible para todos los fans de un género y altamente recomendable para todos los dueños de un Switch que se lo perdieron en Wii U. El problema es que, debido a sus pocas novedades, es probable que quienes ya lo jugaron tengan problemas para justificar la compra por segunda ocasión.

Como mencioné al inicio, el regreso de Tropical Freeze como una conversión para Switch representa más que un intento de hacer que el catálogo de Switch sea más robusto, ya que también forma parte de una iniciativa que evita que excelentes juegos permanezcan en la oscuridad de la sombra de una consola que simplemente se quedó lejos de ser del agrado del público masivo. Por esto, aunque en ocasiones las conversiones —ports— pueden dejarnos con ganas de más, es imposible no alegrarse cuando se anuncia que juegos como Tropical Freeze regresarán mejor que nunca y lo harán para divertir a miles de jugadores más.