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Los juegos de mundo abierto han sido llamados el futuro de la industria de los videojuegos porque cada vez más compañías se inclinan a la creación de títulos de este género. GTA, Saints Row y Sleeping Dogs se han colocado como los reyes del género, pero muchas veces hacer un juego de mundo abierto es un arma de doble filo.
Hangar 13, el desarrollador de Mafia III es un estudio nuevo, creado bajo el amparo de 2K, que decidió arriesgarse y enfocar el producto en un mundo abierto mucho más grande de lo que la saga había visto. Lamentablemente, Hangar 13 terminó mordiendo más de lo que podía masticar y nos entrega un juego algo estéril con varios defectos y mecánicas tediosas.
Al principio el juego es muy atractivo: cuenta la historia como un documental, con entrevistas a personajes clave, pequeños videos históricos y saltos entre cinemáticas y gameplay. Fácilmente sentirás que estás viendo un programa de History Channel donde te cuentan cómo se vivía en una ciudad llamada New Bordeaux a finales de los 60, cuando la segregación racial era muy importante. Hangar 13 logró retratar muy bien la histeria, discriminación y violencia que se vivían en esos días —que hasta la fecha son temas delicados—, y en este sentido, al inicio hay un texto que te informa que los desarrolladores no apoyan ningún tipo de violencia o racismo, pero que consideran necesario representarlo de la forma más fiel posible.
La historia del juego es simple, y si has estado al pendiente de los trailers, la conoces: después de regresar de Vietnam, Lincoln Clay busca dejar atrás los horrores de la guerra y pasar el tiempo con su familia y amigos, aunque esta familia está formada por miembros de la mafia que son dueños de gran parte de los territorios de New Bordeaux. No pasa mucho tiempo antes de que la paz y la tranquilidad se vean amenazados por una banda de haitianos que quieren destronar al grupo dominante y así tener el control de New Bordeaux.
Rápidamente, Lincoln y compañía se alían con uno de los dueños de la ciudad, el mafioso Sal Marcano, quien elimina la amenaza de los haitianos. Tras efectuar un gran robo —que aparentemente regresará a la normalidad las cosas en la ciudad—, Marcano traiciona a Lincoln y a su familia; los acribilla, quema el bar donde se encontraban, da por muerto a Lincoln y toma el dinero.
Tras ser rescatado por el padre James, líder de la iglesia local, Lincoln planea su venganza contra Marcano y para eso busca a un excompañero de Vietnam, quien ahora trabaja para el FBI y así ejecutar su plan maestro para controlarla ciudad, lo que significa eliminar a todo el cartel de Marcano y apoderarse de su posición como dueño de New Bordeaux.
El inicio del juego —salvo por los cinemas— se siente un poco lento y lineal, pero marca el tono de la época y de las mecánicas principales. El mapa se presenta abierto desde el principio, pero no podrás andar libremente porque estás obligado ir del punto A al B para completar las clásicas misiones de tutorial. Esta introducción te tomará un poco más de 2 horas y te servirá para acostumbrarte a los controles y a los personajes con los que vas a interactuar, pero seguro te preguntas cómo logran que el jugador se mantenga pegado al control a pesar de esto. La respuesta es: la música —pero ahondaremos en eso más adelante—.
Los desarrolladores hicieron un buen trabajo creando la atmósfera que rodea el juego, pues desde los primeros momentos percibes ese sentimiento retro por el uso de fotografías reales para hablar de eventos de la época, las anécdotas sobre Vietnam, los afiches que promovían el fin de la guerra, la ropa y el lenguaje de los personajes. Este conjunto de elementos es uno de los puntos más rescatables de Mafia III, pero tampoco son suficientes para mantener la inmersión.
El sistema de juego no se aleja mucho de otras entregas de mundo abierto
El sistema de juego no se aleja mucho de otras entregas de mundo abierto: tienes una misión principal y varias secundarias que, aunque no agregan valor a la historia, sirven para obtener más dinero y recursos. Dado que tu misión fundamental es vengar el asesinato de tu familia, lo principal es acabar con Sal Marcano, nada sencillo porque para llegar a él necesitas eliminar a otras 9 personas antes. Tendrás que iniciar desde el fondo, pues no hay rastro de la mafia negra y es entonces cuando John Donovan, tu amigo y contacto dentro del FBI, te dará la información y las misiones necesarias para que comiences a escalar puestos.
Ojalá todo fuera tan sencillo como buscar a los capos y eliminarlos hasta llegar a Marcano... Lo que en realidad ocurre es que primero debes apoderarte de puestos de control o "rackets" donde radican los negocios de trata de personas, distribución de drogas, tráfico de armas y demás para dañar los distritos, pues ellos producen las ganancias y los recursos de los capos. ¿Cómo lograrlo? Saboteando los negocios ya sea destruyendo las drogas, liberando rehenes o eliminando a los encargados del dinero.
Éste es el núcleo de Mafia III y todo sigue la misma línea: hablar con el contacto que Donovan te asigne, escuchar la explicación del negocio que tendrás que sabotear y ver en el mapa los lugares que tendrás que atacar; una vez que provoques el número requerido de daño, hacer frente al jefe del negocio. Cada distrito tiene 2 o 3 jefes y un capo, y al acabar con todos, tomas control del distrito. Por ejemplo, para sabotear el negocio de licorerías tu contacto te muestra zonas donde se guardan los cargamentos robados de licor que valen $50,000 dólares, el camión donde efectúan los robos, así como a 3 personas encargadas de estas actividades. Obviamente debes eliminar a todos y regresar a reportarte con tu contacto, quien te informará del paradero del jefe para tomes control del negocio, pues el objetivo es que nunca vea el dinero de este negocio.
Apoderarse de los rackets es una labor divertida las primeras 5 veces, el problema viene cuando te das cuenta de que la dinámica se repite una y otra vez, pues las misiones sólo cambian de nombre y producto, así que te verás destruyendo cajas de licores, medicinas o armas, pasarás de robar camiones de químicos, a camiones con drogas, e interrogarás a personajes tan irrelevantes, que ni siquiera te importará ver su nombre. Después de 4 horas de estar haciendo lo mismo una y otra vez estarás cansado y aburrido, y muchos optarán por dejar este juego que requiere un poco más de 20 horas (sin contar los coleccionables) si quieres concluirlo.
En Mafia III el combate es brutal y muy satisfactorio, pero lo usarás pocas veces porque los objetivos se resuelven básicamente con disparar y cubrirte. Incluso si decides ir por la ruta del sigilo, tarde o temprano todo se vuelve un caos de balas. Esto podría ser divertido, pero la verdad es que la inteligencia artificial no presenta reto porque en lugar de buscar refugio los NPC prácticamente se van alineando para tomar de frente tus balas. Si a eso sumas que para eliminarlos sólo necesitas un par de balas, puedes imaginar que rápidamente se vuelve tedioso enfrentar enemigos, incluso en la dificultad más alta.
Por otro lado, los asesinatos sigilosos los ejecutas manteniéndote cubierto detrás de cajas o paredes hasta que el botón de golpe aparece sobre un enemigo cercano y entonces le clavas un cuchillo. Si eres paciente puedes encararlos a todos de esta manera, basta que combines las dinámicas permanecer agachado, caminar lentamente y acertar el golpe en cuanto aparezca el indicador. Si prefieres puedes tener enfrentamientos cuerpo a cuerpo —incluso si te detectan—, sólo presiona un par de veces el botón de golpe para conectar una ronda de golpes y terminarlos con un golpe de gracia. Existen asesinatos donde requerirás dejar presionado el botón de golpe hasta llenar una pequeña barra y liberarlo justo en el momento adecuado para asesinarlos con el arma que tengas en ese momento: el cuchillo —para clavarlo en los ojos— o la escopeta para sacarlos volando o acabar con ellos a quemarropa.
Afortunadamente, no siempre estarás solo en tu búsqueda de venganza, pues al avanzar y controlar distritos en New Bordeaux formarás alianzas con 3 socios: Cassandra, líder de la mafia haitiana que busca acabar con el tráfico de personas; Thomas Burke, jefe de la mafia irlandesa que quiere recuperar el poder después del asesinato de su hijo a manos de Marcano; y Vito Scaletta, líder italiano y protagonista de Mafia II.
Estos asociados sumarán beneficios a tu causa si les otorgarlos distritos que vas tomando. Por ejemplo, Cassandra se especializa en suministrar armas y bloquear líneas telefónicas; Burke te dalos mejores autos y te quita de encima a la policía en las persecuciones y Vito te manda refuerzos y a quien cuide tu dinero y lo deposite en el banco. Todos estos servicios están a una llamada de distancia, lo que significa dejar presionado uno de los bumpers del control y seleccionar lo que necesites en una rueda de opciones.
El juego te permite seleccionar a quién quieres entregar cada distrito una vez que lo controlas, así que puedes dar preferencia a tu favorito, sólo deberás tomar en cuenta que eso causará molestia entre los demás y se rebelarán contra ti, así que toma tu tiempo y explora las opciones y servicios que ofrece cada uno antes de tomar una decisión. Preferimos dar la mayoría de los distritos a Vito porque nos proporcionó mejoras a la barra de salud, Stamina y más refuerzos, y aunque eso cambió poco las mecánicas, hacia el final del juego —donde los combates se intensifican— descubrimos que fue una buena elección porque teníamos más personas para limpiar más rápido los rackets. Esto fue algo que disfrutamos en Mafia III.
Como mencionamos, las misiones terminan volviéndose aburridas, pero cuando enfrentas a los capos sientes que los desarrolladores crearon bosses para estos encuentros. No hay mecánicas diferentes o un lugar donde disparar 3 veces antes de que caigan, pero ocurren en lugares temáticos, como una casa embrujada dentro de un parque de diversiones, un bote que se está hundiendo en medio del río o un casino a medio construir. Todas tienen una ambientación excelente y aunque lo agradecimos, también nos preguntamos por qué no pusieron la mitad de ese esfuerzo en el desarrollo del resto de las misiones.
Y ya que hablamos de la ambientación, tenemos que aplaudir el detalle que lograron en la ciudad. New Bordeaux luce impresionante. Se nota el esfuerzo en retratar casi a la perfección edificios, calles y locaciones, pues el contraste entre estar en el Downtown—una de las zonas más ricas—y el Bayou es impresionante. Los caimanes se asoman en el río, las luces de neón iluminan el pavimento mojado y los atardeceres realmente generan diferencias en cada lugar. El problema llega cuando te das cuenta de que la ciudad luce vacía y sin vida porque todo parece estático, aunque esté lleno de elementos como gente y carros; no hay momentos aleatorios ni cosas que te inviten a bajar de tu auto y explorar.
New Bordeaux es enorme, quizá sea uno de los mapas más grandes en el género. Cada distrito tiene personalidad y puedes disfrutar tu canción favorita del soundtrack mientras manejas camino al Bayou, pero esto termina siendo contraproducente para el título porque ir del punto A al punto B durante una misión a veces te obliga a recorrer el mapa de extremo a extremo y durante ese trayecto no hay algo que hacer y tampoco hay fast travel, y es peor aún si piensas que, después de recorrer todo el mapa, es probable que al llegar te pidan volver al punto de origen sin haber logrado el objetivo o haber obtenido recompensa. Incluso manejar es menos agradable que en otros juegos, pues todos los autos se sienten similares —con excepción de los camiones y las camionetas que son más pesados— y tienen problemas con las vueltas y los frenos, lo que provocará que te estrelles constantemente contra arbustos súper poderosos u otros autos; esto llama la atención de la policía y comienza a perseguirte, pero la inteligencia artificial es tan deficiente que los perderás rápidamente.
New Bordeaux es enorme, quizá sea uno de los mapas más grandes en el género
Jugamos Mafia III en Xbox One y encontramos muchos problemas técnicos, uno de los más recurrentes son las texturas, que muchas veces tardan en cargar al entrar en una habitación o al conducir por la ciudad; incluso durante los cinemas parecerá que tu personaje tiene un filtro que lo hace ver borroso. Éste y otros pequeños bugs son naturales en juegos de mundo abierto, el problema es que son tan recurrentes que arruinan la experiencia, y es incomprensible que esté en el mercado un título que parece estar en fase Alpha.
Otro bache del juego es que a veces la iluminación es horrible. En ocasiones sentirás que estás bajo una nube en un día totalmente nublado por la falta de luz, pero si ves hacia arriba notarás que simplemente es una falla de iluminación; por esta misma razón, notarás que los objetos se quedan sin sombra y que las texturas lucen todavía más austeras, además de que de pronto atraviesas una pared invisible para después ver aparecer de la nada una luz muy brillante frente a ti. Estos problemas terminan afectando la experiencia más de lo que crees porque muchas veces los cambios súbitos de luz hacen que las texturas cambien y caiga el conteo de cuadros por segundo caigan, aunque tengas 30 cuadros estables la mayor parte del tiempo.
Las fallas en el título terminan dando pie a especulaciones, sobre todo relacionadas con las razones para sacarlo antes de que estuviera listo. Es cierto que los mundos abiertos terminan siendo una muestra de bugs y glitches debido a la naturaleza de su desarrollo, pero hay que tomar en cuenta que el Xbox One y el PS4 salieron hace 3 años y juegos como Sleeping Dogs y GTA lucían mejor. Todo esto nos deja pensando en qué momento los desarrolladores dieron un mal giro y arruinaron una oportunidad de continuar la vida de una franquicia como Mafia.
Decidimos dejar lo mejor para el final, así que hablaremos del maravilloso soundtrack. El estudio no reparó en gastos para comprar licencias de grupos y artistas como The Rolling Stones, Janis Joplin, Creedence, The Beach Boys o The Supremes, sino que lograron colocar ciertas canciones en escenas clave que erizarán tu piel. Nuestra favorita —sin spoiler—es la de Paint in Black… simplemente excelente. Las canciones en la radio aparecen en el momento perfecto: disparar a diestra y siniestra mientras vas en una persecución al ritmo de Johnny Cash o elegir All Along the Watchtower en el menú principal te transporta inmediatamente a la época. Si como nosotros terminas cansado de las misiones, siempre puedes tomarte un respiro y poner el radio unos minutos hasta que salga White Rabbit de Jefferson Airplane y te sientas listo para continuar tu aventura.
Si tuviéramos que elegir una palabra para describir Mafia III diríamos que es decepcionante, principalmente porque prometía mucho y se arriesgó a tocar temas controvertidos y a retratar lo crudo y brutal que era Estados Unidos en 1968. Un vasto mundo abierto, buenas actuaciones de voz y un impresionante soundtrack aderezaban la gran apuesta de 2K. Lamentablemente, lo repetitivo de las misiones, los problemas técnicos y lo estéril de su ciudad terminó por inclinar la balanza y hundir los aspectos positivos para dejar a la luz tantos errores. Parece que Mafia III será el pariente incómodo en la genealogía de los juegos de mundo abierto.
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