Ya lo hemos dicho, los reboots están de moda, y la franquicia que ahora recibe el tratamiento es Need for Speed. El título Hot Pursuit ya se había utilizado en dos juegos: Need for Speed 3: Hot Pursuit y Need for Speed Hot Pursuit 2. No es un secreto que la franquicia lleva un rato intentando resurgir de entre las cenizas; Carbon y Shift no lograron levantar la saga como se esperaba, así que EA puso a Criterion, el estudio británico responsable de Burnout, a cargo de la realización de Hot Pursuit, y el resultado es explosivo.

Criterion trae su marca exclusiva de amor por los autos y la acción intensa y sin parar para darnos una experiencia que debería ser la que satisfaga toda necesidad de pisar el acelerador a fondo y soltar frases cubiertas en cliché. El juego es ambición pura y puedo decir, con lágrimas en los ojos, que Criterion cumple con bombo y platillo con todas y cada una de las cosas que propone. Primero descubrirás que hay dos campañas, ninguna tiene una historia de traiciones y robos de autos, son tan sencillas que todo mundo puede sentirse atraido por su fuerza gravitacional: en una eres un corredor que, obviamente, participa en carreras y escapa de policías; en la otra campaña eres un servidor público que detiene esas carreras o corre a toda velocidad a asistir al público que juró proteger.

Ambas campañas tiene un despliegue tecnológico y de belleza automotriz que te harán desear que la próxima película de carreras de autos que veas, los use como ejemplo. Puedes jugar las carreras en paralelos y saltar de una a otra como si nada, ambas están disponibles en el mapa de juego y claramente marcadas. Las dos campañas se mantienen frescas y dinámicas con los diversos eventos y las armas que se proponen, aparte de los elementos exclusivos que cada una tiene. Ponerte el uniforme un minuto y tener la posibilidad de desafiarlo al siguiente, es muy emocionante.

Los corredores, esos eternos rebeldes que necesitan sentir el exceso de velocidad en sus venas todo el tiempo, pueden medirse en carreras, pruebas de tiempo, duelos y pruebas de autos con los que incluso los millonarios sueñan. Los policías se enfrentan a misiones de respuesta rápida (transportarse a alta velocidad a lugares donde los necesitan), buscar corredores en vehículos de intercepción y probar los autos más nuevos de la flota policial.