Vivimos en un mundo en el que todo es políticamente correcto, hay reglas para la mayoría de los aspectos de la vida y hasta los criminales gozan de cierta protección por parte del sistema legal. No siempre fue así.

L.A. Noire nos muestra una época en la que los detectives eran rudos, las mujeres sumisas y peligrosas y para hablar por teléfono tenías que caminar a un aparato y esperar a que la operadora te comunicara. A diferencia de la mayoría de los juegos que están en el mercado, en L.A. Noire no debes correr y matar a todos los que se meten en tu camino o atropellar a todo mundo mientras manejas un auto, en esta ocasión eres el largo brazo de la ley, Cole Phelps, un policía incorruptible y casi perfecto.

Phelps es un veterano de la Segunda Guerra Mundial que esconde un terrible secreto que descubrirás en varios cinemas. Al regresar a Estados Unidos, condecorado con la Estrella de Plata, este hombre se une a la fuerza policiaca de Los Ángeles como patrullero, y ascenderá pasando por los escritorios de tráfico, homicidios, vicios e incendios.

Team Bondi y Rockstar Games crearon un universo genial y aseguran haber recreado Los Ángeles como se veía en 1947. La música, como siempre, acompaña perfectamente al jugador en todo momento, pero el aspecto más impresionante es el gráfico. Cada personaje del juego es un actor que fue capturado en 3D, así que todos sus movimientos son perfectos, desde los pasos al caminar hasta la sincronización de los labios y los gestos que hacen.

Si hay un juego que logra la ambientación necesaria para jalarte e introducirte en su mundo por completo, es L.A. Noire. La premisa es sencilla: debes realizar tu trabajo de detective y resolver crímenes con las herramientas de cualquier policía de la época: lápiz, cuaderno y una mente inquisitiva.

Cada vez que llegues a una escena del crimen se te presenta la opción de hablar con el primer oficial que llegó a la escena, después podrás analizar el lugar y hablar o examinar a la víctima. No todos encontrarán las mismas pistas o preguntarán y deducirán las mismas cosas, así que a partir de ese momento tu investigación se convertirá en trabajo de detective; deberás relacionar eventos con evidencia, hablar con testigos y cuestionar a todo aquel que entrevistes, y reconocer una verdad, una mentira y dudar si tienes los elementos necesarios para poder hacer una acusación.