Recientemente fue relanzado el dúo de juegos de plataformas y acción con temática del Oeste de Bertil Hörberg, Gunman Clive 1 y 2, remasterizados en HD y 60 cuadros por segundo para Wii U. ¿Vale la pena esta fantasía bidimensional que se ha convertido en un éxito indie? Por supuesto, gracias a un sólido diseño, extras y nuevos personajes jugables, aunque tenga el lamentable defecto de dejarnos con ganas de más.

En el año 18XX, los bandidos dominan el Oeste. La hija del alcalde Johnson ha sido secuestrada, así que es hora de que Gunman Clive, héroe pistolero, tome la iniciativa para rescatarla a través de varios niveles llenos de acción vaquera. Sin embargo, pronto nos encontraremos con que esta aventura no sólo se limita a emparejarnos contra forajidos, trenes de vapor y caballos, sino que pronto estaremos combatiendo alienígenas, dinosaurios y naves espaciales en una loca fantasía que más bien parece sacada de la mente de un niño jugando con su baúl de figuras que de la prosaica realidad del Viejo Oeste.

En cuanto a jugabilidad y diseño, Gunman Clive es esencialmente un descendiente de Mega Man: un título de plataformas bidimensional con elementos de shooting y pacing más estratégico y calmado que un gun and run, basado más en la precisión que en la velocidad. Nuestro héroe, Clive, es un pistolero que dispara su revólver con munición un tanto limitada mientras confronta enemigos como gansos, pelícanos, pistoleros simples, pistoleros con cobertura, etcétera. Nuestra barra de salud tiene sólo 2 golpes antes de sucumbir, por lo que tenemos que pasar los niveles de manera perfecta, tomando en cuenta la variedad de barrancos, plataformas, picos y escenario destruible que harán la vida imposible a nuestro personaje.

Como hemos mencionado, nuestro pequeño vaquero confrontará al inicio a personajes más bien en la onda Steampunk, como un tren viviente o un tipo rockabilly con una ametralladora de la Guerra Civil, pero posteriormente comenzaremos a encontrar elementos de la era moderna como bloques electrificados, engranes y máquinas, para después enfrentar extraterrestres y meteoritos al más puro estilo de Metal Slug, por lo que la variedad y el ritmo de esta aventura son lo bastante extravagantes para sostener nuestro interés hasta el final.

Además de Clive, hay 2 personajes extra que sólo estaban disponibles en la secuela: Ms. Johnson, la hija del alcalde, y Chieftain Bob, un atlético jefe indio que sólo utiliza una lanza y ataques melee para destruir a los enemigos, y que es la elección para los expertos en el juego que se crean capaces de pasar un juego de shooting sin disparar. En esto último, sorprende que el juego se adapta perfectamente a la mecánica de Bob, más parecido a una especie de Belmont, y debemos decir que lo terminamos con este personaje sin problemas, por lo que el juego ofrece una gran variedad de reto jugable para quienes quieran terminarlo más de una vez.

En cuanto a Clive y Ms. Johnson, tienen un variado arsenal a su disposición, con balas simples, triples, explosivas, teledirigidas, en ondas y en formación de rociador, por lo que hay una gran cantidad de opciones para terminar los niveles. Quizá se echa de menos más movimientos para Clive, que sólo puede caminar y brincar, pero al menos la variedad de elementos del escenario, desde plataformas móviles, bandas sinfín, fuentes brotantes o escenarios que colapsan hasta flechas gravitatorias y naves espaciales ofrecen un amplio abanico de retos para los veteranos de las plataformas.

El primer Gunman Clive está diseñado con colores sepia y gráficas dibujadas al estilo rotoscopio, con una sensación del Oeste más austera y atemporal. El segundo juego, que nos lleva por el mundo para detener la invasión alienígena y descubrir el misterio detrás del secuestro de Ms. Johnson, utiliza una paleta de colores más completa, con morados y azules, además de tener escenas de shooting en aviones y más variedad de escenarios. En cuanto a diseño, ambos son juegos hábilmente creados, con una calidad muy profesional tratándose de una industria indie en la que predominan los sprites ready-made y demás atentados contra la imaginación. La estética de los personajes, que recuerda a las figuras de plomo con las que jugaban los niños aficionados al Oeste en los 50, es un detalle excelente.

El único problema de Gunman Clive es que es muy corto y su diseño a la Mega Man se resiente un poco debido a la falta de jefes. Es una excelente aventura, pero sentimos que le hace falta sabor y más acción: todo se siente un poco flotante y falto de definición, con una acción quizá demasiado lenta y una premisa muy vaga y poco interesante. Esto no quiere decir que busquemos una narrativa propiamente dicha, pero los enemigos no tienen carisma, si los comparamos con los que puedes encontrar en un Mega Man, Sunset Riders o Wild Guns. Aquí se siente un poco la insipidez nórdica de su creador, con una versión un tanto somnífera del Oeste. Pero el juego tiene un diseño de niveles tan excelente que se perdona un poco esta ausencia de brillo en su concepto. Por otro lado, el juego es tal vez demasiado corto, en parte debido al sistema de checkpoints por niveles es posible superar su reto en un par de horas. Sin embargo, no es un juego excesivamente caro para lo que ofrece, pues se trata de 2 excelentes títulos por tan sólo $4 USD, por lo que no es mala compra en lo absoluto.

Gunman Clive HD Collection es un título ejemplar para el movimiento indie en sus años recientes, con excelentes valores visuales y de diseño, alto nivel de reto, niveles bien pensados y mecánicas bien implementadas, sin bugs ni el diseño derivativo e injusto de muchos de los últimos Mega Man de NES. Quizá desearíamos que fuera más ágil y con personajes más vistosos e interesantes, pero son quejas menores ante un esfuerzo definitivamente excelente por parte de su creador, Bertil Hörberg. Estamos complacidos con esta entrega y esperamos con ansias las novedades de este buen diseñador indie. Recomendado.