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Hoy, durante PAX Prime 2013, tuvimos oportunidad de poner las manos encima de Blacklight: Retribution, un FPS free-to-play de Zombie Studios que lleva más de un año en PC y ahora pretenden que sea uno de los títulos de lanzamiento del PlayStation 4. El miembro del estudio que estaba presente nos lo dijo poco convencido, así que es probable que llegue un poco tarde.
En fin. Jugamos 3 partidas de lo que se antojaba como un modo Team Deathmatch estándar, donde el primer equipo en alcanzar un puntaje determinado, ganaba. Cabe acotar de antemano, que había muy pocos jugadores involucrados la mayoría de las veces entre 7 y 8, así que la acción se diluía bastante en Safehold, un mapa ya de por sí un tanto gris con una clara influencia de Blade Runner; es decir, un vecindario asiático de ciencia ficción con matiz ochentero. Safehold es un escenario concéntrico con una plaza en el medio y múltiples corredores con escaleras alrededor. Es de suponer que con más jugadores la acción será intensa.
Como mencionamos, este modo de juego era Team Deathmatch, pero en total deberá haber por lo menos otros 5 adicionales: Deathmatch, Capture the Flag, Domination, King of the Hill y Kill Confirmed. El ritmo es rápido y los controles precisos, que agrega valor a cualquier juego de disparos competitivo, más aún si no hay campaña, como en este caso, que es exclusivamente multiplayer.
Para detectar la acción contamos con un visor especial. Presionar R1 activa esta perspectiva contrastada o Hyper Reality Sensor, en la que se aprecian las siluetas de aliados, rivales y puntos de interés, como centros donde es factible modificar el arsenal que portamos, el cual está conformado por lo clásico: un rifle de asalto o escopeta, como arma primaria; una pistola, como secundaria; y granadas. Pero también hay lanzallamas, lanzacohetes o Hardsuits y trajes acorazados, dotados de armas de muy alto calibre.
Si lo que quieren es una experiencia visual que represente el poder del PlayStation 4, Blacklight: Retribution no es el juego que están esperando. Las texturas en general son planas, la iluminación dista de ser realista e incluso, advertimos algo de clipping en los objetos, es decir, anomalías de física donde las superficies se atraviesan entre sí.
Se juega por Combat Points o puntos de combate, que se adquieren abatiendo enemigos, cumpliendo objetivos y ganando partidas. Estos puntos sirven para personalizar las armas, de las cuales hay un amplio repertorio aderezado con múltiples ajustes que terminan por traducirse en millones de combinaciones, ya sea con distintos barriles, patrones de camuflaje, cartuchos de diversa capacidad, etcétera. En realidad, tuvimos poco tiempo de probar si los cambios tienen un efecto tangible sobre el rendimiento del arsenal, pero los desarrolladores sostienen que sí. Por otro lado, y aunque no lo confirmamos, es probable que introducir dinero real a la mezcla permita al usuario desbloquear los citados accesorios más rápido.
El juego debutó a mediados de 2012 en PC, así que si tienen una computadora con una tarjeta gráfica medianamente decente, ya le pueden echar un vistazo a Blacklight: Retribution. Honestamente, este título no nos asombró. Sí, es rápido y preciso; pero al margen de eso, no encontramos elementos sobresalientes, y eso es muy importante en un género saturado como el de disparos en primera persona. Sin embargo, cabe recordar que se trató solamente de una probada del juego.
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