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Aunque en la última generación de consolas, Sony Interactive Entertainment se ha caracterizado por presentar exclusivas de enorme presupuesto, la realidad es que aún apoya proyectos más modestos. Uno de ellos es Concrete Genie, lo más nuevo de PixelOpus, estudio con sede en San Mateo, California y el cual es mejor conocido por su trabajo en Entwined, un sencillo título de ritmo que recibió críticas mixtas.
Desde que fue anunciado en Paris Games Week de 2017, Concrete Genie llamó la atención por presentar una mecánica central que nos pone a pintar en paredes para devolverle la vida a una ciudad. Sin duda un concepto interesante, pero muchos dudan si es un título que logra ejecutarla de manera efectiva. Nosotros ya lo probamos así que escribimos un poco al respecto para que sepas qué tipo de juego te espera y si es algo que puede interesarte.
Juventud atormentada
Concrete Genie nos cuenta la historia de Ash, un adolescente común y corriente que vive con padres cariñosos, pero ocupados y que ama dibujar. Un día, este chico decide ir en contra de las recomendaciones de sus papás y visita Denska, una ciudad portaría que quedó abandonada después de una catástrofe. Ahí pasa un buen rato con sus pensamientos y haciendo bocetos en una pequeña libreta que carga a todas partes. En cierto momento se pierde en su imaginación y comienza a pensar cómo sería todo si el color y la vida regresaran a Denska. Para su mala suerte, un grupo de bravucones lo encuentran y lo molestan empujándolo y arrancando varias páginas de su libreta. Como si el pobre Ash no tuviera suficiente, estos odiosos pubertos lo suben a un teleférico que lo lleva hasta un faro abandonado.
Al llegar ahí, Ash encuentra varias de las hojas de su libreta, así que decide tomarlas y explorar un poco. Es así como conoce a Luna, una simpática criatura que le otorga un pincel mágico que le permite pintar paisajes llenos de vida. Al principio el joven cree que es un simple buen gesto, pero poco después descubre que Luna le tiene una misión: usar el pincel para quitar toda la contaminación de Denska y que así vuelva a ser el lugar que muchos amaron en algún momento. Eso sí, su aventura no será del toda sencilla, puesto que los bravucones siguen en esta ciudad y harán todo lo que puedan con tal de hacerle la vida imposible.
Al principio, la historia de Concrete Genie es un tanto lenta y parece que nada está pasando alrededor de Ash. Sin embargo, poco a poco se nos va contando más sobre los personajes y las razones por las que actúan de cierta manera. Con esto, tanto Ash como sus rivales tienen una dimensión extra que los aleja de ser personajes planes que sólo caen en estereotipos sacados de cualquier caricatura juvenil. Asimismo, entrega un mensaje que considero que será valioso para los jugadores jóvenes.
Devolviendo el color a la ciudad
La aventura de Concrete Genie iniciará formalmente una vez que Ash consiga su pincel mágico y regrese a Denska con el objetivo de convertirlo en el lugar que alguna vez amó. Para lograrlo tendrá que ir de un rincón a otro de la ciudad y pintar las paredes para sustituir la suciedad y los grafitis con bellas pinturas que le devuelvan la vida. Su camino no será del todo sencillo, puesto que tendrá un par de obstáculos. El primero es la banda de adolescentes que aman desquitarse con él. La segunda son varios puzzles sencillos que le permitirán acceder a más partes de esta pequeña ciudad portuaria.
La manera en la que usarás el pincel de Ash para pintar las paredes será con controles de movimiento, por lo que tendrás que apuntar con tu DualShock a diferentes direcciones para mover este cursor. Al principio temí que fuera a ser un sistema torpe y mal implementado, tanto que estuve a punto de ir al menú de opciones para mejor controlar todo con el stick derecho. No obstante, algo me dijo que había de darle una oportunidad, así que lo hice y descubrí que funciona muy bien. Pese a esto, no pude dejar de pensar que me hubiera encantado usar el touchpad del DualShock 4 como un tercer esquema de control ya que se prestaría muy bien para hacer trazos más exactos.
Cuando mueves este cursor no será para usar el pincel y tener completa libertad para pintar. De hecho, antes de usar una pared como un lienzo tienes que seleccionar la figura ―puede ser desde un árbol, hasta estrellas y montañas nevadas― que quieres dejar plasmada para que después cobre vida. La figura tendrá características diferentes dependiendo de la extensión que le des, de este modo tienes una variedad de trazos más amplia de lo que originalmente crees.
Ahora bien, en Concrete Genie dibujarás más cosas además de paisajes. De hecho, habrá momentos en los que tendrás que crear Genies, unos simpáticos monstruos que cobran vida una vez que terminas de pintar. Al igual que con los paisajes, no tendrás completa libertad a la hora de hacer un Genie, puesto que tendrás que elegir entre elementos predeterminados. Pese a esto, es increíblemente mágico ver que algo que dibujaste cobra vida y te ayuda en tu aventura. Eso sí, sin importar lo que garabatees, el Genie siempre tendrá la misma función, así que tu diseño será meramente estético. Lo último no quiere decir que todos los Genies tendrán la misma función; de hecho, hay 3 tipos diferentes ―rojos, amarillos y azules― los cuales presentan habilidades elementales únicas que son cruciales para resolver los puzzles.
El bucle de Concrete Genie te hace explorar su mundo en búsqueda de secretos. Los principales son más páginas para la libreta de Ash, la cual te entregará más elementos para pintar en las paredes o adornar a tus Genies. También encontrarás pequeñas actividades que podrás realizar con tus compañeros, pero todas sólo son cortas secuencias que se activan presionando un botón y disfrutando la animación. Algo que me pareció extraño es que en la parte final del juego se desbloquean nuevas habilidades de movimiento, además de que hay escenas de combate, las cuales si estuvieran disponible desde antes, hubieran hecho que todo se sintiera con mejor ritmo.
"Su apartado artístico brilla para entregar un producto que luce único"
Así se juega Concrete Genie, ¿pero qué tal luce? En lo personal, su apartado visual me dejó satisfecho. Sí, es evidente que está lejos de tener los gráficos más impresionantes de la generación y hay detalles que lucen anticuados; sin embargo, su apartado artístico brilla para entregar un producto que luce único. Sin duda, lo más llamativo son las pinturas, las cuales son muy coloridas y tienen pequeñas animaciones para que luzcan vivas y puedas considerarlos como verdaderos hogares para tus Genies. Los modelos de Ash y otros personajes humanos tienen gestos hechos con stopmotion con los que recuerdan a cintas animada del estudio Laika. Su banda sonora no se queda atrás y es hermosa gracias a temas con un cuarteto de cuerdas que toca junto a un piano. Cabe mencionar que su función es más bien ambiental, así que no esperes melodías pegajosas, sólo temas que harán más dulce tu aventura por Denska.
Un concepto interesante, pero con problemas
Pintar es la acción más importante de Concrete Genie, al punto en el que cualquier pared se puede convertir en un lienzo si es que así lo deseas. Es un concepto noble que, bien ejecutado, tiene el potencial de hacerte sentir como un verdadero artista o por lo menos entretenerte por un rato al dar rienda suelta a tu creatividad. Por esto es una verdadera desgracia que Concrete Genie nunca te entrega esa sensación y en su lugar pintar resulta ser una actividad monótona en la que parece que sólo estás eligiendo las estampas que quieres pegar en un collage. Claro que puedes lograr cosas increíbles aprovechando estas herramientas, pero la poca variedad la vuelve muy repetitiva.
Tampoco quiero ser demasiado duro con este elemento de Concrete Genie, ya que estoy consciente que implementar un sistema de pintura más complejo pudo haber sido una pesadilla. En ese mundo alterno en el que PixelOpus decidió dejarnos pintar con realidad, veo cientos de voces quejándose por lo difícil que es hacer las figuras que se necesitan para progresar. Sin embargo, la realidad de Concrete Genie es que su concepto central no funciona por todas las limitaciones a su alrededor.
Otra razón por la que esto es un enorme problema para Concrete Genie es porque el resto del diseño carece de los argumentos suficientes como para sostener los fallos de su mecánica principal. En primera, en la mayor parte del juego la única amenaza son los adolescentes que molestan a Ash y el único castigo por caer en sus garras es que tendrás que ir a tomar el pincel. Por otro lado, a los niveles les falta algún reto interesante o algo que te despierte interés por explorarlos. Por ejemplo, para progresar tienes que resolver puzzles, pero todos pecan de sencillos al sólo exigirte llamar al Genie que es del mismo color del objeto que te estorba o activar una palanca. A esto hay que sumarle que las secciones de plataformeo son muy derivativas de Uncharted, pero con un personaje más torpe y lento. Por último, tenemos que el bucle principal del juego (pintar paredes y resolver puzzles sencillos) se vuelve repetitivo después de un rato.
Una vez que terminas la historia tienes la oportunidad de volver a Denska para completar objetivos secundarios o recolectar los dibujos que dejaste en el camino. La principal razón para hacerlo es que puedes aprovechar las habilidades de movimiento que desbloqueaste en las últimas horas de Concrete Genie. Cuando disfrute del juego de esta manera, me di cuenta que hubiera sido más divertido si se hubieran desbloqueado desde el principio y si sus momentos de tranquilidad hubieran estado acompañados de acción en el transcurso de todo el juego.
"Carece de los argumentos suficientes como para sostener los fallos de su mecánica principal"
Después de volver a leer los primeros párrafos que escribí sobre Concrete Genie y pensar un poco, me doy cuenta que el problema es que su concepto es muy interesante, pero simplemente no logra cuajar. Tiene una revoltura de mecánicas de otros juegos ―exploración de Uncharted; convivencia con monstruos de The Last Guardian, etc―, pero ninguna de desarrolla lo suficiente como para que aporten algo. Hasta me da la impresión de que llegaron a Concrete Genie por el intercambio de ideas entre estudios de Sony en lugar de existir por tener sentido en el juego que PixelOpus quería crear.
Antes de seguir con el siguiente punto quiero dejar claro algo: para mí, la duración de una obra no tiene impacto en su calidad ―hay juegos cortos que adoro y algunos largos que me abruman al apenas iniciarlos― pero entiendo que sea un punto importante para varias personas que buscan obtener lo más que se pueda por su dinero. Por esto considero importante señalar que Concrete Genie es un juego muy corto y que, a mi parecer, carece de rejugabilidad. ¿Qué tan corto? Su historia principal la terminé en el día en el que lo recibí, para ser más exacto, me tomó poco más de 5 horas. Para extender la duración tiene un par de experiencias VR que son muy simples, así como un modo de pintura libre que encontré poco interesante por razones que para estas alturas ya te deben parecer obvias.
Concrete Genie
Los garabatos de un artista con potencial
Criticar Concrete Genie resultó ser más difícil de lo que creía. A leguas se nota que PixelOpus cree mucho en su proyecto y que es una labor de sacrificio, dedicación y amor por el arte. Lamentablemente, el producto que nació de este proceso queda lejos de alcanzar las alturas que tanto esfuerzo merecería y queda como un juego que parece estar destinado a pasar sin pena ni gloria. Con lo anterior no quiero decir que sea un completo desastre ni nada por el estilo ―incluso creo que tiene el potencial de tocar las fibras sensibles de esos apasionados a la ilustración―, pero sus carencias dejan claro que es un concepto mal ejecutado.
" Es una labor de sacrificio, dedicación y amor por el arte"
Al final, PixelOpus no es muy diferente a Ash; ambos son jóvenes con una profunda pasión por su arte. Esto es evidente en su obra, la cual está llena de corazón y es algo que en muchos años podría ser visto como los orígenes de algo especial. Sin embargo, la realidad es que todavía están lejos de esto y que tienen un largo camino por recorrer para que su trabajo lo lleve a ser uno de los grandes. Ya veremos si al final PixelOpus madura y cumple con su promesa o si se queda para siempre como el artista de los garabatos.
Entonces, ¿recomiendo Concrete Genie? Si lo que describí te llama la atención y su corta duración te tiene sin cuidado, adelante, sólo no esperes una inmensa maravilla. Igual si tienes una mayor afinidad al arte visual que yo, es posible que pases un rato muy agradable pintando, pero recuerda que no es una herramienta con la que explotarás tu creatividad. En caso de que estés indeciso, lo mejor es que lo dejes pasar, ya que no te perderás de nada por dedicarle estas horas de tu vida a cualquier otro juego.
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