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Lo primero que pensamos cuando Square Enix anunció Dragon Quest Builders fue que sólo querían capitalizar el éxito del tren de Minecraft. No podíamos estar más equivocados. El título desarrollado por la División 5 de Square Enix Business tomó el concepto creado por Markus “Notch” Persson y lo adaptó para adornarlo con el enorme universo de Dragon Quest. La idea suena demasiado fácil, pero es profunda porque hay narrativa, pintorescos personajes y sólidas mecánicas de juego fáciles de seguir. Gracias a esto, Dragon Quest Builders tiene una identidad propia que se aleja de lo que puede ofrecer Minecraft.
Con esto en mente, el primer apartado destacado que tiene Dragon Quest Builders es…
La historia
Durante años los ciudadanos de Alefgard (o Cantera para la localización de España) sobrevivieron embates de peligrosos monstruos gracias a sus sólidas edificaciones, efectivas armas y poderosas trampas con las que defendían hasta el último centímetro de sus tierras. Parecía que los humanos tenían todo controlado, sin embargo, no contaban con que Draconarius, un ser malvado, tuviera de su lado a todos los monstruos del mundo. Después de varios enfrentamientos, la civilización se doblegó, perdió la habilidad de construir y desapareció su rastro con el paso del tiempo.
De los humanos sólo quedaron edificaciones destruidas, cementerios, algunos sobrevivientes y muchos fantasmas que hasta la fecha lamentan no haber detenido a los monstruos.
Dragon Quest Builders comienza cuando en un lugar cerrado despiertas débil, hambriento y con la responsabilidad de salvar a la humanidad porque eres la última esperanza para que vuelva a nacer. A diferencia de otros juegos de Dragon Quest, aquí no eres un guerrero, sino el último ser vivo con la habilidad de construir. Lo primero que debes aprender a hacer es una crema que te ayude a recuperar tu salud y así, estar listo para la enorme aventura. No vas solo en este viaje, la voz de una diosa te aconseja y dice qué hacer para comenzar la reconstrucción de Alefgard.
En un inicio, reconstruyes una pequeña casa ̶̶ que debe tener paredes de 2 bloques de altura, alumbrado básico compuesto de una fogata y al menos una puerta ̶̶ para una humana que parece no tener a donde ir. Con esto, comienzas a atraer a otros humanos que se interesan en tu trabajo como constructor, aunque no crean en ti por esa apariencia tan caricaturesca. No todo es tan sencillo, el escenario está infestado de slimes azules y naranjas, pequeños murciélagos y esqueletos que destruyen todo a su paso.
Aunque el juego sea de mundo abierto, será necesario que sigas un línea para continuar la historia.
Con el paso del tiempo, la pequeña casa que creas forma parte de una villa, que después se transforma en un poblado y así hasta llegar a una ciudad que tenga a salvo a todos sus habitantes. Lo interesante de Dragon Quest como juego de es que tu personaje no cuenta con puntos de experiencia, es más bien el pequeño poblado que construyes el que sube de nivel gracias a todas las mejoras que añades. Al principio, para no complicarte la vida, los habitantes te darán diseños muy sencillos de lo que desean tener en las edificaciones: 2 camas, una tinaja, alumbrado, taburetes o clósets. Después, tu creatividad determinará todo lo demás. A final de cuentas, el que salgas adelante con la historia dependerá de cómo aprovechas los recursos y territorios para tener un lugar seguro. Por otro lado, los habitantes también abusan y te hacen sentir como un esclavo que se la pasa atendiendo sus mandados, sin embargo, esto es importante para que la historia del juego se desenvuelva. Éste es el primer gancho con el que te atrae Dragon Quest Builders, ya que no te sientes solo mientras juegas, hay objetivos claros y metas que conseguir para salvar a un mundo que está envuelto en tinieblas.
El escenario no es tan grande como en Minecraft, sin embargo, no deja de ser un…
Mundo abierto
Dragon Quest Builders, igual que Minecraft, tiene un mundo muy amplio que puedes explorar con libertad, sólo que habrá ocasiones en que no puedas llegar a ciertas partes porque es necesario “algo” para acceder a ellas. En un inicio pensarás que puedes colocar piezas de tierra o tabiques junto al mar, pero una fuerza te lo impedirá, entonces, buscarás otra forma para alcanzar ese objetivo. El único medio a tu alcance, al menos al inicio de la aventura, es un portal que te transporta a sitios que jamás pensaste alcanzar. Gracias a estos saltos llegas a lugares llenos de monstruos, pero al mismo tiempo, tierras con recursos muy distintos a los que están donde empiezas a formar tu poblado.
En estos pequeños viajes donde buscas a gente perdida, también encuentras instrucciones para crear jardines, muebles y demás piezas que hacen más sencilla la vida de tus nuevos amigos. Cabe señalar que te toparás con edificaciones en ruinas con fantasmas con tristes historias de cómo fue que el mundo se fue al demonio. Por momentos, pensarás que tuviste algo que ver o que alguien cercano a ti está relacionado con semejante destrucción y desequilibrio. A eso suma que algunos monstruos amistosos te ayudan en tu aventura enseñándote a crear armas, claro, a cambio de algunos favores sencillos. El escenario es un mundo desafiante, pero al mismo tiempo lleno de empatía hacia todo tu esfuerzo, porque así como combates de noche a tantas criaturas, también excavas, talas y cazas para poder sobrevivir.
La relación que existe entre el jugador, el pueblo y la gente que habita el lugar, es el núcleo que da vida a Dragon Quest Builders
Ahora, ¿es un mundo abierto tan grande como el de Minecraft? Definitivamente, no. ¿Eso es malo? Mucho menos. Los límites son parte de la historia y ayudan a que sigas un rumbo, por más que llegues a desviarte de la meta original. La magia de Dragon Quest Builders está en la sorpresa que está esperando más allá de las montañas y no tanto en el descubrimiento de ambientes que tiene el juego de Mojang.
Las diferencias entre ambos juegos no se reducen al tamaño del mundo, también está en su…
Gameplay
No cabe la menor duda de que Dragon Quest Builders usa la misma plantilla que Minecraft a la hora de construir; hay mesas para crear que eventualmente generan artefactos que sirven para desarrollar otros ítems. De un banco de cantero puede salir un fogón para cocinar, una forjadora para metales o un horno para asar barbacoa. Para sacar provecho a eso es necesario ir por el mundo buscando materiales, los cuales se guardan en tu inventario o 2 tipos de cofres, uno estándar al que sólo puedes acceder si lo tienes cerca y otro colosal con un espacio 10 veces más amplio donde guardas todos los ítems que no caben en tu inventario.
Independiente de la creación está el apartado de la supervivencia. Así como tu pequeño personaje debe recuperar su salud con medicinas o descansando, también tiene que comer. En un inicio, tendrás frutas que están cerca de los árboles, después, con la ayuda de un fogón, cocinarás platillos hechos a base de vegetales, semillas u hongos. El menú de alimentos se expande cuando tienes el fogón para la barbacoa, ya que puedes preparar carnes asadas como otra comida que no sólo te quita el hambre, también te ayuda a recuperar salud.
Si bien Dragon Quest Builders toma de Minecraft los apartados de construcción y desarrollo, es la vista en tercera persona la que permite tener más control del ambiente que te rodea, además ayuda a que la narrativa sea fresca y amigable.
Por otro lado, en Dragon Quest Builders también hay combate, el cual se resume en atacar de frente con un arma como un martillo o una espada al monstruo. Hay que señalar lo importante que es medir las distancias porque el protagonista es muy pequeño y a veces da la sensación de que puede conectar al enemigo, cuando en la realidad no lo hace y queda desprotegido. Esto a veces resulta un poco desesperante, sin embargo, debes recordar que al inicio te dijeron que eres constructor y no guerrero, así que las limitantes tienen su razón de existir.
Un juego con metas
Lo mejor de Dragon Quest Builders está en la forma en que toma los elementos básicos de Minecraft y los hace suyos, añadiendo temas de narración, aventura y exploración, pero lo más importante es que hay una meta que brinda rumbo y claridad. No es que vayas a crear un smartphone o un arcade dentro de Dragon Quest Builders, sin embargo, también puedes ser creativo y construir las edificaciones más seguras que mantengan a salvo a los habitantes de tu poblado. La relación que existe entre el jugador, el pueblo y la gente que habita el lugar, es el núcleo que da vida a Dragon Quest Builders y provoca que juegues durante horas, a pesar de que te trate como un esclavo.
Ahora, ¿sabes qué es lo mejor de Dragon Quest Builders? Que no esperábamos nada de él y nos entregó un formidable título con muchas horas de juego divertidas.
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