Estamos en abril y eso significa varias cosas: es primavera, el pasto es verde, el clima es cálido y la ilusión de una nueva temporada de beisbol se siente en el aire. Tendremos, como cada año, 162 juegos que dejarán en el diamante y el ambiente, sueños, ilusiones, corazones rotos y olor a brea y a cuero curado de los guantes. En ésta como en muchas otras ocasiones, MLB The Show hace justicia al rey de los deportes.

Sueños, ilusiones, corazones rotos y olor a brea

Después de un leve tropiezo en 2014 con la migración a PlayStation 4, los desarrolladores de MLB 15: The Show aprendieron de sus errores y ahora nos entregan la mejor exclusiva deportiva de la consola y el mejor juego de beisbol en el mercado… punto.

En la base de un simulador deportivo siempre están los modos de juego profundos y envolventes, y es aquí donde MLB 15: The Show brilla. Comenzamos con Road to the Show, donde construyes a tu jugador desde cero: eliges su posición, atributos físicos y hasta la marca de guante. Empiezas en ligas menores y tu desempeño te otorga puntos de experiencia que utilizas para elevar los atributos que elijas; es decir, si escoges ser pitcher, quizá quieras perfeccionar un lanzamiento como la recta de 4 costuras antes de abrir tu repertorio de pichadas, así que usas puntos para fortaleza. Road to the Show incluye incentivos adicionales para tener más experiencia, como forzar un doble play o batear un fly de sacrificio, lo cual incrementa la sensación de éxtasis al ganar. Es obvio que lo que buscas es que te contrate un equipo de las ligas mayores y así iniciar una carrera de superestrella.

Entre las mejoras importantes en este modo se encuentran productos licenciados de marcas como Louisville Slugger y Sam Bat (en el caso de bats) o Rawlings y Wilson (para guantes). Por otro lado, un sinfín de spikes dan estadísticas adicionales a tu jugador y aportan al sentimiento de progresión natural conforme se desbloquean, ya que cada uno cuenta con modificadores de atributos como mejor defensa, mejor contacto con la pelota a la hora de batear, etcétera. Hay que aclarar que el equipo disponible es limitado, lo que constituye un incentivo extra para seguir mejorando a tu jugador.

Agradecemos la opción de transferir nuestro juego de MLB 14: The Show

El modo Franquicia regresa, pero tiene más opciones que nunca. Además de que maneja el tope salarial y los cambios de jugadores, incluyó un requerimiento de los dueños del equipo que quieres representar, es decir, hay expectativas a cumplir cada temporada. Éstas van desde simplemente llegar a playoffs hasta tener al ganador de la triple corona al bat (ser el jugador con mejor porcentaje de bateo, más home runs y más carreras producidas en toda la liga) hasta ganar la Serie Mundial. El último punto es muy importante para manejar de manera efectiva mejores topes salariales si se cumplió el objetivo propuesto, por ejemplo recibir ofertas de mejores equipos, lo cual es importantísimo para tratar de contar con la próxima superestrella. Cabe decir que agradecemos la opción de transferir nuestro juego de MLB 14: The Show de manera casi automática, ya que el tiempo invertido y la experiencia obtenida se mantienen intactos.

Para quienes no estén interesados en números, contratos y topes salariales, y sólo quieren jugar beisbol, está Season. En este modo simplemente eliges equipo y juegas la temporada regular con el calendario actual, con el único objetivo de ganar la Serie Mundial.

Esto es suficiente para que el título pase varios meses en la bandeja de tu PlayStation, pero también existe el modo Diamond Dinasty, donde desbloqueas jugadores por medio de tarjetas electrónicas que adquieres con dinero real o con fichas que obtienes jugando cualquiera de los otros modos. Aquí puede haber un problema entre los usuarios que prefieren el grind para adquirir sobres y quienes van por las micros transacciones, ya que algunos costos son muy elevados, en especial de los sobres con los mejores jugadores, pero eso es cuestión de estilos de juego. Diamod Dinasty cuenta con 30 leyendas de todos los tiempos (hay un jugador icónico por equipo) y para desbloquearlos es necesario tener todas las cartas de un equipo; ahí es donde se desbloquean las cartas especiales. Para los fans del deporte y de su historia apreciar todos los matices de las leyendas de este apartado puede ser adictivo.

En esta entrega hay cambios importantes en las mecánicas; veamos el bateo direccional. Utilizar el stick izquierdo cuando bateas te permite tratar de influir sobre la dirección de tu bateo, desde buscar un área poco defendida del campo hasta hacer un hit and run de manera mucho más efectiva. El pitcheo recibió una pequeña mejora para jugadores novatos que no están acostumbrados a las barras y ayudarlos a perder el miedo a experimentar. Hay que señalar que debes terminar un juego completo para que seas calificado, lo que hace que la experiencia sea mucho más orgánica.

En el departamento gráfico, The Show recibió una manita de gato que mejoró los modelos de los jugadores, así que ahora lucen menos acartonados, muestran emociones y en algunas partes, como el cabello ―que antes parecía hecho con bloques de color―, ya tiene texturas. Los parques de beisbol se ven increíbles y son fieles a su contraparte real, además de que la iluminación dinámica cambia dependiendo del mes cuando se juega la partida. Es cierto que no se ha explotado todo el poder gráfico de la consola, pero las mejoras y promesas en la serie son importantes.

Jugar en línea en la entrega de 2014 era prácticamente imposible. Este año me da gusto reportar que corrigieron esos errores, así que las partidas prácticamente carecen de lag y tienen una fluidez envidiable. También se agregó un modo de pedir la partida de manera amistosa si tienes que dejar de jugar o simplemente el score es demasiado alto para remontar; esto no afecta tus estadísticas personales sólo hace los encuentros en línea más rápidos y amistosos.
Las mejoras a la franquicia son pocas pero significativas y hacen de esta entrega la más sólida de la serie. Sólo nos queda conocer el as bajo la manga de la iteración de 2016.