En 2018, Gris salió de la nada para posicionarse como uno de los mejores juegos independientes del año y con un mensaje e impacto que hasta la fecha nos tiene conmovidos y recordamos con mucha lucidez. Unos años después, Nomada Studio nos trae Neva, una entrega que comparte muchas similitudes con Gris, pero que cuenta una historia totalmente diferente e independiente con el mismo cuidado, cariño y belleza.

En lugar de tocar el tema de la depresión y el camino al autodescubrimiento y la superación, Neva trata sobre la relación que tenemos con nuestros padres, hijos, amigos, mascotas o cualquier ser que ha estado con nosotros desde el primer día y que nos acompaña ante cualquier adversidad. También habla sobre crecimiento, cambio climático, ciclos y más sucesos que son inevitables. Es una montaña rusa de emociones.

Crecer acompañados

En esta aventura, nuestra protagonista es Alba, una guerrera que siempre está acompañada de un majestuoso lobo y su cría, la pequeña Neva. En el inicio, vemos que viven en un mundo colorido y lleno de vida, pero de pronto, un tipo de oscuridad comienza a contaminar a los animales y paisajes, así que nuestros personajes brincan a la acción y luchan para detenerla.

Tristemente, el lobo mayor se sacrifica para salvar a Alba y Neva (no es spoiler porque pasa en los primeros 5 minutos del juego), y aunque logra detener temporalmente a la oscuridad, no elimina el problema de raíz, así que nuestros otros 2 personajes deben emprender un viaje para hacerlo. El juego se divide en 4 capítulos divididos en las estaciones del año: Verano, Otoño, Invierno y terminamos con la Primavera.

En el primer episodio, o sea, el Verano, Neva es muy pequeña, por lo que nos acompaña y ayuda a saber por dónde ir, pero cuando tenemos que enfrentar algún enemigo (porque, a diferencia de lo qué ocurre en Gris, aquí hay combate, pero ya llegaremos a eso) la cría se refugia donde puede mientras nosotros nos encargamos de luchar. En ocasiones, incluso nos separaremos de ella y deberemos abrirnos camino para encontrarla. Una vez que terminamos, podemos llamarla para continuar, y es muy tierno escuchar a Alba decir su nombre y ver cómo la loba nos sigue felizmente.

En los siguientes capítulos, Neva va creciendo y poco a poco comienza a ayudarnos tanto en el combate como en algunas secciones en donde deberemos activar algún dispositivo para avanzar. Es muy conmovedor ver los cambios en la loba y las habilidades que adquiere con el tiempo porque, además de que se vuelve más funcional y en ocasiones incluso nos salva el pellejo, nos hace sentir más cercanos a ella.

Nomada Studio lo hizo con la intención de que lo comparemos con la relación que tenemos con nuestros padres. Cuando nacemos y durante toda la infancia, somos totalmente dependientes de ellos, pero conforme crecemos, nos hacemos más capaces y responsables, y de hecho llega un punto en donde comenzamos a ayudarlos ya sea con labores de la casa, financieramente y físicamente.

Conrad Roset, director creativo del estudio, tuvo a su primer hijo tras el desarrollo de Gris, por lo que quiso plasmar en Neva parte del proceso que ha vivido como padre primerizo y también ver el crecimiento de su bebé desde entonces. Nos fascinó que nos haya compartido esta etapa de su vida y lo felicitamos porque lo hizo de una manera preciosa. No se necesita ser padre para ser empático, pues creemos que todos hemos vivido algo similar con alguna mascota, amigo o pareja.

Desenfunden su arma

Los que jugaron GRIS recuerdan que únicamente debíamos movernos y resolver acertijos para progresar, pero jamás hubo combate como tal. Incluso a los “jefes” era imposible hacerles daño directamente, sino que teníamos que encontrar la forma de vencerlos usando nuestro alrededor. En Neva esto cambia y ahora tenemos una katana con la que podemos rebanar enemigos como si fueran jamón.

Tampoco es un combate muy profundo o que evolucione drásticamente conforme avanza el juego, pues únicamente tenemos un ataque simple y otro que hace que aterricemos de manera meteórica para romper el suelo o sacar volando a los enemigos cercanos. Aún así, jamás pensamos que este aspecto se volviera aburrido o monótono, porque Neva también funciona como arma.

Cuando la loba es más adulta, podemos dirigirla para que salte sobre algún enemigo y lo detenga, y así nosotros podamos atacar sin el riesgo de que nos esquive o contragolpe. Esos movimientos, y el uso de nuestro roll, son suficientes para generar algunos combos que mantienen entretenidos los enfrentamientos. Como la duración del juego es corta (entre 4 a 6 horas) y la jugabilidad se divide muy bien entre combate, exploración y plataformeo, nunca nos hartamos de este pilar.

Aún así, nos hubiera encantado que se agregaran 1 o 2 ataques diferentes, porque pensamos que eso hubiera dado brillo al combate y destacaría; no sentiríamos que sólo está para cumplir. También creemos que la variedad de enemigos pudo ser más amplia. A pesar de que las zonas y las estaciones cambian, los monstruos son casi siempre los mismos, y una vez que aprendes su patrón de ataque, el factor sorpresa de enfrentarlos desaparece.

Tenemos 3 vidas, y con cada golpe que recibimos o cuando caemos a un vacío perdemos 1. Para recuperarlas, debemos conectar varios ataques sin que los enemigos nos dañen, lo que nos pareció una forma perfecta para sanarnos, porque nos obliga a ponernos a la ofensiva, pero sin descuidar la defensa.

Lo que nos parece mucho más destacable son las peleas contra los jefes. Algunas son similares a las de Gris porque debemos huir de ellos y esquivar lo que se atraviesa en nuestro camino, pero otras sí son enfrentamientos como tal, y son bastante desafiantes. Todos nos hicieron sudar un poco y aceleraron nuestro corazón, así que la satisfacción de vencerlos fue enorme.

Son la parte más complicada de la aventura, pero tampoco son brutales o endemoniados. En caso de que alguien de plano pase un mal rato con ellos o se atore, Neva tiene 2 modos de juego: aventura e historia. El primero tiene la dificultad estándar con la que los desarrolladores diseñaron el juego, pero el segundo da varias opciones de accesibilidad, como invencibilidad en la mayoría de la experiencia, causar más daño al atacar y recibir menos cuando nos golpeen.

Para nuestro criterio, el modo aventura está perfectamente diseñado y balanceado, porque añade la cantidad correcta de desafío sin qué sea infernal o imposible para el gamer casual o menos habilidoso. Morimos un par de veces en algunos combates, pero siempre supimos en qué fallamos y lo que debíamos hacer en el siguiente intento. De todos modos, quien prefiera vivir un rato más tranquilo y relajado, puede elegir el modo historia.

Explora un mundo hermoso

A pesar de que Neva implementa el combate, también usa mucho el plataformeo que nos enamoró en Gris. En varias partes del juego, simplemente debemos movernos y seguir un camino mientras apreciamos los hermosos paisajes que están detrás de nosotros y escuchamos el maravilloso soundtrack, pero eventualmente llegamos a secciones en donde es necesario encontrar un camino secreto o resolver algún tipo de acertijo para abrir una puerta o senda, y es necesario sacar a relucir la creatividad y la curiosidad.

Desde el inicio, tenemos un salto doble y nuestro roll, que se puede hacer en el aire y se convierte en un dash. Aunque es un repertorio corto, así como el del combate, es suficiente para hacer algunas combinaciones fascinantes. Hay muchas partes en donde la oscuridad obstruye la mayor parte del camino y es necesario ser precisos para pasar por túneles o grietas muy estrechas, así como en entregas como en Hollow Knight o Celeste. Estas secciones fueron de nuestras favoritas por lo mucho que exigieron a nuestros sentidos.

Hubo varias partes en donde vimos algún punto o cima y pensábamos que era imposible llegar con nuestro repertorio actual, pero al intentarlo y hacer algunos movimientos perfectamente sincronizados, nos llevamos la grata sorpresa de que lo logramos. Esto hace que el plataformeo sea sumamente satisfactorio cuando se pone complicado, y añade la cantidad perfecta de reto.

El arte es similar al de Gris, por lo que todo está ilustrado a mano con técnicas de acuarela que le dan muchísima vida y calidez al mundo. Como comentamos, cada capítulo es una estación del año, y la estética de cada una está muy bien diseñada para que sepamos en todo momento en qué parte del año vamos. Cuando es otoño, predominan los tonos rojizos y naranjas, mientras que cuando es invierno, los azules y grises destacan. Es un deleite ver cada bioma y recorrerlo.

El mundo no sólo está para que lo apreciemos, también podemos explorarlo. En cada capítulo hay unas flores y unos pájaros que sirven como los coleccionables de Neva, y siempre se encuentran en lugares muy escondidos o difíciles de alcanzar. No son obligatorios pero les recomendamos cazarlos porque, además de hacer la experiencia más duradera, llevan a que pongamos a prueba nuestra capacidad para movernos y explorar.

Afortunadamente, el juego lleva un registro de lo que hemos recogido en cada capítulo, para así saber cuántos nos faltaron en cada uno. Igualmente, podemos volver a jugar cada uno a nuestra elección, así que si se nos pasó recoger una flor o pájaro al inicio, no es necesario pasar todo el juego otra vez para reintentarlo.

Veredicto

Neva nos parece una mejora de Gris porque logró trasladar todo lo que funcionó del primer título y añadió de forma exitosa nuevos elementos que lo hacen un título un poco más completo y pulido. Que el mensaje sea más profundo o interesante depende más del jugador y su nivel de relación con él, pero podemos decir que el final de este título nos hizo llorar como bebé al que le quitan su chupón.

Desde el inicio, se construye a la perfección la relación de Neva y Alba para que nos encariñemos con ambos, pero principalmente con la loba, a la que vemos crecer, madurar, aprender y volverse más cercana a su dueña. Nomada Studio volvió a hacer un trabajo extraordinario en la narrativa porque, así como Gris, es un juego sin diálogo que, sin decir una sola palabra, expresa lo que muchas entregas son incapaces de hacer con biblias de texto.

A pesar de tener un combate simple, un plataformeo poco innovador y ser una experiencia algo efímera, Neva es un título que nunca olvidaremos gracias a su mensaje, construcción, arte, sonido, personajes y desarrollo. Nos enamoró gracias a lo personal que es y a lo directo que nos habla; es una historia sobre crecimiento, relaciones personales, la preservación de nuestro planeta y los ciclos de la vida, y la manera en que trata cada tema se siente como un abrazo de alguien a quien amamos mucho.

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