VVVVVV es un tributo a tiempos más humildes, una época de transición –entre la década de los 70 y los 80– en que los pixeles apenas alcanzaban a definir la forma de un personaje y la paleta de colores era insuficiente para plasmar cualquier objeto. Pero tal como dimos fe en la reseña de la versión original para PC, es de sabios no juzgar un juego por su estética, y en su lugar valorar su calidad en cuanto a diversión, lo que en este caso resulta en una experiencia de plataformas sumamente adictiva, desafiante, con momentos frenéticos y por supuesto, constantes dosis de nostalgia para los veteranos del entretenimiento del pixel.

Aunque rinde tributo a los grandes de los 8-Bit o a las mejores épocas del Atari 2600, VVVVVV es más una parodia atestada de ingenioso humor y su historia es el perfecto ejemplo, en el que muy al estilo de The Twilight Zone, nos presenta las desventuras de una tripulación interestelar que por azares del destino –así te hacen creer–, es transportada a otra dimensión en donde las leyes de la gravedad son menos un hecho inamovible y más una sugerencia de la naturaleza. Así, frente a la precaria situación, el valeroso capitán debe enfrentar toda clase de peligros con el fin de encontrar a sus subalternos y escapar con vida. A simple vista la premisa luce boba, pero se ajusta perfectamente a la presentación visual, además, no se trata de matarnos con la narrativa, sino con la dificultad de los peligros en escena.

Y vaya que encontrarás trampas ante las que sucumbirás una y otra, y otra vez. Pero créeme, es sólo necesario, pues la repetición es el mejor modo de avanzar y no es del todo un defecto, pues el diseño de niveles es inmaculado al exigirte suma destreza con el control, el cual, por cierto, es preciso en extremo. Con estas virtudes sólo es necesario aprender las complejidades en el uso del protagonista, que en realidad se resume a moverse a izquierda o derecha y apretar un botón, cualquiera, para invertir la gravedad. El primer reto consiste, entonces, en acostumbrarte a las caídas, que a veces serán de abajo hacia arriba; curiosamente, toma poco tiempo pero surge otra nueva complicación: las interminables trampas que demandan aprendas de memoria un patrón de movimientos o adivines qué hacer. En ocasiones es frustrante, pues depende más de tu capacidad para replicar con exactitud una secuencia de movimientos, que destreza con el control al momento, y a menos que seas un auténtico prodigio, serán incontables las veces que debas morir antes de librar un problema.

Afortunadamente, la esencia del juego apuesta por la fluidez, y nunca recurre a la misma idea durante mucho tiempo, pautando una variedad que aún si te desespera por la dificultad, te entretiene con la diversidad del desafío. De hecho, una parte integral del atractivo de VVVVVV es la forma en que te seduce a analizar cada pantalla en que se divide el escenario, pues como todo buen exponente de las plataformas, te motiva a familiarizarte con el entorno, para tras mucha práctica, dominar la mecánica. Claro, la exótica física es la causante del carisma, alterando tu percepción de la misma en dosis constantes, entre cambios de gravedad, teletransportadores en movimiento, trampolines, plataformas que se desintegran o la necesidad de controlar dos personajes a la vez. Cabe decir que todas las ideas del juego son prestadas, pero la conjunción y una magistral ejecución crean la incesante noción de entretenimiento perpetuo.

Una parte fundamental de VVVVVV radica en la libre exploración, que en oposición a los títulos en los que se basa, como Metroid, no impone barreras y la única limitante es tu habilidad o la curiosidad que implica viajar. Fuera de eso, puedes completarlo en el orden que desees y cuando termines la campaña, que dura al menos cuatro horas, considerando que es tu primera vez, tienes opción de jugar otras modalidades, como carrera contra el tiempo, una versión espejo, un reto por acabar el juego con una sola vida u otras variantes que agregan vida a la aventura. Por otro lado, cuentas con 18 niveles creados por usuarios, cada uno con un estilo peculiar, entre los que se cuenta uno hecho por Notch, el reconocido creador de Minecraft.

Es lamentable que a diferencia de la versión de PC, no tengas opción de crear tus propios niveles, pero aún con esa significativa carencia, VVVVVV es uno de los títulos más intensos, divertidos y deliciosamente desesperantes que podrás jugar no sólo en el 3DS, sino en el género de plataformas. Si bien visualmente puede ser arcaico, explota con maestría la estereoscopia, tal vez por la simpleza de sus líneas y los colores brillantes; al final, es un juego entretenido con gran oferta de contenido, que amerita la modesta inversión.