Double Fine Productions regresa para entregar otro fruto del éxito de Kickstarter; en esta ocasión, el estudio abandona un poco la narrativa y se concentra en una experiencia cargada de estrategia. El resultado ―sin duda― es familiar, pero no es tan grande como las entregas del género a las que estamos acostumbrados. Massive Chalice es un título de estrategia por turnos, similar al concepto que popularizó en años recientes Firaxis Games con el lanzamiento de XCOM: Enemy Unknown. Aquí comandarás a un selecto grupo de guerreros que combatirá a una fuerza extraña que amenaza con eliminarte, todo en escenarios de fantasía medieval.

La acción de Massive Chalice se divide en 2 frentes, el primero y principal es dentro de las regiones del mapa y el otro es como soberano de un reino. Dentro de los combates, la acción se desarrolla por turnos; cada una de tus unidades tiene 2 movimientos, es decir, pueden correr y usar una habilidad o utilizar sus 2 acciones para desplazarse largas distancias. Turno por turno seguirás esta estrategia para cubrir la cuadrícula del campo de batalla a fin de encontrar y eliminar a los oponentes.

Tendrás el control de varias generaciones de guerreros

También tienes que encargarte de la administración de tu reino. Según la historia, el enorme cáliz tiene poder suficiente para eliminar la amenaza, pero esa acción toma mucho tiempo; de hecho, siglos. El conflicto principal del juego se narra a lo largo de muchos años, por lo que tendrás el control de varias generaciones de guerreros que se instalarán en territorios, contraerán nupcias, tendrán descendencia y morirán al final de su ciclo.

El concepto generacional es interesante porque te motiva a elegir a las personas adecuadas que representarán a tu reino y sobre todo, que otorgarán cualidades mentales y físicas a sus descendientes. Al inicio del juego recibes una dotación saludable y aleatoria de personajes, que pueden ser hombres y mujeres de distintas clases y con características variadas. Enseguida, instauras un nuevo territorio donde tu misión es elegir al regente más capaz. Aquí entran en juego las características de cada personaje (fuerza, valentía, estupidez, agilidad, infertilidad, gracia, terquedad, etcétera).

El nuevo regente necesita una compañera para reproducirse y generar un nuevo guerrero con el paso de los años. Requieres que la pareja sea compatible y que posean las características más favorables para su clase, a fin de que su descendencia herede dichos atributos. Por ejemplo, no quieres que una familia de guerreros sea conocida por su debilidad y cobardía. En la ecuación también entra la clase de cada personaje y esto es interesante porque si combinas 2 clases distintas obtienes un híbrido. Si un guerrero ―clase conocida dentro del juego como Caberjack― se casa con un Hunter el resultado será un Shadowjack, una fuerte unidad para pelear cuerpo a cuerpo con capacidades de sigilo, propias de los Hunter.

Los escenarios son sumamente repetitivos

El concepto generacional es atractivo, pero se quedó corto en cuanto a importancia en la experiencia de juego. A diferencia de otros títulos, todos los personajes en Massive Chalice viven poco, así que no logras encariñarte con ninguno y sobre todo, no sientes una pérdida estratégica. Al final, tus unidades son simples números, herramientas de combate desechables e irrelevantes. Por otro lado, los escenarios son sumamente repetitivos, así que rápidamente sentirás que no peleas por una causa justa, sino que sólo combates porque así lo dicta el juego.

Además de las fortalezas que instauras en las regiones también puedes construir edificaciones para varios propósitos. Por ejemplo, el Sagewright's Guild permite acelerar el tiempo de investigación de las tecnologías y artefactos, pero requiere un tipo especializado de personaje que ejecute las tareas. Por lo general, las personas que cumplen este rol son las más sabias: los ancianos. Eso nos habla de que los atributos físicos de los personajes cambian con el paso de los años, y mientras algunos se deterioran, otros mejoran.

A pesar de ser un título por turnos y de estrategia, las mecánicas de Massive Chalice son poco profundas. La entrega carece de elementos estratégicos profundos como coberturas de diferentes alturas, posturas y habilidades de emboscada y eso resulta en combates sencillos una vez que dominas los tipos de enemigos. Lo peor del caso es que todas las acciones están ligadas al azar; alguna vez falle 5 veces consecutivas una tirada con una probabilidad de 94% de éxito.

Las mecánicas de Massive Chalice son poco profundas

Uno de los aspectos en los que destaca Massive Chalice es la caracterización de voz; lamentablemente, únicamente hay 2 personajes con esta característica y corresponden al cáliz gigante. Estas actuaciones son de primer nivel, memorables, entretenidas y sumamente atractivas, además de que los diálogos son claros. Este elemento amenizará tu tiempo con Massive Chalice.

Estoy decepcionado de esta entrega que pertenece a un género y formato que pueden otorgar gran reto y profundidad, pero que no lo consiguió y también con Double Fine, un estudio encabezado por figuras legendarias como Tim Schafer. Massive Chalice resultó una entrega de estrategia por turnos sencilla, sin profundidad y, sobre todo, desabrida, aunque la actuación de voz salva algunos fragmentos... claro que eso no es suficiente.