El Nintendo Switch ha tenido muchos relanzamientos en sus 6 años de vida. Algunos han tenido cambios mínimos, como Donkey Kong: Tropical Freeze y Bayonetta 1 y 2, pero otros han agregado contenido de mucho valor, como Super Mario 3D World con Bowser’s Fury. El que mejor lo ha hecho es Kirby’s Return To Dream Land Deluxe, que originalmente salió en 2010 para el Wii, y recién llegó a la consola híbrida para terminar de celebrar los 30 años de Kirby, que vaya que ha estado muy consentido.

Esta versión hace mucho más que sólo mejorar visualmente la entrega original, también perfecciona su rendimiento y agrega elementos tanto al juego base como a otros apartados. Entre estas adiciones están nuevos minijuegos y modos, y cada uno vale mucho la pena.

Este contenido lo hace uno de los mejores ports de Nintendo, pero aún así, ¿es suficiente para hacerlo la versión definitiva? Después de la revolución que fue Forgotten Land para la franquicia, ¿vale la pena jugar un título 2D de Kirby? Ambas preguntas se responden con un sí contundente.

De vuelta a la Tierra de los Sueños (otra vez)

En caso de que no hayas jugado la versión original de Return To Dream Land, te diremos que es uno de los mejores juegos de Kirby, y vaya que ha tenido grandes obras. Lo que lo hace tan genial es su diseño de niveles, aunque lineal, constantemente presenta ideas variadas que mantienen entretenida la experiencia.

Casi todos los títulos de Kirby tienen una especie de gimmick que predomina y se hace presente en varios niveles; en The Crystal Shards es la combinación de habilidades; en Planet Robobot es el uso de mechas, y aquí son las superhabilidades que nos permiten destruir varios elementos a nuestro paso. También están las transformaciones habituales que absorbe nuestro protagonista, como agua, fuego, espadachín y más.

Son 25 en total, y entre ellas hay 2 nuevas: arena y robot. La primera es muy versátil y tiene varios usos, y la segunda está rotísima, pero por eso la amamos. Kirby’s Return To Dream Land es muy sencillo de pasar, pero aún así, hay jefes o enemigos que toma tiempo derrotar. Claro, con este poder es mucho más fácil, pero más divertido.

Hay 7 mundos que van desde los 3 hasta los 5 escenarios, además de los jefes que hay en cada planeta. Al principio, los niveles son muy cortos y sencillos, así que primero sentimos que avanzamos muy rápido, después empiezan a alargarse y la dificultad sube un poquito. Los jefes son los que, en su mayoría, mantienen una complejidad similar, aunque puedes spamear B hasta que mueran.

En cada nivel hay entre 3 y 5 engranajes que debemos encontrar, y son como las monedas gigantes de los New Super Mario Bros., aunque muy mal escondidos. Es fácil encontrar la mayoría a simple vista, sólo hay que tener habilidad para alcanzarlos; otros se consiguen al derrotar a los minijefes. Estos coleccionables pudieron hacer el juego menos lineal, pero bueno, es algo que falla desde la versión original.

Lo mismo, pero muy diferente

Para hacer el juego aún más sencillo está la opción de que Magolor nos asista. En caso de que activemos este modo, el personaje nos rescatará siempre que caigamos por un precipicio. Es totalmente opcional recibir esta ayuda, pero seguro los más pequeños o inexpertos la agradecerán. Cabe mencionar que esta es una implementación de la versión Deluxe, antes no estaba.

Otros cambios respecto al original son la resolución y mejora técnica. El juego es totalmente HD y, aunque el del Wii siempre se vio muy atractivo, las texturas son más claras y apreciamos mejor los fondos. Lo más notable es que ahora corre a 60 fps, algo que ni los otros juegos de Kirby en el Switch lograron. Esto hace que el movimiento, uno de sus puntos fuertes, sea aún más satisfactorio y disfrutable.

Un aspecto en el que supera a sus hermanos del Switch, al original y a todos los títulos de la franquicia son los minijuegos. En la versión del Wii estaban el Dojo Ninja, el Scope Shot, los retos con cada habilidad y la Arena, que básicamente es un boss rush. En la edición Deluxe están esos, varios nuevos y algunos clásicos de la franquicia.

En total son 10, el mayor número que ha tenido una entrega de Kirby. De ellos, 2 son totalmente nuevos (Magolor’s Tome Trackers y Booming Blasters) y otros se habían visto en títulos como Nightmare in Dream Land, The Crystal Shards, Adventure, Super Star y hasta Squeak Squad. Todos son extremadamente divertidos y sirven como el descanso perfecto de la campaña principal. Pasamos horas jugándolos y seguro tú también lo harás.

Que comience la diversión

Podemos probarlos desde la nave de Magolor o en su parque de diversiones, que es otra adición sublime de esta versión. Aquí, al jugar los minijuegos podemos cumplir misiones que otorgan puntos con los que desbloqueamos máscaras para equiparnos. Son muchísimas y representan gran parte de la historia de la franquicia, así que desbloquearlas es un deleite para los fans de Kirby.

Estas misiones fueron una de las partes que más nos gustó completar porque nos dieron muchas motivaciones para probar las diferentes dificultades de los minijuegos y es muy satisfactorio ver cómo se llena la lista de tareas. Eso sí, hay algunas que hasta el mismo juego nos advierte que son muy difíciles, y es verdad, pero son retos que vale mucho la pena intentar.

El único problema con los minijuegos es que, si queremos jugar con otras personas, sólo se puede de manera local. Es una lástima, porque estamos seguros de que jugar en línea sería mucho más atractivo que el mismo Kirby’s Dream Buffet. Sólo hay una actividad que puede hacerse online; es similar a Samurai Kirby, pero es por calificación, no en tiempo real, y sólo se puede hacer una vez al día.

Por último, probablemente la mejor adición es la de El Epílogo de Magolor. Al pasar la campaña por primera vez, además de desbloquear el modo Extra, que es lo mismo pero más difícil, también tenemos disponible esta nueva historia, en donde jugamos con Magolor. Tras los eventos de Return To Dream Land, el mago regresa a su planeta, pero sin poderes, así que debemos reunir energía para volver a la normalidad.

Los niveles son mucho más cortos, y sólo son 4 mundos, pero el modo es muy disfrutable. Magolor es diferente a Kirby, por lo que los escenarios también cambian por completo y presentan ideas nuevas. En muchos juegos de la franquicia, tras acabar la campaña inicial, podemos jugar con otros personajes, pero normalmente es en los escenarios originales, así que apreciamos que hayan hecho algo distinto.

El mago tiene habilidades base que podemos mejorar con energía para que se vuelvan más fuertes y tengan más usos. Además, al recorrer más niveles desbloqueamos nuevos poderes muy divertidos y creativos, y ayudan a abrirnos camino. Cada uno tiene su propia especie de árbol para que desde ahí incrementemos su intensidad.

La energía que necesitamos para subir de nivel cada habilidad está repartida en los escenarios, y también podemos adquirir más con combos. Si acertamos golpes sin interrupciones, creamos cadenas otorgan orbes extra; obviamente, mientras más largas sean, mejor es la recompensa.

Es importante tratar de conseguir el mayor número posible, porque mejorar nuestros poderes es bastante costoso. Casi al final de la minicampaña tenemos muchas habilidades, así que gastamos mucho en subirlas todas de nivel. Este sistema funciona muy bien porque cada mejora es muy notable, y motiva a conseguir orbes y seguir aumentando nuestra fuerza.

Entre eso y que los niveles son concisos pero muy entretenidos, disfrutamos muchísimo de El Epílogo de Magolor. Tiene mucho potencial, incluso para ser su propio juego, así como los minijuegos de Captain Toad en Super Mario 3D World que evolucionaron en su entrega separada. Dudamos de que Nintendo haga lo mismo con este caso porque el personaje es menos popular, pero sería muy interesante.

En conclusión, la mayoría de los defectos de Kirby’s Return To Dream Land Deluxe vienen de la versión original para el Wii. Es cierto que la campaña principal es corta y con poca dificultad, pero seamos realistas, son elementos que no podían corregirse y tampoco nos importan mucho porque siempre hemos jugado estas entregas por lo divertidas que son y por el buen rato que nos hacen pasar.

Fuera de eso, el único defecto mayor que vemos es la falta de multijugador en línea en los minijuegos. De verdad creemos que hay mucho potencial en ese campo, y Nintendo lo desaprovechó. Al tratarse de un remaster, su precio podría ser más bajo, así como la nueva versión de Metroid Prime que cuesta 40 dólares, pero en caso de que nunca hayas jugado el Return To Dream Land original, vale la pena pagar el precio completo.

Si eres fanático de Kirby y de los plataformeros en 2D, Return To Dream Land Deluxe es una compra obligada que te regalará muchas horas de diversión, aunque el reto sea casi nulo. Es un gran ejemplo de cómo Nintendo puede hacer grandes remasterizaciones cuando se lo propone, y también de que, a pesar de que la bola rosada tuvo su transición al 3D hace un año, vale mucho la pena voltear a ver su etapa de 2 dimensiones.

Editorial: Gaming / Facebook / Twitter / YouTube / Instagram / Noticias / Discord / Foros
/ Telegram / WhatsApp