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La última década no fue buena para ser un fanático de Paper Mario. Tanto Sticker Star como Color Splash resultaron ser amargas aventuras que daban la sensación de que ya nadie sabía cómo hacer un Paper Mario como el que los fans querían. Por esto, cuando Paper Mario: The Origami King fue revelado existió un sano escepticismo alrededor del proyecto. Lucía encantador, sí, pero ¿qué hay de todo lo demás?
A tan solo unos meses de su trailer debut, Paper Mario: The Origami King llegó a Nintendo Switch y la recepción ha sido mixta y con buena razón. Si bien se trata de la mejor entrega de la serie en mucho tiempo, hay problemas de diseño que hacen evidentes un problema de identidad, pero nada que sea extremadamente grave.
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El etnocidio del papel plano
Paper Mario: The Origami King nos vuelve a transportar al Reino Champiñón para ponernos en el rol de Mario, el fontanero. En esta ocasión, Mario junto a su hermano Luigi está viajando al castillo de la Princesa Peach pero, como suele pasar al inicio de cada juego, ahí se encuentran con algo catastrófico que transforma un día común en el inicio de una aventura por salvar el reino. Lo que pasó es que poco antes de que llegaran el castillo de Peach y la ciudad de los Toads fueron invadidos por el reino de origami con el objetivo de tomar a todos los habitantes del Reino Champiñón y transformarlos en figuras de papel. Después de fallar al querer convertir a Mario en una figura de origami, Olly, el responsable de estas acciones, decide atrapar el castillo de Peach en 5 cintas y mandar volar a Mario. Nuestro fontanero termina en un lugar lejano, donde descubre que tiene una nueva aliada: Olivia, la hermana de Olly. Juntos emprenden la aventura para desenvolver el castillo y regresar todo a la normalidad.
Con esa sencilla trama, Paper Mario: The Origami King nos lleva a una aventura que no brilla por contarnos sucesos emocionantes. No obstante, sus elementos narrativos sí entregan pizcas de sabor que hacen que la historia de The Origami King sea una que quieras disfrutar de principio a fin. Lo que pasa es que los hechos de este mundo nunca te mantendrán al filo de tu asiento, pero el estupendo guion te mantendrá interesado y con ganas de seguir jugando. Para The Origami King, Paper Mario recuperó el astuto y divertido estilo de sus entregas clásicas para convertirse en un juego en el que vas a leer a gusto todo lo que sus personajes tienen que decir. Sobre esto también hay que destacar el magnífico trabajo de localización que volvió a realizar el equipo de Nintendo of America. Lograron captar la perspicacia de los guiones de Paper Mario para transportarla a nuestro idioma de una forma que se siente neutra y elegante al mismo tiempo que te hace sentir como en casa.
Paper Mario siempre ha destacado por llevarnos a mundos repletos de carismáticos personajes. Con lo que dije en el párrafo anterior queda claro que The Origami King también lo hace, por lo que se trata de una historia en el que tenemos compañeros encantadores con arcos de personaje que van desde lo chistoso hasta lo emotivo, así como personajes secundarios que, sin soltar un montón de palabras, te pueden mostrar mucho de su personalidad o sacarte una carcajada. Tristemente, el diseño de los personajes no va a la par de la personalidad y es que por decisiones que parecen berrinches nuestros acompañantes son enemigos que normalmente vemos en el mundo de Mario o Toads disfrazados. Por supuesto que la substancia del personaje siempre deberá estar sobre su estilo, pero si esto hubiera sido así desde las raíces de los RPG de Mario viviríamos en un mundo sin Boshi; Parakarry; Yoshi Kid o Koops. No me considero profeta, pero los diseños carentes de personalidad tienen todo para cobrar factura y provocar que los buenos personajes de The Origami King se queden en el olvido.
La trama principal también impacta en la manera en la que está construido el mundo y esto cambia tu forma de jugar. Como te platiqué, el objetivo del villano es convertir a todas las figuras de papel en origami, una idea que no sólo suena fascista, también tiene consecuencias enormes que harían sonrojar a cualquier dictador. En tus primeros pasos por el mundo de The Origami King verás que está desolado debido a que los Toads fueron convertidos en figuras de origami o están escondidos para intentar conservar los que les queda de libertad. En tu viaje con Mario y Olivia irás encontrando a estos Toads para permitir que su vida regrese a la normalidad. Así poco a poco irás repoblando el reino, detalle que resulta temáticamente apropiado y te motiva a explorar a cada esquina. Rescatar a cada Toad deja de ser cuestión de llenar una lista de objetivos a cumplir y se convierte en una señal de esperanza en un mundo que la necesita con desesperación.
Al final del día, la historia de Paper Mario: The Origami King cumple con su objetivo. Es un viaje agradable, con momentos emotivos y personajes que se llevarán tu corazón sin la necesidad de tocar temáticas de manera profunda. Sería ideal que Nintendo no hubiera limitado el potencial de sus personajes, pero será otro detalle que pasará a la larga lista de acciones de Nintendo que nunca voy a terminar de entender.
The Origami King más sistemas de combate, menos elementos RPG
El sistema de juego de Paper Mario: The Origami King se divide en 2 partes: la exploración y los sistemas de combate (sí, así en plural). Ambas partes de la experiencia nos muestran una cara muy diferente del juego, pero también conviven para crear una experiencia que, si bien podría trabajar más en su identidad, al final resulta ser un paquete sólido y completo.
El primer apartado del que hablaremos es la exploración, ya que es donde pasarás la mayor parte de tu tiempo de The Origami King. En esta entrega de Paper Mario viajarás con libertad por un mundo que se va abriendo con el paso de la historia. En tu camino te encontrarás con enemigos, un montón de secretos, agujeros que deberás rellenar de confeti e inclusos varios acertijos a resolver.
En este sentido, Paper Mario: The Origami King es un juego de aventura tan competente como encantador. Los escenarios tienen una mezcla apropiada entre exploración, combates y acertijo para que nunca sientas que recibes demasiado de algo y te canses de ello. También destaca que, aunque es una propuesta original, también se da el tiempo de sorprenderte con guiños al pasado de Mario y otras franquicias de Nintendo, ¡incluso por un momento se vuelve un mini Wind Waker!
La exploración es la parte más fuerte del juego y, honestamente, no encuentro ninguna razón por la que pueda molestarle a alguien. El mundo tiene la calidad de diseño suficiente como para mantenerte enganchado e invitarte a explorar cada esquina. En especial porque parece que en cada lugar que visitas hay algo a descubrir y que te va a sorprender con el creativo uso que dan al papel. Es de esos juegos que se disfruta completar al 100%.
El panorama deja de ser tan alentador cuando hablamos sobre los sistemas de combates de Paper Mario: The Origami King. Ninguno de ellos me parece malo; de hecho, todos me agradaron y me divirtieron; sin embargo, es evidente que tienen problemas y que, al estilo de combate principal le faltó un poco más de tiempo en el horno o estar acompañado de características que impulsaran su propuesta.
"En su afán por privar a la serie de toda la influencia de sus raíces RPG, Intelligent Systems y Nintendo entregaron un juego donde el sistema de combate no tiene lugar"
Lo que intentó hacer Intelligent Systems fue combinar el estilo de combate por turnos con elementos de ritmo de Paper Mario con una especie de rompecabezas enfocado en un sistema de 4 aros. Antes de comenzar a atacar a los enemigos tendrás que acomodarlos en una fila o en grupos de 4 para obtener una bonificación de ataque que te permita acabar cada oleada de enemigos en tan solo un turno. También debes elegir el objeto correcto para atacar, ya que ciertos enemigos son invulnerables al martillo o a las botas regulares. La idea es buena y es que en varias de las ocasiones te hace sentir como si estuvieras armando un rompecabezas, pero con un límite de tiempo cortísimo y acciones limitadas. El problema es que no funciona siempre y lo que en todo momento debería sentirse como un astuto acertijo a resolver, en ocasiones termina siendo un problema que a simple vista carece de pies y cabeza, lo que desmotiva a buscar la solución.
El segundo sistema de combate de Intelligent System está en las batallas contra jefes, las cuales reciclan el sistema de 4 aros, pero lo modifica para que deje de ser sobre ordenar a los enemigos y se vuelva de crear un camino para que Mario pueda atacar al enemigo, recuperar vida, activar acciones especiales o conseguir objetos útiles. Aquí el sistema de aros se siente mucho más coherente y pulido, puesto que el desorden nunca reina, aunque la presión del tiempo siempre esté detrás de ti. Además, cada encuentro tiene algo original, desde desafíos adicionales hasta diferentes maneras de atacar al jefe de manera efectiva. Esto sumado a la personalidad de varios de los jefes logran que cada encuentro se sienta especial.
El último sistema de combate de Paper Mario se encuentra en las zonas de exploración y se está basado en la acción. Es decir, aquí tienes que manejar a Mario como lo haces normalmente en el mundo y soltar martillazos a los enormes enemigos de papel maché que te encuentres. Cada uno tiene un punto débil que tendrás que encontrar para poder deshacer la figura. Es un tipo de combate muy sencillo y que nada aporta, pero va bien para las necesidades del mundo de The Origami King.
Un problema de la mayoría de los combates de Paper Mario The Origami King es que participas en ellos por mera obligación y es que no hay nada que te motive a luchar cotra los enemigos. Lo decimos puesto que lo único que obtienes son monedas que sirven para comprar objetos, pero hay tanto dinero en el mundo que nunca sentirás que es necesario luchar.
En su afán por privar a la serie de toda la influencia de sus raíces RPG, Intelligent Systems y Nintendo entregaron un juego donde el sistema de combate no tiene lugar. Hasta parece que sólo existe por intentar complacer a una parte de la audiencia que se sintió incomoda con la dirección que tomó la serie en entregas recientes. Es urgente que se defina la identidad que Paper Mario va a tener y a partir de eso construir la siguiente entrega. Podría ser un juego de aventura, exploración y puzzles fenomenal, pero actualmente está perdido en un purgatorio entre 2 géneros.
Una última queja que tengo es la implementación del sistema de controles por movimiento. Verás, si estás jugando con el Switch en tu televisor con el Pro Controller o los Joy Con en tus manos entonces no hay ningún problema. La cosa se pone complicada cuando decides jugarlo usando el Switch como portátil ya que se vuelve incómodo al ponerte en situaciones donde tienes que sacudir la consola con cierta rudeza para vencer a ciertos enemigos. Claro que no es el fin del mundo, pero un juego first-party de una compañía que pone tanta atención al detalle como Nintendo se debería disfrutar sin este tipo de detalles. Pero bueno, no todo en los controles es malo, ya que funcionan de manera responsiva y en varias ocasiones aprovechan el HD Rumble de forma creativa.
Presentación impecable
Sobre la presentación de Paper Mario: The Origami King no hay mucho de decir y es que es sencillamente impecable. Como ya se ha hecho costumbre con los first-party de Nintendo, es un juego que luce fantástico gracias a una dirección de arte consistente y bien lograda. Todos los elementos de Paper Mario: The Origami King están hechos para parecer sacados de una papelería y eso tiene como resultado un mundo que se siente como una de las maquetas más creativas del mundo.
Por su parte, la banda sonora es efectiva con temas épicos y memorables que no me cansé de escuchar. Me agradó que Intelligent Systems volvió a aplicar ese viejo truco de reciclar el tema de batalla, pero adaptándolo a cada zona, dándole contexto con diferentes instrumentos y estilos. Con esto, la música se siente fresca en todo momento, aunque en los combates estarás escuchando lo mismo una y otra vez.
Por último, en el apartado técnico, Paper Mario: The Origami King corre de manera estable tanto en modo portátil como conectado al televisor. La resolución, por su parte, escala dependiendo del modo en el que lo juegues, algo que, honestamente, no hace sufrir la experiencia de ninguna manera ya que luce excelente.
Paper Mario: The Origami King
Papiroflexia encantadora, pero con problemas de identidad
Paper Mario: The Origami King resultó ser una sorpresa muy grata. El juego está lejos de ser perfecto por lo que estaría mintiendo si dijera que está libre de errores. También sería completamente cínico de mi parte tomar esto como un pretexto para aventarlo a la trituradora para regodearme al verlo hecho pedazos. Y es que, pese a todos sus detallitos, The Origami King es un juego encantador que me tomó por la mano para llevare por un viaje con lugares que quise explorar a profundidad; personajes con los que disfruté platicar y una historia que, si bien está lejos de ofrecer mucho, es agradable. ¿Acaso eso no es lo que buscamos en un videojuego?
Ahora bien, que The Origami King sea una experiencia agradable tampoco debe librarle de críticas. Tiene problemas de diseño que dan la sensación de que Intelligent Systems no estaba seguro de qué tipo de juego quería hacer ya que los elementos de combate y progresión son aceptables, pero no terminan de cuajar. Tal vez llegó el momento de aceptar que Paper Mario dejó de ser un RPG hace mucho tiempo y que simplemente son juegos de aventuras. Esto es algo que debemos hacer los fans, pero también los creativos dentro de Intelligent Systems y Nintendo. The Origami King es un juego repleto de buenas ideas, pero no brillan con todo su potencial. Concentrémonos mejor en unas cuantas y explotémoslas como se debe.
Dicho esto, recomiendo Paper Mario: The Origami King ya que creo que tiene los argumentos para hacerle pasar un buen rato a cualquiera que disfrute juegos con la magia de Nintendo. ¿Es tan bueno como The Thousand Year Door? No, pero ningún Paper Mario volverá a ser como él.
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