El proceso original de desarrollo y publicación de Final Fantasy VII tiene un lugar aparte en la historia de los videojuegos, es más, bien podría abarcar 2 capítulos, uno por la relación entre Nintendo y Squaresoft y otro por lo que supuso como un punto de cambio en la franquicia que fue capaz de marcar un antes y un después. Hoy, tras 22 años, aquel RPG planeado en un inicio para las plataformas de Nintendo que optó por cambiar de rumbo y aprovechar las posibilidades que la incipiente propuesta de consola de Sony presentaba, por fin está disponible en una consola de la casa de Super Mario Bros. y, aunque no se trata de aquella versión original, en términos estrictos, es capaz de recordarnos por qué Final Fantasy VII es uno de los mejores juegos de todos los tiempos.

La historia que no fue en Nintendo

Precedido por el —considerado por muchos— momento cumbre de la franquicia en 2D, Final Fantasy VI, Final Fantasy VII comenzó su desarrollo teniendo en mente los planes que Nintendo ejecutara a mediados de la década de los 90, ya sea que incluyeran una iteración del Super Nintendo o un nuevo hardware del que poco se sabía. La apuesta era clara, dar el siguiente paso en términos técnicos y seguir la línea que las tendencias dictaban en ese momento: presentar experiencias 3D a los jugadores. Nintendo tomó su decisión en cuanto a hardware y los esfuerzos de Squaresoft en torno a Final Fantasy VII dieron de sí, por lo que la compañía japonesa jugó una carta muy importante y decidió inclinarse hacia la oferta de Sony con PlayStation, misma que, a final de cuentas, permitió que el equipo plasmara todo lo que se había pensado.

Después de 22 años del lanzamiento de Final Fantasy VII en PlayStation, hecho que significó una importante ruptura entre Nintendo y Squaresoft, la exitosa Switch recibe al legendario RPG en una adaptación de un lanzamiento que vio la luz hace unos años en PlayStation 4 y PC. Por fin, el título llegó a una consola de Nintendo, quizá no la que se esperaba, pero sí en una que permite disfrutar aquellos elementos y detalles que cautivaron a una generación de jugadores.

Una adaptación que te acerca lo más que se puede a la experiencia original

Dado que prácticamente todo se ha dicho sobre Final Fantasy VII y durante 2 décadas ha sido analizado en su mínimo detalle, considero pertinente exponer los elementos más importantes del título y la manera en que se despliegan en la consola híbrida de Nintendo, señalando si cumplen o quedan a deber.

Si es la primera vez que juegas el título, no está de más contarte la esencia de su historia. Los hechos de Final Fantasy VII ocurren en un mundo que ha pasado por una revolución tecnológica en materia de explotación de recursos naturales —Mako, fuente de energía del planeta—, pero todo esto ha sucedido bajo el control hegemónico de la compañía Shinra, quien ha dejado todo tipo de rastro, perjudicial y letal, tras ejecutar sus proyectos, exitosos y fallidos. Las condiciones adversas que enfrenta este mundo, donde las desigualdades se han incrementado, generaron movimientos antisistémicos que buscan acabar con Shinra y salvar al planeta, así sea mediante actos de sabotaje y terrorismo.

Uno de estos es AVALANCHE, grupo liderado por Barret Wallace que recluta a Cloud Strife, un antiguo miembro de SOLDIER, brazo armado de Shinra, dedicado a ser mercenario. Precisamente, la aventura del juego iniciará con un atentado perpetrado por AVALANCHE en contra de uno de los reactores de Mako construidos en Midgar. A partir de ahí, no habrá vuelta atrás y tu aventura te llevará por todo un mundo dividido en continentes donde te esperan horas y horas de combates y aventura.

Un gusto volver a verte Final Fantasy VII, nos estamos haciendo viejos

Aunque no soy un jugador asiduo a los RPG, en su momento tuve la oportunidad de disfrutar Final Fantasy VII y hace 20 años quedé sorprendido por el despliegue visual de aquella versión original con fondos prerrenderizados en los que personajes de estética deformed actuaban, platicaban, combatían y sufrían. Hoy, después de ese tiempo, la experiencia de Final Fantasy VII en Switch me dejó satisfecho, aunque reconociendo que no hay mucho que se pueda hacer si el objetivo es trasladar la experiencia original a esta época haciendo los ajustes mínimos para que se vea bien.

Aunque el despliegue en el modo dock de la consola híbrida hace más evidente el paso de los años, el modo portátil es el encargado de hacer justicia a esta versión. Sí, después de todo este tiempo el ver esos fondos, en esos momentos detallados, y el diseño de los personajes puede parecer raro para quienes recuerdan la entrega original y más para quienes vivirán la aventura por vez primera, sin embargo, no es algo que arruine la experiencia de juego.

Precisamente, el apartado visual de Final Fantasy VII para Switch puede considerarse desde 2 perspectivas, la de la historia y las batallas y la de las secuencias de video. En cuanto a la primera, el port cumple con lo necesario para ser una experiencia disfrutable, pese a que hoy podrían considerarse estos escenarios como vacíos o carentes de vida, lo cierto es que la atención al detalle y las particularidades de cada lugar están ahí. Ya sea que te muevas por Midgar, Junon, Nibelheim, Costa del Sol, Gold Saucer o Wutai, la esencia de cada ciudad está ahí, reflejando las condiciones específicas del lugar y la importancia que tienen en el desarrollo de la historia. Algunos lugares mostrarán los excesos motivados por el desarrollo en manos de Shinra, mientras que otros expondrán el drama que viven tras ser sectores olvidados o explotados por la compañía.

En cuanto a las batallas, Final Fantasy VII para Switch sale bien librado, pues los retoques necesarios para la realización de este port son capaces de desplegar la acción original de forma que sea agradable para la vista y funcional para la experiencia de juego. Por obvias razones, estos personajes, enemigos y criaturas invocadas mantienen su estructura poligonal y en plena época del 4K, habrá quien tenga que hacer un esfuerzo para encontrar la forma de algunos de ellos, sin embargo, no es nada que afecte a una adaptración que es sincero en sus orígenes.

De la misma forma en que Final Fantasy VII para Switch hace bien las cosas en cuanto a escenarios y despliegue en batallas, no se puede decir lo mismo en materia de secuencias de video, pues aquí no hubo ningún tipo de mejora o intención de adecuar el material. Para quienes jugamos la entrega original, esto es irrelevante, pero la moneda estará en el aire para quienes se acerquen al título por primera vez. En todo caso, el despliegue es el mismo en modo dock y portátil de la consola híbrida, así que no esperes mucho en ese apartado.

La música de Nobuo Uematsu y su talento para resaltar el mínimo detalle

Tal como en su entrega original, la banda sonora de Final Fantasy VII se destaca por sí misma y la obra de Nobuo Uematsu está presente en cada momento. Algo que se debe agradecer al compositor es su gran talento para darle vida a cada situación, incluso a aquellas que a simple vista parecen irrelevantes, como la exploración o en secciones donde no hay otra que hacer más que avanzar. Sin embargo, los momentos importantes lucen en grande acompañados de sus respectivos temas musicales, los cuales resaltan las emociones que los personajes experimentan en situaciones específicas, como el drama que viven los habitantes de las zonas devastadas por el paso de Shinra y las historias desgarradoras que azotan el pasado y el presente de Barret, Cloud, Tifa, Aeris y el mismo Sephiroth, aquel ángel de una sola ala que exteriorizó el infierno que había en su interior.

Cabe mencionar que uno de los puntos negativos del RPG se presenta en este apartado a causa de un bug que también estuvo presente en las versiones anteriores, el cual reinicia el tema del mapa, algo que encontrará solución con una actualización.

Una propuesta simplificada para las nuevas generaciones

Esta adaptación de Final Fantasy VII respeta la estructura de juego original. En términos generales, tienes un RPG con esquemas de batallas por turnos en los que entran en juego factores diversos como el uso y combinación de hechizos, armas, equipo e ítems. Asimismo, tienes un mundo a disposición con actividades diversas y situaciones que requerirán tus habilidades en otros rubros, pues habrá misiones que tendrán que cumplirse en secuencias de escape, carreras de Chocobos y juegos de habilidad y resistencia. Después de todo, Final Fantasy VII tiene una gran cantidad de contenido y es decisión de cada jugador seguir la línea principal de la historia o perderse por los variados caminos alternos que te llevarán a conocer nuevos lugares y personajes.

Dicho esto, la versión de Switch, tal como sus iguales en PS4 y PC, cuenta con algunas implementaciones que permiten hacer más llevadera y sencilla la experiencia. En cuanto inicies la sesión, el sistema te informará que hay 3 opciones que puedes usar en todo momento, la primera de ellas se activa con el stick izquierdo y aumenta la velocidad en X3, salvo en algunas secuencias de video y momentos de la narrativa. Esto permite acelerar el desarrollo de la historia, hace más corto el traslado hacia los lugares y da rapidez a las batallas. Obviamente, esto puede ser usado para hacer "grinding" y subir de nivel más rápido a los personajes, después de todo, sabemos que hacer esto es muy importante en cualquier RPG tradicional para enfrentar de mejor manera a los enemigos y desarrollar rápidamente las habilidades de los protagonistas.

Por otra parte, al presionar los 2 sticks, podrás evitar las batallas que se generan de forma aleatoria en el mapa y en zonas específicas. Esta opción, quiero pensar, está implementada para los jugadores con experiencia y quienes ya terminaron el juego en alguna ocasión; no así para quienes se adentrarán en la aventura por primera vez pues es claro que no llegarán a ningún lado sin alcanzar el nivel adecuado y para hacer eso, no hay otra opción más que pelear.

Una de las opciones rompe el juego, pero queda a discreción del jugador su uso

Finalmente, quizá la opción más polémica de la adaptación de Final Fantasy VII tiene lugar al presionar el stick izquierdo durante una batalla ya que, al hacer esto, de forma inmediata se regenerarán todas las barras que tengas, puntos de vida, puntos de magia y nivel de Limit Break, aunque no servirá para quitar hechizos, envenenamientos y demás ataques que tengan consecuencias permanentes en los personajes. Sí, es evidente que esto rompe el juego y convierte la experiencia de batalla en sesiones repetitivas en las que solo bastará con presionar "A" una y otra vez, cambiar de un limit break a una invocación, y esperar a que el enemigo sucumba. Como las anteriores opciones, es algo no obligatorio y queda a discreción del jugador su uso, aunque no se puede negar que la tentación es mucha y hay combates en los que no querrás perder tiempo y preferirás superarlos lo más pronto posible.

Como sabes si conoces la serie, Final Fantasy VII mantiene los elementos esenciales del sistema de batalla de un RPG tradicional y parte importante de su esencia es el desarrollo de cada personaje de acuerdo con sus habilidades y el potencial que tenga en áreas específicas. Al mismo tiempo, la combinación de las armas, armaduras y equipo con las materias que vayamos encontrando conforme avancemos nos ayudarán a conocer las fortalezas y debilidades de cada personaje para preparar la estrategia adecuada y analizar las condiciones del enemigo y la batalla. Esto es una experiencia en sí misma y vale mucho la pena porque se disfruta de gran manera, sin embargo, es decisión de cada quien y lo importante es que existen opciones que abarcan a públicos diferentes.

Más allá del debate que esta opción puede generar, se debe tomar en cuenta que su presencia obedece a la necesidad de llamar la atención de un nuevo público o de facilitar las cosas para aquel jugador de la vieja escuela que ya no tiene tiempo disponible para pasar decenas de horas en Final Fantasy VII. En todo caso, son decisiones que obedecen a planeaciones de mercadotecnia y aunque el juego es un hito en la industria, suficiente para tener una muy buena recepción entre el público, Square Enix trata de darle un mayor impulso añadiendo estas opciones y dejando que cada jugador decida cómo quiere vivir la experiencia en uno de los mejores juegos de la historia.

Por último, la experiencia de juego en Final Fantasy VII para Switch puede verse entorpecida por los controles Joy-Con en cuanto a su tamaño y el de sus botones. Al tratarse de una adaptación, no hay mayores cambios en materia de control, aunque existe la opción de usar el stick para mover a los personajes pero, como puede esperarse, estos se mueven de acuerdo con los movimientos de un pad direccional, por lo que se pueden presentar dificultades en ese rubro. Asimismo, al usar los botones direccionales, el tamaño y posición se sienten extraños, aunque nada que no pueda resolverse con la experiencia de juego.

Conclusión

Final Fantasy VII, en su versión de Switch, presenta una adaptación bien lograda y trasladada de manera adecuada a la consola híbrida. Por el simple hecho de ofrecer la experiencia original con algunos ajustes en materia visual, el título sale bien parado y vale todo el tiempo que le dediques; después de todo, Square Enix nos está entregando un relanzamiento de uno de los mejores juegos de todos los tiempos y si alcanzó esa categoría es porque su propuesta, mecánicas y diseño se ganaron la trascendencia. Sí, las opciones implementadas para tratar de captar a nuevas generaciones pueden ser debatibles, pero existe la libertad de hacer las cosas al estilo tradicional o apoyarse un poco o mucho, según se quiera.