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Cuando circulaban los rumores de que habría un crossover entre Mario y los Rabbids de Ubisoft era difícil de creer. En E3 todos los reflectores se posaron sobre la conferencia de Ubisoft cuando Shigeru Miyamoto en persona presentaba de manera oficial este proyecto mientras el director creativo del mismo, Davide Soliani, lloraba de emoción.
No es un juego del género party, tampoco es un clásico de plataformas de Mario. Para hacer las cosas más extrañas, Mario + Rabbids Kingdom Battle es un RPG táctico en el que pocas cosas tienen sentido, pero podemos decir —sin temor a equivocarnos— que es una de las sorpresas más inesperadas del año y una gran exclusiva que impulsará las ventas del Nintendo Switch.
Mario, sus amigos, y sus extraños usurpadores aliados
La historia es simple y la justificación para que los Rabbids invadan el Reino Champiñón es tan extraña como ver a uno de estos bizarros conejos con peluca de Peach tomándose selfies. A pesar de la simpleza, esta curiosa mezcla nos entrega un mundo mucho más rico de lo que hubiéramos pensado cuando el crossover fue anunciado.
Es de aplaudirse el trabajo de Ubisoft Paris y Ubisoft Milan para lograr una combinación que respeta los coloridos mundos que Nintendo ha cuidado con el paso de los años. Sabemos que a muchas personas el humor de los Rabbids no les agrada, sobre todo porque es muy parecido al de los Minions de Mi Villano Favorito, pero he de confesar que, aunque soy del grupo de individuos que no está muy de acuerdo con esas bromas simplonas, solté varias carcajadas al ver la manera en que los Rabbids parodiaron el universo Mario.
El juego luce sumamente bien en el Nintendo Switch, recordándonos que no se necesita la consola más poderosa para crear un título irresistiblemente atractivo. Mario + Rabbids Kingdom Battle corre con el motor Snowdrop de Ubisoft entregándonos praderas, paisajes nevados, selvas, pasillos tenebrosos y los clásicos escenarios de lava brillando en todo su esplendor en la pantalla de Switch; se nos presenta a 720p en el modo portátil y 900p en el modo TV a 30 cuadros por segundo en ambos casos.
No podemos decir que el juego es perfecto a nivel técnico, pues además de mostrar caídas en el índice de cuadros por segundo, hay veces en las que llega a sufrir tanto, que se congela la acción durante un segundo.
Por todo lo demás, debemos reconocer el gran trabajo de Ubisoft al mezclar de forma adecuada sus cómicos personajes con el universo más emblemático de Nintendo. La dirección de arte es sorprendentemente buena, el diseño de personajes también, todo ello resalta aún más con una muy buena banda sonora de Grant Kirkhope, a quien recordarán por algunas de las obras más emblemáticas de Rare en el Nintendo 64. Tomando en consideración lo anterior, la música de Mario + Rabbids Kingdom Battle te hará recordar esos viejos tiempos que bien encajan con el concepto del juego.
Su combate es mucho más que “mi primer SRPG”
Porque la jugabilidad es el elemento más importante en un videojuego de la naturaleza del que hoy reseñamos, podemos señalar que Mario + Rabbids Kingdom Battle no decepciona.
Estamos ante un RPG de estrategia que, cuando lo anunciaron, temíamos que no tuviera suficientes elementos para sobresalir en el género; nos preocupaba que fuera una propuesta casual casi del calibre “mi primer SRPG”.
Con el paso de las horas, el descubrimiento de los distintos aliados, rivales, tipos de misión y todas las variantes que se mezclan en el sistema de combate me hicieron sentir tranquilo y emocionado. Después de un rato me encontré con un juego que ofrece una curva de dificultad adecuada, desafíos divertidos y mucho espacio para la creatividad en cada uno de los combates en los que se pueden ejecutar combinaciones de movimientos sorprendentes.
Mario + Rabbids Kingdom Battle no es muy distinto a otros títulos del género en los que mueves a tus personajes por turnos sobre una cuadrícula. Es importante atacar, pero también quedar en buena posición defensiva; debes aprovechar el desnivel en los escenarios y diversos de sus elementos interactivos como cajas explosivas. También debes analizar al máximo el potencial de cada una de tus unidades para que al momento de pasar al rival el control hayas causado la mayor cantidad de daño y quedado lo más resguardado posible.
Entre las características especiales de este RPG de Mario y los Rabbids tenemos que durante todos los turnos puedes disparar tu arma primaria o secundaria, pero además en la misma jugada es posible usar una habilidad especial, hacer un salto de equipo apoyado de un aliado para recorrer más terreno y además de ello un golpe directo a cualquier rival en tu camino —conocido como “acelerón”—. Esas son las 4 acciones básicas cada turno que se multiplican por tus 3 unidades en combate.
Algo que ayuda a que los efrentamientos sean interesantes y divertidos es que no hay orden para ejecutar los diferentes movimientos disponibles en cada turno. Si tú quieres puedes atacar antes o después de moverte y eso mismo aplicarlo a las distintas unidades disponibles, por lo que hay muchísimas posibilidades de combinación de movimientos y por consecuencia se mantiene la frescura en cada batalla.
Las mismas ventajas que tú tienes muchas veces también están presentes entre el arsenal de los rivales, por lo que saltos de equipo y acelerones podrán hacer que un grupo de alocados rabbids enemigos lleguen a flanquearte antes de lo esperado.
Otro elemento que se agrega a la ecuación de la variedad en los combates es el buen diseño de los escenarios. De ellos lo que más me agradó fueron las tuberías, pues al brindar atajos para llegar a cualquier lado se vuelven fundamentales para la estrategia y hacen que las partidas sean mucho más frenéticas que en otros juegos del género.
No podemos dejar de mencionar que los escenarios están llenos de desniveles, puentes, coberturas de diferentes resistencias y algunas de ellas explosivas. Por ello fue muy útil que además de la cámara de combate tuviéramos otra vista para recorrer el escenario entero y observar todos sus detalles, ya sea antes de iniciar un combate o en el momento que lo necesites.
Finalmente conviene señalar que las misiones se dividen de acuerdo con la siguiente clasificación:
Ataque: tendrás que acabar con todos los enemigos que aparecen en un escenario.
Defensa: el objetivo es acabar con cierto número de enemigos pues los rivales siguen apareciendo conforme pasan los turnos.
Persecución o escolta: sin importar cuántos rivales derribes deberás llevar a cualquier miembro de tu equipo o a un personaje concreto a una zona del mapa.
Batalla contra jefe: en los 4 mundos de la campaña tenemos un minijefe y un jefe final, cada uno de ellos presenta sus propias mecánicas con fortalezas y debilidades que tendrás que descubrir sobre la marcha.
La combinación de dichos elementos hace que Mario + Rabbids Kingdom Battle sea una propuesta profunda y que esté en el mismo nivel de complejidad que los juegos más respetados del género.
Personajes, habilidades y armas
La manera como funcionan los personajes, sus armas y habilidades especiales es el perfecto complemento al sistema de combate que nos permite hoy recomendar el juego como una experiencia agradable.
A tu disposición hay 8 personajes, cada uno de ellos tiene su propio set de habilidades. Puedes llevar a tres de ellos con la combinación que desees, aunque con la consigna de que Mario es el líder y no puede ser suplido.
Echando un vistazo al árbol de habilidades de cada una de las unidades podemos notar diferencias sustanciales, las cuales hacen que cada personaje te dé motivos para que lo elijas. Desde el tipo de armas que llevan, hasta ventajas únicas que se prestan para armar diversas estrategias. Basta señalar que, como en todos los juegos del género, hay quienes se enfocan en la curación, la defensa, el ataque próximo, el ataque a distancia, etcétera.
La progresión del equipo no se da al ganar puntos de experiencia y subir de nivel al estilo clásico. En lugar de ello, al terminar cada mundo todos suben de nivel y además de ello puedes incrementar las capacidades de ataque de los personajes adquiriendo nuevas armas y gastando puntos de habilidad que encuentras tras los combates o en cofres. Cada miembro de tu party tiene un árbol de mejoras en el que gastas los puntos según te convenga, siempre potenciando los talentos que más se adapten a tu estilo.
Es muy raro ver a Mario y sus amigos disparando, pero son precisamente las armas otro de los logros del juego. Según las capacidades de cada personaje tenemos, entre las armas primaras, pistolas con distintos alcances y algo muy similar a escopetas con poco alcance pero daño a una zona completa. Entre las armas secundarias hay martillos con fuertes impactos de zona, granadas o lanzamisiles útiles para superar barreras y bombas vehículo que no pararán hasta alcanzar su objetivo o ser explotadas por fuego rival. Algo muy interesante es que hay daño a los aliados por lo que armas potentes con efectos explosivos deben mantenerse alejadas de las zonas donde están tus unidades si no quieres matarlas por accidente.
Todas las armas tienen, además, la posibilidad de infligir golpes críticos y con ellos aplicar efectos a quienes impactan como quemar, congelar impidiendo el uso de habilidades especiales, manchar de tinta impidiendo el uso de ataques, atrapar con miel impidiendo movimientos el siguiente turno, rebotar pudiendo salir del escenario para aplicar más daños, entre muchos otros.
Una vez que ha quedado claro que hay muchas opciones para tu equipo, debemos decir que lo mismo sucede con los rivales: hay sanadores, enemigos que hacen salto de equipo, gigantones que caminan automáticamente a su agresor para golpearlo, enemigos con escudo que tienen que ser flanqueados, fantasmas que se teletransportan, entre otros.
No decepcionó la manera en que el juego va presentando nuevas opciones de ataque con las unidades que se van sumando a tus filas mientras los ejércitos rivales también se van llenando de variedad.
Exploración y contenidos adicionales
Cuando no estás combatiendo, estarás explorando los 4 mundos del Reino Champiñón invadido por los rabbid. La transición entre la exploración y las batallas es orgánica, de manera que el mismo escenario por el que caminas es donde se desencadenan las batallas por turnos.
Cada mundo incluye 10 niveles, cada uno de ellos pueden incluir una o varias batallas, caso en el que lo más recomendable es rotar unidades para dejar descansar a los heridos.
Durante la exploración encontrarás algunos rompecabezas que tienes que resolver para progresar, además de las clásicas persecuciones de monedas rojas o azules contrarreloj que son completamente opcionales.
Explorar cada rincón te llevará a encontrar cofres que pueden contener desde elementos útiles para la batalla, como planos de armas o puntos de habilidad, hasta coleccionables como modelos 3D de personajes, cartas de tarot y la banda sonora que puedes disfrutar desde un museo cerca del castillo de Peach.
Una vez que has completado un mundo éste estará disponible para ser jugado de nuevo en el nivel que elijas. Según tu desempeño obtendrás una calificación, pero si quieres puedes volver a aquellos lugares donde te quedaste con notas bajas para recuperar la parte del botín que te faltó.
Al regresar a un mundo que ya recorriste encontrarás también 10 retos adicionales los cuales reutilizan los escenarios de la campaña, pero ofrecen partidas con objetivos muy específicos y distintos que al ser superados te ofrecen un poco más de dinero y puntos de habilidad. Es muy posible que cerca de la mitad del tercer mundo te atores ante la dificultad y lo mejor sea regresar a superar retos o mejorar calificaciones de los niveles para obtener más dinero para comprar armas o puntos para mejorar tus árboles de habilidad.
También durante la exploración te encontrarás con que Bee-Po, tu asistente robótico, tiene habilidades contextuales como mover bloques, romper barreras o cargar estatuas; este tipo de acciones que se desbloquean cada que pasas un mundo serán la clave para acceder a lugares de cada escenario, en los que esconden los tesoros más valiosos, así que deberás hacer un poco de backtracking. De igual forma, cada mundo incluye un nivel especial que se descubre con este tipo de habilidades contextuales de Bee-Po.
Lo que falló en este curioso RPG
Además de las pequeñas fallas técnicas que describimos cuando hablamos de la presentación, Mario + Rabbids tiene algunos problemas de diseño del gameplay.
El primero tiene que ver con la progresión. Si no regresas a jugar niveles superados y únicamente decides progresar en la campaña de forma lineal te toparás con el problema de que las armas son muy caras para el ritmo de ganancias; debido a ello tardarás mucho en experimentar la mayoría de las que se encuentran en la tienda y dejarás débiles a algunos de tus personajes durante demasado tiempo.
El segundo problema va atado al anterior y es que la rejugabilidad de Mario + Rabbids Kingdom Battle deja mucho que desear. Volver a jugar niveles para obtener monedas puede ser tedioso por el hecho de que con tu equipo muy superior al balance será ridículamente sencillo superarlos, así que en esos casos el reto y la diversión están prácticamente ausentes. En el caso de los retos adicionales pude ser similar, si los vas haciendo a la par de la campaña pueden sentirse muy complicados y si vuelves a intentarlos luego de un buen rato de avanzar te parecerán excesivamente sencillos.
Otro problema tiene que ver con el control durante los momentos de exploración; varias veces llegué a sentirlo sumamente impreciso, sobre todo en los minijuegos para conseguir monedas contrarreloj.
Finalmente otra oportunidad desperdiciada es el multijugador local. El juego ofrece una serie de misiones cooperativas para compartir los Joy-Con, aunque son prácticamente lo mismo que si pasaras el control en una partida normal; la única diferencia que tienen es que cada jugador controla a 2 personajes para un total de 4 aliados —en las misiones convencionales son 3—. Me hubiera gustado algún modo de enfrentamiento; si era mucho para Nintendo ver a Mario y Peach disparándose, quizá probar con ejércitos de Rabbids malvados en batallas locales o en línea hubiera sido un extra mucho más jugoso y con el que hubieran aumentado el valor del producto.
¿Veredicto? Una sorpresa agradable e inesperada
Las 20 horas de campaña de Mario + Rabbids Kingdom Battle fueron mucho mejores de lo que esperaba, visualmente el juego es atractivo y la mezcla de ambos universos está bien lograda. Del lado de la jugabilidad es un RPG de estrategia por turnos dinámico, frenético y con buenos retos en los que más de una vez tendrás que reintentar la misión ante el desafío.
Así, este paquete resulta engañoso por su portada, pues si bien no pierde el toque familiar y accesible del resto de productos de Nintendo, también nos presenta una aventura disfrutable para cualquier veterano y amante de los juegos de estrategia. Las reglas que resultan de la combinación de los diferentes personajes, enemigos, gran diseño de arenas de combate, variedad de armas y sus efectos nos dejan ante una propuesta recomendable, con campaña disfrutable y adictiva.
Bien por Nintendo y Ubisoft, pues aunque parezca muy extraño ver a Mario y sus amigos disparando a desquiciados Rabbids, fue mucho mejor crear este fresco RPG a que hubieran tomado la salida fácil con esta alianza al presentarnos un juego party o cualquier otra experiencia casual. Lo cierto es que con la llegada de este título se fortalece más el catálogo de Nintendo Switch, que de por sí comenzó muy sólido y parece que cerrará el año aún mejor.
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