Para nadie es secreto que Bungie vive una crisis sin precedentes y que la flamante adquisición de Sony se está cayendo a pedazos. Un reporte ha encendido las alarmas pues da cuenta de que la situación que priva en el interior de la compañía de Destiny no es nada favorable y en este momento su presente y futuro se debaten en una disputa con la empresa japonesa.
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Bungie trata de evitar que Sony tome el control de la compañía tras malos resultados
Hoy, la periodista de IGN Rebekah Valentine publicó detalles sobre la crisis que se vive en Bungie a partir de una serie de testimonios de trabajadores que optaron por el anonimato. Para comenzar, se reveló que, en este momento, el liderazgo de Bungie y el liderazgo de la división de videojuegos de Sony se encuentran en tensión máxima pues los malos resultados financieros de Destiny 2 han llevado a la compañía japonesa a considerar una disolución de la dirección actual de Bungie para poner fin al ejercicio compartido del poder y que la compañía quede bajo órdenes de PlayStation Studios, división liderada por Hermen Hulst.
Por si no lo sabes, y tal como sucedió en su momento con Activision Blizzard, Bungie ha luchado por mantener su autonomía pese a ser propiedad de compañías más grandes. Si bien no hay detalles sobre el acuerdo de compra por parte de Sony, se entendió desde el principio que la relación seguiría por ese camino, con Bungie teniendo independencia y reportando directamente a la empresa de PlayStation.
Lamentablemente, la caída dramática que ha tenido Destiny 2, que llevó a un derrumbe financiero, han generado preocupación en Sony y, de acuerdo con las fuentes, la compañía se ha planteado un cambio de timón importante para cambiar todo.
Bungie está sacrificando a sus trabajadores en medio de la disputa con Sony
Sin embargo, el liderazgo de Bungie con personajes como Jason Jones, Luis Villegas y Pete Parsons como director general, estarían haciendo todo lo posible para evitar que Sony tome el control, así sea con decisiones que van en contra de su propia fuerza laboral.
Al respecto, trabajadores de Bungie aseguraron que la ola reciente de despidos obedece a la necesidad de la compañía de mejorar las finanzas a fin de cumplir con las cifras y mantener a Sony a raya, pero en reuniones se le ha informado a los empleados que es un recurso de emergencia que se podría utilizar en más ocasiones. Esto ha llevado a un clima de incertidumbre y decepción pues los desarrolladores no saben si tendrán o no su fuente de ingresos.
A la par, Bungie recortó los programas de estímulos, puso en suspensión los esquemas de contratación y en cuestión de semanas ha derrumbado la estructura de bienestar para sus trabajadores que incluía actividades recreativas, presupuestos para viajes laborales, bonificaciones de Navidad y demás. Mientras tanto, empleados de Bungie reportan que los líderes se han comportado de forma seria y hostil contra el personal.
Bungie está derrumbando toda estructura favorable para sus propios empleados
Por otra parte, los trabajadores entrevistados señalaron que las decisiones de Bungie no solo tienen como objetivo evitar que Sony tome el control, sino modificar la estructura y formas laborales que siempre han sido en pro del personal. En ese sentido, se revela que la ola de despidos que le costó el empleo a más de 100 trabajadores incluía personajes carismáticos, con arrastre dentro de la compañía y con planes de acción y lucha en favor de tener mejores condiciones. Luego, se menciona que Bungie tiene como prioridad la transición hacia un esquema de subcontratación y la primera área en sufrir los efectos será Control de Calidad (Q&A) cuyos trabajadores, según las declaraciones de las fuentes, ya son tratados de forma hostil, son aislados y considerados "no desarrolladores".
De esta forma, los trabajadores de Bungie se encuentran con un gran peso sobre sus hombros pues todo indica que el liderazgo de la empresa se jugará todo o nada con la expansión Destiny 2: The Final Shape tratando de evitar que Sony tome el mando, así sea arruinando a sus propios trabajadores pues, como se comparte en una declaración, cuando los trabajadores cuestionaron a los directivos si se reducirían su gran sueldo a fin de apoyar, respondieron: "no somos ese tipo de compañía".
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