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A pesar de su relativa novedad, los sistemas basados en blockchain han demostrado ser una de las innovaciones más significativas de la tecnología moderna, presentando nuevos enfoques de confianza e intercambio en los que los participantes traspasan valor directamente entre sí sin necesidad de intermediarios.
La industria del gaming es sólo una de las muchas que están empezando a reconocer el potencial transformador de esta tecnología. En el último año, ha surgido una avalancha de ambiciosas iniciativas que pretenden introducir nuevos puntos y enfoques en el gaming a través del uso de blockchain.
Cradles: Origin of Species se ha consolidado como un atrevido proyecto que intenta algo nunca antes probado en la historia de los juegos: forjar un mundo virtual que aumenta la entropía y en el que el tiempo afecta perpetuamente a los personajes y a todos sus elementos.
Innovación en la industria del gaming
La búsqueda por parte de la industria del videojuego de una versión virtual del mundo realista y creíble ya ha dado lugar a varios logros. Hoy en día, los videojuegos se desarrollan habitualmente en vastos mundos abiertos en línea, mientras que los entornos de tipo metaverso atraen a cientos de miles de jugadores de todo el mundo, que se conectan diariamente para protagonizar sus vidas virtuales en un reino digital que persiste incluso cuando se desconectan.
Estos logros siguen tomando forma, en gran parte gracias a otras tecnologías emergentes en el campo de la realidad extendida: la realidad aumentada y la realidad virtual, que se centran en la mejora de las percepciones sensoriales en entornos digitales. Básicamente, se trata de hacer que las interacciones en el reino virtual se sientan lo más cerca posible de la realidad física en términos de vista, sonido, tacto e incluso olor.
Pero sigue faltando un ingrediente clave en la búsqueda del realismo en los mundos virtuales: el aumento de la entropía.
La entropía: un santo grial desapercibido de la realidad virtual
En un resumen muy sencillo de lo que es la entropía, podemos decir que es una función fundamental del estado de la materia. En la vida real, ningún estado permanece igual. El orden es un estado que debe mantenerse continuamente. Nuestros cuerpos deben ser alimentados y mantenerse sanos o se desintegrarán. Los artefactos se desgastan. Incluso nuestro entorno se estropea si no se mantiene en funcionamiento.
La entropía es la fuerza imparable que define nuestra vida tal y como la conocemos, basándose en la regla absoluta que dice que siempre aumenta, dándonos sentido a nuestra comprensión del tiempo y su trayectoria.
Y en este sentido, actualmente no existe ningún mundo virtual en ningún juego en el que respete la física de aumento de entropía del mundo real. Los personajes no envejecen. Los objetos, los muebles y los edificios no sufren los estragos del tiempo.
La tecnología de realidad extendida ha acercado cada vez más los juegos a la vida real, pero los complejos efectos del paso del tiempo de un mundo real siguen estando fuera de su alcance. Dirigir un mundo virtual en el que se calculan constantemente los efectos del clima, la edad, el crecimiento, la degradación y otros innumerables factores constituiría una enorme carga para los servidores centralizados. Esos servidores calculan el tiempo en el juego, pero pueden reiniciarse accidentalmente o a propósito, o pueden sufrir interrupciones, lo que pone en peligro los mundos y socava la experiencia de sus usuarios.
La respuesta del blockchain a esto radica en que proporcionaría un entorno de funcionamiento más estable y predecible, distribuyendo la carga del mantenimiento a través de nodos distribuidos.
Para el efecto de aumento de la entropía, Cradles recurrirá a un nuevo protocolo de contrato inteligente llamado EIP3664, que permite personalizar conjuntos de características en un nuevo tipo de token cripto. Estos, a su vez, representarían elementos del juego, como un objeto o un personaje, y también pueden combinarse entre sí o desmontarse para formar nuevos objetos o personajes, todo ello respetando las reglas de entropía.
"Así que lo que estamos tratando de desarrollar aquí es un sistema en el que cada uno de los objetos y elementos del juego está vinculado al blockchain, utilizando contratos inteligentes para definir continuamente sus rasgos y características en función de la progresión del tiempo de los bloques, y de la interacción del usuario.
Estamos hablando de espadas que se oxidan si se descuidan, pero que también se vuelven más mortíferas si son afiladas por los jugadores. Edificios que se deterioran si no se mantienen. De este modo, los jugadores están motivados para colaborar en el mantenimiento de su universo o éste se desmorona a su alrededor", explica el fundador y desarrollador principal de Cradles, T.Y.
A medida que la tecnología de realidad virtual y de realidad aumentada se hace más fácil de consumir y asequible para el público en general, más empresas están invadiendo un espacio que solía ser el único campo de juego de las compañías de juegos. La reciente (y actual) pandemia obligó a la gente a vivir, trabajar y aprender en entornos virtuales, lo que despertó en el mundo la idea de que muy pronto todos estaremos conversando y participando en un entorno digital como norma.
Muchos están trabajando ahora para hacer realidad sus propias versiones del metaverso: un lugar que esté siempre activo, que pueda experimentarse en directo y en tiempo real en varias plataformas, y que pueda albergar a un público de cualquier número. El juego con blockchain ha introducido ahora una economía totalmente funcional que emplea tokens no fungibles (NFT) para permitir la participación de los jugadores en los modelos de ingresos del juego.
Con un metaverso en el que aumenta la entropía, Cradles espera desligar estas experiencias de sus entornos virtuales estáticos, potenciando la interactividad entre las personas y un mundo en constante cambio y evolución a su alrededor.
Si tiene éxito, la aplicación de la física en un metaverso por parte de Cradles podría ser la norma a seguir en futuros metaversos.
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