De cara al comienzo del juicio entre Activision y los creadores de Call of Duty, Jason West y Vince Zampella, el próximo viernes, ambas partes están celebrando numerosas juntas de negociación, esto con la supuesta finalidad de explorar la opción de un arreglo que les evite llegar a la corte, informa el portal Los Angeles Times.
De acuerdo con el diario, las audiencias preparatorias tanto del martes como del miércoles sufrieron importantes retrasos permitidos por el juez Elihu Berle para darles a los abogados tiempo de pactar. Los Angeles Times asegura que las pláticas se están extendiendo porque los cinco representantes legales de Activision tienen que reportar todo a sus superiores (Bobby Kotick y compañía).
Una audiencia más está programada para hoy en la tarde, pero no hay certeza de que se lleve a cabo, sobre todo considerando que el juicio habría de arrancar mañana, que hay $2 mil millones de dólares en juego y todo apunta a que Activision tiene las de perder.
La querella inició en 2010 cuando Vince Zampella y Jason West, líderes del estudio Infinity Ward, fueron despedidos por Activision en forma aparentemente arbitraria. Cuarenta de sus compañeros los siguieron y todos, tanto West, como Zampella y sus colegas interpusieron sendas demandas en agravio de la distribuidora por falta de pago de regalías y bonos derivados del éxito de Call of Duty: Modern Warfare 2.
Recientemente han salido a la luz documentos presentados ante la corte que sugieren que Activision consideraba muy alta la cantidad de dinero implícita en dichos pagos, por lo que habría buscado negociar con Zampella y West en su calidad de cabezas de estudio. Aparentemente no se llegó a ningún acuerdo y Activision empezó a fraguar un plan para deshacerse de los mencionados desarrolladores y retener al resto.
Este no es el único litigio en el que está involucrado Activision. Maroon 5 y No Doubt también buscan compensaciones por otros asuntos.
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