Ni el DS, ni el Wii fueron precisamente dispositivos de la más avanzada tecnología o poder gráfico y, sin embargo, arrasaron con las ventas en sus respectivos segmentos de mercado. La razón: jugabilidad innovadora.
Con esos dos casos como antecedentes es que el próximo año hará su arribo la Wii U, una consola con mejoras técnicas sustanciales pero cuya llegada es tardía en el mundo del HD. Es por ello que, para el presidente de Nintendo en América, Reggie Fils-Aime, la clave del éxito radica, nuevamente, en inventar nuevas experiencias y así lo declaró hace algunas horas.
El Wii U tiene que ser capaz de entregar una experiencia diferente que sólo pueda ser posible a través del uso de estas dos pantallas, señaló, refiriéndose al controvertido aditamento de la futura plataforma, con el cual es posible jugar, tanto en el televisor, como vía remota con una especie de tableta lúdica.
Si todo lo que hacemos es un hermoso título en alta definición, eso ya se ha visto antes. Tenemos que sacar ventaja de la segunda pantalla, necesitamos aprovechar la conectividad que el sistema ofrecerá, sentenció. Y es muy cierto.
La Wii U debutará cuando tanto Microsoft y Sony se encuentren en la antesala de presentar sendos sucesores para Xbox 360 y PlayStation 3, dispositivos que ya explotaron todas las posibilidades gráficas del HD hasta este punto. De cara a un escenario con las mencionadas características y, como en su momento señaló Peter Moore, habrá de darle especial énfasis a la innovación de la jugabilidad, rubro en el que Nintendo es especialista.
Creemos que habremos de revolucionar el mercado de la misma forma como lo hicimos con el DS y el Wii, concluyó Fils-Aime.
De momento existe poca información concerniente al Wii U, y los analistas se mantienen cautos en cuanto a sus posibilidades de éxito, pero queda claro que la gran N está consciente de la competencia que enfrentará y ya se encuentra gestionando vías alternas para sorprender a los consumidores.
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