¿Cómo evitar la misoginia en los videojuegos?

La cultura de los videojuegos está llena de clichés y prejuicios: desde que los hombres mayores de 30 años que juegan son desadaptados sociales, hasta que las mujeres jugadoras son malas/poco atractivas, etc. Al parecer otro cliché es que los fans de los FPS militares no tienen mentes muy civilizadas y son más bien, bueno, machos. Este desagradable prejuicio se confirmó hace poco a través de los organizadores de una fiesta LAN en Texas, organizada para celebrar el lanzamiento de Battlefield 3; para evitar la tensión entre los jugadores masculinos y femeninos (¿cuál?), los organizadores optaron por la solución más lógica: prohibir el acceso a mujeres.

“Nada arruina una fiesta LAN como los invitados incómodos o mucha tensión, los cuáles pueden resultar de la mezcla de jugadores masculinos misóginos e inmaduros con sus contrapartes femeninas. A pesar de que hemos hecho nuestro mayor esfuerzo para evitar estas situaciones en años pasados, ciertamente hemos tenido algunos problemas. Como resultado, no permitiremos la asistencia de mujeres a este evento.”

Este mensaje pudo leerse en una página de FAQ, la cuál, al volverse viral, fue reemplazada con el mismo argumento cavernícola, pero con una retórica eufemística: “Este evento es un ‘retiro para caballeros’; como tal, no permitiremos el acceso a mujeres.”

Lo más extraño es que, en el fondo, los organizadores querían evitar el problema de la misoginia y terminaron agravándolo. Es la misma lógica de “hacer la guerra por la paz”: ellos mismos colocan la barrera que divide imaginariamente a hombres y mujeres, en lugar de ver a unos y otros simplemente como jugadores.

Como se trata de un evento privado, los organizadores bien pueden hacerlo exclusivo, digamos, sólo para jugadores pelirrojos si quieren. Las reglas que aplican en eventos públicos para países democráticos y liberales (no exclusión a partir de raza, género, condición económica y sexo, etc.) ciertamente no aplican en un evento privado. Sin embargo, ¿qué pasaría si estas prácticas se normalizaran? ¿Por ejemplo, si poco a poco las empresas dejaran de contratar mujeres como una medida para combatir la discriminación laboral o el acoso sexual? No deja de ser perturbador que un medio que encarna el futuro a través de la tecnología, como el de nuestro pasatiempo favorito, siga teniendo estos matices retrógrados y, francamente, estúpidos.

Via Kotaku.