El día sábado pasado, además de ser el dia del amor y la amistad (En Colombia), fue un día que muchos amantes de los superhéroes recordaran: El día de Batman; por 77 años, las hazañas del Caballero de la Noche han sido contadas en cómics, películas, animaciones y videojuegos. Este ya es el tercer año en que se ha festejado el evento, que tuvo origen cuando el enmascarado cumplió 75 años de haber llegado a este mundo.
La mayoría del mundo se preguntará ¿Por qué honrar a un ser fantástico como este?, ¿Eso no es del gusto de ciertas personas? O afirman: Eso solo es una moda pasajera. Para esto debo decirles: No están en lo cierto. Veamos porqué.
La “moda” por el cómic se remonta a los años mediados de los años 30 con la Edad de Oro del cómic, y culminó a mediados de los cincuenta. Fue durante esta época que el cómic gozó de una enorme popularidad y se creó el concepto que ahora conocemos como Superhéroe.
En 1929 con la Gran Depresión, generada por la caída de la bolsa, la gente de Estados Unidos se vio sumida en la pobreza, las editoriales de aquella época notaron la necesidad de la gente por entretenimiento que los hiciera olvidar la cruda realidad. Y así fue que nacieron unas revistas con distintas historias, algunas de terror, otras de humor y algunas de fantasía.
De ahí nacen DC Comics (1934), que nació bajo el nombre de National Allied Publications y comenzó su carrera de publicaciones con, nada más y nada menos que, Superman; posiblemente el héroe más famoso y conocido en el mundo. Por otro lado, 5 años después, Marvel (1939) surgió con el nombre de Timely Publications. Bajo el manto de la Segunda Guerra Mundial y dos años después de su fundación aparece el primer personaje aún reconocible de Marvel: Capitán América. Personajes como Batman, Mujer Maravilla, Linterna Verde, Plastic Man, La Antorcha Humana, Flash, Aquaman y muchos otros nacieron durante esta época.
Los cómics de Superhéroes ganaron una gran popularidad entre la gente ya que mostraban historias donde el bien siempre triunfaba además de ser baratos, fáciles de transportar y sobretodo fáciles de leer.
Tras los eventos de la gran depresión, se utilizó el conflicto de la segunda guerra mundial, donde empezaron a mostrar a sus héroes luchando contra los nazis y sus aliados sobre todo a los japoneses, esto hizo subir las ventas aún más y convirtió a los comics en lectura obligada de los soldados norteamericanos apostados en cualquier lugar. Cuantos más nazis y japoneses golpeaba un superhéroe en la portada, más ejemplares se vendían. En total, ambas casas productoras del cómic han alcanzado en taquilla más de $10.000 millones de dólares, sus videojuegos han alcanzado altísimas calidades y valoraciones críticas dignas de juegos del año, series de televisión que son nominadas a premios Emmy y alcanzan miles de espectadores a nivel mundial.
O ¿Usted acaso no recuerda las películas de Batman de Christopher Nolan o Tim Burton, las películas de Sam Reimi de Spiderman, las películas de Superman de 1970-1980, las películas de Xmen y los Vengadores o tantas otras que han sacado recientemente, hasta de Lego? ¿Acaso usted no se ha maravillado por las joyas de la saga Batman Arkham, o se ha deleitado de varios juegos de su buen vecino el Hombre Araña, el completísimo Marvel Ultimate Alliance o recuerda con cariño otros juegos de otros superhéroes que quizá no eran muy buenos pero que entretenían a más no poder? Y ¿Quién alguna vez no ha visto la series Smallville, Gotham, Flash, Marvel: Agents of Shield, Arrow o se burló de la serie de Batman con Adam West (hasta una serie de televisión animada parodiaba la obsesión de West con su personaje)?
Y qué decir de los próximos estrenos, en definitiva, la industria del cómic no es una moda pasajera, es algo vigente en nuestra sociedad. Aplausos a Batman y al Hombre Araña, ejemplos de superación y justicia. Agradezco a la persona que me ofreció esta idea, gracias STC.
