Recuerdo muy bien la primera vez que lo vi. Fue en el replay de Shadow of the Colossus. Recuerdo que miraba como embobado a la pantalla de mi computadora, y preguntándome: "¿y ese güey quién ch... es?" Era un tipo medio calvo y chino que hablaba y hablaba sobre el juego, acribillándonos con perlitas de conocimiento geek, datos de trivia abundantes, y unas muy profundas reflexiones sobre el juego (también nos acribillaba con constantes "¿no?", pero con el tiempo dejó atrás esa muletilla). Este tipo respondía al nombre de Alonso Zamora, y era muy diferente a lo que estaba acostumbrado a ver en level o en cualquier otra página de videojuegos. Su erudición era tal que se convirtió muy pronto en un ídolo o leyenda viviente entre nosotros, los asiduos leveluperos.
Comenzó siendo un colaborador con Uro en los replays, pero poco a poco su muy particular estilo fue "invadiendo" el resto de las áreas de la página, al grado que se llegó a ser el encargado de escribir los guiones para los bits, los súper hardocore, los Tesoros Ocultos del Gaming, además de múltiples artículos y reseñas, algunos muy, muy polémicos, pero, ¿qué tipo en verdad brillante no tiene opiniones que no casan con las de la mayoría? Alo es directo y la deja caer sin saliva ni lubricante: lo que piensa lo dice, y no se lo calla.
Realmente sobresale entre los colaboradores que han estado en level por una sencilla razón: sus conocimientos enciclopédicos sobre la historia, la industria y el desarrollo de los videojuegos lo hace un titán, un coloso. También está el hecho de su peculiar sentido del humor (que vimos en todo su esplendor en los ADS), que hace más ameno el mensaje que quiere transmitir.
Lo que más me impresiona y me conmueve de él, es que a pesar de ser un inteligente y civilizado hombre de más de 25 años (mis estimaciones), su pasión por los videojuegos es tanta, es tan pura y tan bella como la de un niño. Cuando se conjuntan esa inteligencia y madurez con esa pasión, da un colaborador que no habla o escribe sobre videojuegos, sino que vuelca su alma entera en cada uno de esos artículos o bits. Un placer total haber visto el último que hizo, por ejemplo. Una oda a ese amor al pasatiempo que nos hechiza.
Todos lo extrañaremos muchísimo en level, Sr. Zamora. Muchísimo. Incluso aquellos que nunca tuvimos la fortuna de conocerlo en persona. Si así nos sentimos nosotros, no sé como se ha de sentir el uroboros.