En este ultimo Milenio son muchas aquellas las personas que, usualmente suelen gimotear sobre el nulo sentimiento de apreciación hacia la naturaleza, que por lógica, también debió ser heredado hacia nosotros los hijos malcriados de la madre tierra. Pero lo que nosotros mismos desligamos de nuestro ínfimo interior Natural es que, ostentamos de algo que esta exento si no es que escaso en la vida sobre la tierra, y es, ese valor intacto que del que aun podemos tener la oportunidad de jactarnos sobre todo ser en la tierra, y es: Nuestros especiales e inherentes lasos con la naturaleza, pese a que nosotros no somos parte de ese sexto sentido nato de las demás especies sobre la tierra, tenemos el valor que se nos a concedido por nuestra avanzada pero dudosa evolución mental, quien entre muchas cosas de las cuales se a encargado de concientizar nuestra mente y sentido común también, es parte de el respeto y amor hacia la naturaleza propio de nuestro ser que tuvo la posibilidad de sustituir a ese remoto e inerte respeto hacia algo que siempre sera parte de una humanidad que busca negar, para acogerse así misma en su propia burbuja de creaciones Sinteticas, que lamento decir, no lograra, o para cuando pase ya no seremos parte mínima de lo natural... o bueno, ellos no lo serán.