La Tienda (Needful things, 1991)
El final de este libro se escribió para hacer enojar a la gente. No hay otra explicación. O sea, cuando eres fan de King, te acostumbras a sus mamadas, pero esto...
Castle Rock es un pueblito ficticio de Maine, muy conocido por los “kingnianos”. Antes de la publicación de Needful things, ya habían salido los libros Cujo, La mitad oscura, La zona muerta, Tommyknockers, IT, y los relatos Apt Pupil, Stand by me... qué diga, El cuerpo, El perro de la Polaroid... en ellos había sido mencionado el pueblo o fue el escenario principal. Supuestamente iba a ser la despedida del pueblito , y nunca más lo íbamos a volver a ver. Para ello, King preparó lo que el definió como EL libro de Castle Rock, uno en donde se iba a contar los más grandes acontecimientos en su historia.
Durante la mayor parte del libro, eso es exactamente lo que ocurre.
Leland Gaunt llega un día cualquiera y abre una tienda con el extraño nombre de “Cosas Necesarias”. Este señor es uno ya entrado en años, que poco a poco va ganando la atención del público en general. Su tienda vende cosas varias, sólo cachivaches curiosas sin ningún valor real, pero si lo visitas mientras la tienda está sola, el señor Gaunt te dará un trato especial. Sin ningún problema puede ver en tu interior y saber cuál es tu mayor anhelo, ese algo que tanto deseas y que es casi imposible que obtengas. Unas gafas originales de Elvis Presley. La pelota autografiada por tu jugador de béisbol favorito. La caña de pescar vintage que usaba tu padre cuando iban los dos a pescar. Algo que codicias no por su valor material, sino sentimental. Sea lo que sea que quieras, Gaunt lo tiene en su tienda, y te lo ofrecerá a un precio tan bajo que parecerá mentira. Sólo que, además del pago, también pide algo más, una fruslería insignificante. A cambio también quiere que hagas una mala acción en el pueblo, como si fuera una travesura, ya sea romper las ventanas de una casa, rayar el auto de alguien, o incluso cosas más serias, como matar el perro de una mujer solterona.
Accedes sin dudarlo. ¿Qué es la miseria de otro ser humano, a cambio de eso que siempre has soñado tener? El problema es que esas pequeñas acciones provocan un múltiple efecto de bola de nieve que se acumula y se va acumulando en las más de setecientas páginas del libro. Poco a poco llegamos a prescenciar algunas de las escenas más violentas y, francamente, divertidas en la bibliografía de King. Vecinas matándose en plena calle con cuchillos de cocina. Amas de casa desquiciadas matándose por las gafas de Elvis Presley. Católicos contra Protestantes en una épica batalla campal en medio de la lluvia. Un esposo loco matándo a golpes a su esposa en una escena tan poderosa como violenta y trágica. El infierno se desata y es divertido, y muy perturbador presenciarlo. Porque sabes que si el señor Gaunt fuera de visita a tu ciudad, pasaría lo mismo.
Todo está en marcha, las furias del averno se descontrolan en este pueblo, en donde Gaunt convence a un tipo de poner explosivos en la ciudad entera. Poco antes de la explosión, llega nuestro héroe, el detective Alan Pangborn, a confrontar a Leland Gaunt. Es un momento tenso. Tú estás tenso. No tienes ni idea de cómo este detective, un mortal común y corriente, sin arma, sin recursos de la trama, va a vencer al malévolo Gaunt, quien, de acuerdo a todo lo que hemos visto en el libro, no es un comerciante sino el mismísimo Lucifer. ¿Por qué otra razón tendría en su posesión un maletín con las almas vociferantes de aquellos que murieron a manos de sus vecinos, amigos y conyuges en el pueblo?Gaunt está dispuesto a marcharse a otro pueblo, pues ha terminado sus negocios en Castle Rock.
Lo único que impide su huida es el humano mortal Alan Pangborn.
Pangborn le dice que se detenga y que está arrestado.
Gaunt se echa a reír.
Pangborn, obedeciendo a un impulso ignoto (ah, espera, olvidé mencionar que es mago aficionado también) empieza a hacer el truco de sacar flores de la manga. Sólo que en lugar de salir flores de su manga, lo que sale es...
Puta madre, me duele recordarlo. Vamos, Leo, valor. Tienes que exorcisar este demonio. Ok, ahí va.
En lugar de las flores, lo que sale es un haz de luz blanca, que hiere al demonio en la cara, como la luz del sol a Drácula. Pangborn se sorprende de esto, y al mismo tiempo piensa: “ES LA LLEGADA DEL BLANCO”, o sea, el bien, Dios, la intervención divina. Gaunt es ahuyentado del pueblo, y forzado a dejar su maletín con las almas atormentadas que cosechó, al retroceder ante este haz de luz blanca, procedente del mismísimo creador, que interviene para salvar a ese pueblito rascuacho.
Exactamente como Jesús exclamando “Vade Retro, Satana”, Pangborn le grita a Gaunt: ¡VETE DE AQUÍ, DEMONIO! ¡ESTÁS EXPULSADO DE ESTE SITIO!”.
Gaunt chilla de coraje y se va del pueblo. Su coche se transforma en un carruaje impulsado por un caballo negro que respira fuego, conducido por un enano deforme y malévolo, y se pierde en la oscuridad de la noche. El mal ha sido vencido. Todos los habitantes del pueblo se reúnen y bailan al compás de We are the champions.
Sólo lo último es broma. Todo lo demás pasa en el libro, lo juro. Es el peor final que he leído en mi puta vida, porque es el más decepcionante. Tenemos este libro divertídisimo, lleno de humor negro y violencia, con diversas escenas hiladas mediante la portentosa técnica de King. Pero todo para que termine así. Cuando lo leí tuve ganas de quemar el libro o de destrozarlo. Menté madres, destripé osos de peluche, estuve de malas durante una semana. No podía creer lo que había leído, y no puedo aceptar ninguna otra explicación a esa mamada colosal más que la obvia: King nunca supo cómo salvar la situación. Asi que recurrió al literal deus ex machina, una vez más, sólo que ahora lo hizo muchísimo más infame que en The Stand. Porque The Stand al menos tiene esta temática religiosa que tal vez pueda ocurrir un milagro al final que “salvara” la situación. Pero no hay nada de eso en Needful Things. Es un libro sobre la codicia, sobre cómo apreciamos de más las cosas materiales, y sobre cómo el mal vive en todos nosotros, y puede ser despertado con los correctos estímulos. ¿En qué chingado momento estas temáticas dan pie a que pase algo como que Dios baje de los cielos para salvar al protagonista?
Si no me crees que está así de culero el final, te recomiendo leer el libro, pues ahora ya te espoilée el final y te será menos doloroso cuando lo leas. Es que en verdad se necesita preparación para que el putazo no pegue tan duro.
Próximamente: Los mejores finales de Stephen King.
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