Recientemente he notado que, cada que se anuncia un videojuego que involucra zombis, los autores de las notas—nimis mea culpa—rodamos los ojos y reaccionamos más o menos así: “¡oooootro juego de zombis!” Pero si hacemos un recorrido mental, nos podemos dar cuenta de que no son nada nuevo en el mundo de los videojuegos.
Al momento de escribir esta columna, estoy jugando el primer “Darksiders” en mis ratos libres. No tuvo que pasar mucho tiempo antes de que recibiera una espectacular madriza que me dejó con la urgencia de llenar mi barra de vida, aunque fuera un poco. Entonces fui atacado por los enemigos más débiles del juego, lo cual agradecí: no solo son fáciles de despachar sin recibir daño alguno—basta con apretar círculo para azotarlos contra el suelo o partirlos a la mitad—sino que suelen estallar en una constelación de almas que restauran algo de energía.
No fue sino hasta untar en el pavimento con un número considerable de estos seres, que me di cuenta que estaba lidiando con criaturas que alguna vez habían sido seres humanos, convertidos en carne de cañón sin ningún otro pensamiento que ser un obstáculo en mi camino—zombis.
Bajo esta definición, traté de recordar otros juegos recientes donde me hubiera enfrentado a criaturas similares. De inmediato saltaron a mi mente los Feral Ghouls de “Fallout: New Vegas”. Básicamente, otro tipo de zombis: ex humanos sin uso de razón, cuya mutación proviene de la guerra nuclear que azotó al mundo en el año 2077, que se abalanzan sobre cualquier ser vivo a mordidas y arañazos. Curiosamente, “Ghoul” fue como George A. Romero bautizó a sus criaturas come hombres antes de que “zombie” se volviera el término popular.
Otro: uno de los primeros enemigos que se encontró mi Comandante Shepard en “Mass Effect” fue una horda de Husks. Éstos son un caso particular, creados cuando seres humanos son empalados en enormes espinas, que los convierten en seres biomecánicos cuyo peligro radica en su número. Como cualquier zombi, la mejor manera que encontré para lidiar con ellos fue a escopetazos.
¿Y cómo olvidar a los Necromorphs? Los enemigos principales de “Dead Space” pueden ser perfectamente clasificados como zombis ya que, antes de convertirse en terribles monstruos, solían ser la tripulación del USG Ishimura, quienes corrieron con la mala suerte de encontrarse con el Marker, gatillo de todas las desventuras de Isaac Clarke.
Podría argumentarse que los zombis de “Darksiders”, así como los Ghouls, Husks y Necromorphs pertenecen al “boom zombi” que se vive actualmente en los videojuegos. Pero encontrarlos en la generación previa de consolas, es una tarea aún más sencilla.
Tanto el Playstation 2 como su predecesor gozaron de la época de oro de los juegos de terror, donde dos franquicias dominaban el mercado. Solamente en el PS2 tuvimos títulos como “Resident Evil: Code Veronica”, además de la segunda y tercera entrega de “Silent Hill”.
El primer Playstation no solo vio el nacimiento de estas dos franquicias, sino el del género survival-horror, cuando corrimos por el campo para encerrarnos en esa tenebrosa mansión huyendo de perros come-hombres y terribles actuaciones.
Casi todos los títulos de survival-horror contenían algún tipo de muerto viviente. El único ser que competía con éstos en el mundo del terror eran los fantasmas, como lo atestiguamos (muchas veces, sin querer haberlo hecho) con “Fatal Frame”.
Durante la época de las consolas de 16 bits, la mayoría de los zombis se quedaron en sus tumbas, solo apareciendo en un puñado de juegos. “Zombies Ate My Neighbors”, disponible tanto en el Super Nintendo como en Sega Genesis, fue de los pocos títulos cuya meta principal era salvar a alguien—a tus vecinos, en este caso—de los zombis, que más adelante serían reemplazados por otras monstruosidades.
Ni siquiera Megaman se salvó de encontrárselos. Temprano en el nivel de Shademan en “Megaman 7”, el Blue Bomber era atacado por robo-zombis que emergían de la tierra con todo y sarcófago. También los encontramos en varios títulos de “Final Fantasy”, donde no solo era un enemigo a vencer, sino un hechizo que podía caer sobre algún miembro de nuestro equipo y cuya cura más común era, literalmente, el Agua Bendita.
La invasión zombi en el Genesis fue un poco más pronunciada. Entre los juegos donde debíamos lidiar con estos molestos seres estaban “Altered Beast” y “Moonwalker”, con su nivel totalmente dedicado al famoso video de “Thriller” del Rey del Pop.
Sin embargo, el NES demuestra que el número de zombis no es inversamente proporcional a la generación de consolas.
El NES vio más zombis que el SNES. Tres títulos saltan a la mente cuando se piensa en muertos vivientes en la primera consola de Nintendo. “Castlevania” juntaba a todos los personajes clásicos del terror, cuyo jefe final no podía ser otro que el Conde Drácula. Entre sus secuaces, el zombi no podía faltar. Pero esa no fue su primera encarnación que vimos en los humildes ocho bits.
Un año antes, “Ghosts and Goblins” vio el rapto de la prometida de Arthur mientras gozaban de un picnic común y corriente, a media noche, en pleno cementerio. Nuestra única opción: ir a rescatarla... dos pinches veces. No habíamos avanzado ni una sola pantalla cuando nos encontramos al primer enemigo del juego—el zombi.
Otro juego notable del NES, que no gozó de la misma fama que los Belmont o Arthur fue “Zombie Nation”. Su protagonista, una cabeza de samurái (sí, solo la cabeza) dedicaba toda su aventura a detener el fin del mundo; sus pobladores—todos—habían sido convertidos en zombis.
Sin embargo, el NES no fue el primer sistema de videojuegos que vio despertar a los muertos.
Probablemente, el primer videojuego donde aparecieron fue “Zombie Zombie”, para la ZX Spectrum. Como era de esperarse, la historia no era muy complicada. Nuestro protagonista—una pequeña masa de píxeles—debía salvar a su novia esquivando una horda de muertos vivientes—más masas de píxeles—que aparecían de la nada y eran terriblemente agresivos. Probablemente no mucha gente de este lado del Atlántico conozca la existencia de este juego, ya que solamente salió en tierras europeas.
Los zombis han existido en los videojuegos desde sus modestos inicios. Generación tras generación hemos tenido que lidiar con ellos de una u otra forma. Sin embargo, sería ingenuo negar que, efectivamente, estamos viviendo un “boom” del género zombi en el medio del entretenimiento, donde los videojuegos no son la excepción. Pero estos viejos enemigos nos siguen brindando grandes aventuras, como “The Walking Dead” de Telltale Games.
Tal vez si los juzgáramos individualmente, en lugar de hacerlo como si fueran una horda...
Originalmente publicado en Mórbido, el 12 de junio del 2013.
Adultez gamer.
por Kingcool {"src_avatar":"https:\/\/cl2.buscafs.com\/www.levelup.com\/public\/uploads\/images\/34118\/34118_64x64.jpg","nickname":"Kingcool","user_name":"Mario B","user_link":"\/usuario\/Kingcool","posts":3613,"theme":"default","cover":false,"status":true}
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