La retrocompatibilidad en Xbox está a otro nivel y nadie la superará

Red Dead Redemption, Call of Duty y más juegos reflejan el potencial de la función


El nuevo port de Red Dead Redemption no es necesario en Xbox por un simple motivo: la retrocompatibilidad. El juego original de Xbox 360 corre perfectamente en las consolas modernas de Microsoft desde hace años. Y no sólo eso: el título conserva todo su contenido y se ejecuta con mejoras sustanciales que, además, son gratuitas y se aplican de forma automática.

La retrocompatibilidad parece magia, pero en realidad es una proeza tecnológica en la que Xbox ha invertido mucho esfuerzo, dinero y tiempo. Por lo que es uno de los mayores atractivos de su ecosistema. Así que decidimos repasar su historia y hablar sobre la importancia que tiene para la marca y la industria en general.

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Xbox llevó la retrocompatibilidad a un nuevo nivel

La retrocompatibilidad no es algo nuevo en los videojuegos, pues ha existido de diversas formas durante décadas. Desde sus inicios, permitió a los jugadores disfrutar sus colecciones de juegos antiguos en hardware moderno. La función nació de un dilema que provocó dolores de cabeza a las compañías y despertó muchas dudas en los fans: el lanzamiento de una nueva consola.

A lo largo de la historia, Atari, SEGA, Nintendo y PlayStation se enfrentaron a la complicada decisión de ofrecer o no retrocompatibilidad en sus sistemas. Si bien la función es para muchos jugadores un factor determinante de compra, para las compañías ha representado más bien una especie de disyuntiva.

Por un lado, la ven como una característica que puede llamar la atención de los jugadores y potenciar sus ventas de hardware. Por el otro, es una barrera que puede frenar las ventas de juegos en sus consolas más recientes. Las empresas le dieron la espalda a la retrocompatibilidad en varias ocasiones, pues no es algo que se consiga de la noche a la mañana. Requiere una planificación detallada en cuanto a diseño de hardware y, por supuesto, costos adicionales para su desarrollo y mantenimiento.

Las cosas con Xbox siempre fueron diferentes, pues la compañía adoptó la función en cuanto pudo. Su primer gran paso fue en la era de Xbox 360, sistema que expandió el ecosistema de la marca de forma importante. Fue en E3 2005 donde la compañía confirmó que su nueva consola sería capaz de ejecutar la mayoría de los juegos del Xbox original.

Xbox apostó desde el principio por la retrocompatibilidad
Xbox apostó desde el principio por la retrocompatibilidad

Michael Brundage, ingeniero de software de Microsoft, sabía que era un desafío sumamente complicado, pues las arquitecturas de las consolas eran demasiado diferentes. Esto le hizo pensar que era algo imposible y que lo mejor era cancelar todo incluso antes de empezar. Por fortuna, Xbox siguió adelante y obtuvo excelentes resultados con retrocompatibilidad mediante emulación.

Para finales de ese año, se anunció que más de 200 juegos del Xbox original serían retrocompatibles con Xbox 360 en América, poco más de 150 en Europa y sólo 12 títulos en Japón. Además, se confirmó que el programa recibiría más títulos con el paso del tiempo, pues algunos requerían ajustes especiales para ejecutarlos correctamente.

La función tuvo algunas limitantes en esta etapa, pues los jugadores requerían forzosamente un disco duro en su consola. Era necesario para almacenar perfiles de emulación y actualizaciones de los juegos que admitían la retrocompatibilidad.

Además, debían descargar un software especial de Xbox LIVE para poder correrlos sin problemas. Por otro lado, no era posible transferir datos de guardado o contenido adicional del Xbox al Xbox 360. Así que los jugadores tenían que volver a iniciar sus partidas y adquirir nuevamente sus DLC si es que querían disfrutarlos en el nuevo sistema.

La función tuvo algunas restricciones que se superaron con el tiempo
La función tuvo algunas restricciones que se superaron con el tiempo

A pesar de estas restricciones, la retrocompatibilidad llegó con grandes beneficios. Por un lado, permitía jugar grandes clásicos de Xbox, como las entregas de Halo, Grand Theft Auto, Ninja Gaiden, Forza Motorport, Fable y muchos otros. Además, los juegos tenían mejoras en su resolución que se aplicaban de forma automática y sin costo alguno.

Posteriormente nació Xbox Originals, que permitió a los jugadores adquirir clásicos del primer Xbox en formato digital a través del Marketplace de Xbox LIVE. Se calcula que más de 450 juegos de Xbox fueron retrocompatibles en Xbox 360, es decir, casi la mitad de su catálogo. Si bien muchos de los títulos se quedaron fuera del programa y otro presentaron algunos problemas técnicos, la realidad es que la retrocompatibilidad fue muy bien recibida por los jugadores.

Una función en constante evolución

Todo cambió en 2013, cuando Microsoft se enfrentó al dilema de ofrecer o no retrocompatibilidad en Xbox One. Marc Whitten, entonces vicepresidente corporativo de Xbox LIVE, anunció que la nueva consola no podría correr juegos de Xbox 360 por la diferencia entre las arquitecturas de los sistemas.

Esto fue un balde de agua fría para muchos por una simple razón. Desde su nacimiento, Xbox concibió un ecosistema donde cada usuario tenía todo su contenido asociado a una identidad digital única. La falta inicial de retrocompatibilidad en Xbox One fue para muchos un paso hacia atrás, pues iba en contra de la filosofía continuista de Xbox y Xbox 360.

Con el paso de los años, la compañía se percató de todos los errores que había cometido con Xbox One, por lo que decidió reformular su estrategia y traer de regreso la retrocompatibilidad. En E3 2015, Phil Spencer hizo estallar la emoción de los jugadores cuando anunció que Xbox One podría correr de forma nativa y con múltiples optimizaciones los juegos de Xbox 360.

De esta forma la compañía dejó de darle la espalda a su legado y tomó en cuenta el tiempo y el dinero que sus usuarios habían invertido en la generación pasada. Una vez más, Xbox se enfrentó a un desafío que parecía imposible de superar, pero un talentoso equipo de ingenieros y desarrolladores lograron sacar el proyecto adelante.

Esta iniciativa no sólo implicó retos técnicos de muy alto nivel, pues también conllevó resolver asuntos legales y de licencias. No siempre fue fácil negociar con las distribuidoras y, en ocasiones, incluso era complicado saber quién era el dueño de ciertos juegos. Se sabe que Xbox no tiró la toalla en ningún momento y que incluso trabajó por años para que ciertos títulos fueran retrocompatibles.

"La retrocompatibilidad implicó superar desafíos tecnológicos, legales y de licencias"

En E3 2017, Spencer volvió a tomar a todos por sorpresa cuando reveló que Xbox One también sería retrocompatible con algunos juegos del Xbox original. Gracias al potencial de la consola, los títulos recibieron aún más mejoras, que llegaron a un nuevo nivel con el poder bruto de Xbox One X.

Dicho sistema fue capaz de ejecutar títulos de generaciones pasadas con una resolución 4K, texturas más nítidas, mejoras en las sombras y un sinfín de pequeñas optimizaciones que ofrecieron una experiencia muy superior a la de otras compañías.

Nadie superará la retrocompatibilidad en Xbox

La evolución de la retrocompatibilidad alcanzó su cima con la llegada de Xbox Series X|S, consolas que fueron diseñadas teniendo la función en mente. Gracias a esto, se convirtieron en sistemas donde se reúnen todas las generaciones de la marca y lo mejor de su ecosistema.

Su debut llegó con novedades como FPS Boost, que permite duplicar los FPS originales de los juegos y disfrutarlos con HDR automático. Por si fuera poco, hay tiempos de carga reducidos gracias a los SSD de las consolas y ajustes adicionales en la resolución. Nuevamente, todo de forma gratuita y sin procesos complicados. Gracias a este largo y complicado camino, Xbox cuenta con el mejor programa de retrocompatibilidad de la industria.

En este sentido, la marca ha hecho importantes contribuciones a la conservación del medio. Vivimos en una época donde los productos de entretenimiento tienen una vida útil muy corta y suelen perderse en el gigantesco mar digital. Así que la retrocompatibilidad es vital para que perduren y sean accesibles para varias generaciones.

Todas las generaciones se reunieron en Xbox Series X|S
Todas las generaciones se reunieron en Xbox Series X|S

Su potencial ha quedado más que claro con el regreso a la gloria de los Call of Duty clásicos de Xbox 360. En días recientes, los títulos han registrado cifras récords de jugadores activos, lo que evidencia el deseo de los jugadores por desempolvar sus juegos antiguos y recordar los viejos tiempos.

Por otro lado, el caso de Red Dead Redemption resulta sorprendente. Los jugadores pueden ahorrarse los $50 USD del port, tomar su antigua copia de Xbox 360 y disfrutarla en sistemas modernos con múltiples mejoras sin costo adicional.

El gran potencial de la retrocompatibilidad en Xbox también se hace evidente cuando se le compara con la de PlayStation. Sony ha sufrido para ofrecer la función a sus jugadores desde PS3 e, incluso, directivos como Jim Ryan la han menospreciado. Esto resulta desconcertante sobre todo si tomamos en cuenta el gran legado que tienen la marca y sus franquicias. Dicho esto, queda claro que Xbox es el rey de la retrocompatibilidad y que difícilmente alguien le arrebatará su bien merecido trono.

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Fuente 1, 2

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