Nadie lo duda: Xbox Game Pass es la mejor exclusiva de Xbox y el rey de los servicios en la actualidad. Pero, ¿cómo se convirtió en el gigante que es ahora y por qué es tan importante para la marca? La plataforma cumplirá pronto 6 años, así que decidimos repasar su interesante historia.
Para ello es necesario remontarnos a 2013, uno de los años más turbulentos para Xbox. La compañía pasaba por una tormenta y estuvo a punto de naufragar. Sin embargo, resistió gracias a un proyecto secreto que llegó para convertirse en un faro y definir su futuro.
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Xbox Game Pass nació del peor desastre de Xbox
Recientemente se cumplieron 10 años de la presentación del Xbox One, una de las conferencias más infames de la industria. Nadie lo sabía en ese entonces, pero aquel evento marcaría para siempre a Xbox y, de cierta forma, llevaría a la creación de Xbox Game Pass.
La debacle de 2013 inició de la peor manera para Microsoft: una conferencia enfocada en las prestaciones multimedia de la consola, varias polémicas sobre DRM y conectividad permanente, un precio elevado para su sistema y el uso obligatorio del Kinect. Con esto, Xbox manchó su imagen y fue vista como compañía anticonsumidor durante años.
Hace poco, Phil Spencer aceptó que perder la generación de Xbox One fue algo catastrófico. Y vaya que tiene razón: la popularidad y el prestigio que habían ganado con Xbox 360 se esfumó tras una serie de malas decisiones. La compañía tuvo que soportar años llenos de críticas hasta que todo dio un giro gracias a Xbox Game Pass, que llegó a darle un respiro a la marca y, literalmente, salvar la generación.
La importancia del servicio va más allá, pues hasta cierto punto salvó a Xbox de la extinción. La estrategia de Don Mattrick fue una estocada casi mortal para la marca e hizo rodar cabezas en la compañía, incluyendo la suya. Ya como jefe de Xbox, Spencer se reunió a principios de 2014 con Satya Nadella, quien acababa de tomar las riendas de Microsoft.
Hablaron sobre el futuro de la división de juegos y se preguntaron si valía la pena continuar, pues ambos sabían que la situación no era nada favorable. Aunque sea difícil de creer, Microsoft estuvo cerca de tirar la toalla a pocos meses del estreno de Xbox One.
"Entonces la pregunta es, ¿seguimos adelante con Xbox? Porque PlayStation realmente nos está superando en ventas en el mercado en este momento. ¿Seguimos invirtiendo en él? ¿O tomamos una decisión diferente?", comentó Spencer en 2020.
Nadella decidió darle un voto de confianza a Spencer, quien vio futuro en un plan enfocado en los juegos, los usuarios y los servicios. Tras una reestructuración de sus equipos, Xbox se enfocó en un proyecto secreto que ya tenía entre manos desde hace meses: Arches. Con él podría acabar con la reputación anticonsumidor que se había creado al inicio de la generación y atender una de las principales quejas de los jugadores: la falta de contenido.
Sí, Arches evolucionó hasta convertirse en Xbox Game Pass, pero tardó años en llegar. En ese periodo, Xbox pasó por momentos muy complicados y, sobre todo, se quedó detrás de sus competidores en casi todos los aspectos. Mientras trataba de enderezar su estrategia y llevarla a un buen rumbo, sus principales competidores crearon una sólida librería de títulos que son la base de su éxito actual.
Xbox tuvo que arreglárselas para mantenerse a flote al menos durante 4 años mientras llegaba Arches. Juegos como Ryse: Son of Rome, Sunset Overdrive, Forza Motorsport 5 y Halo: Master Chief Collection lo ayudaron, pero su reputación aún estaba dañada y muchos jugadores dudaban de la marca. Sobre todo ya que hubo otros tropiezos en el camino, como el desastroso debut de la colección de Halo.
"Xbox Game Pass fue tan bueno que resultaba difícil creer que era real"
De pronto, a principios de 2017, todo cambió con la presentación de Xbox Game Pass. El servicio deslumbró a algunos jugadores por una simple razón: prometía acceso a cientos de juegos atractivos a cambio de un precio ridículo. Fue tan bueno, que resultaba difícil creer que fuera real. Sin embargo, la comunidad no lo adaptó de inmediato, y la propuesta despertó algunas dudas.
La llegada de un nuevo modelo de consumo hizo que muchos jugadores, sobre todo los amantes del formato físico, renegaran de la propuesta de Microsoft. Los usuarios sentía que no valía la pena invertir en el servicio a pesar de su atractivo, pues era "pagar por aire", una crítica que incluso hoy sigue vigente en un sector de la comunidad.
Para afrontar este rechazo inicial, Microsoft hizo una jugada maestra: ofrecer su servicio por sólo $1 USD o $10 MXN como oferta introductoria. Fue así como los usuarios indecisos le dieron una oportunidad al servicio y se enamoraron por completo de él. En poco tiempo, todos hablaban de Xbox Game Pass y sus grandes beneficios, lo que hizo que muchos jugadores voltearán a ver por primera vez a la marca.
Posteriormente, Xbox empezó a ganar puntos con decisiones que fueron muy bien recibidas, como la llegada de sus juegos first-party a Xbox Game Pass desde el día de su lanzamiento. Esto permitió a los suscriptores disfrutar estrenos de aquellos años como Sea of Thieves, Crackdown 3 y State of Decay 2. Además, el catálogo del servicio ya era robusto en aquellos tiempos, ya que tenía el apoyo de importantes compañías y ofrecía títulos destacados del programa de retrocompatibilidad.
Con el paso de los años, Xbox Game Pass recibió auténticas joyas que deslumbraron a los jugadores y los convencieron de darle una oportunidad a la plataforma: Grand Theft Auto V, Red Dead Redemption 2, Resident Evil 7: Biohazard, Destiny 2 y PUBG son sólo algunos de los títulos de renombre que han desfilado por el catálogo del servicio.
Xbox Game Pass llegó para equilibrar la balanza y darle un cierre digno a Xbox One. Asimismo, fue fundamental para el inicio de la generación de Xbox Series X|S, que debutaron sin una exclusiva tras el retraso de Halo Infinite.
¿Qué hubiera pasado si el servicio no hubiera existido? Es difícil saberlo, pero está claro que Xbox Game Pass nació de uno de los peores tropiezos de la marca y la salvó. Además, le dio lo que necesitaba para seguir y alejarse de aquel futuro incierto de la era de Don Mattrick. Así que es normal que la compañía ahora apueste todo al crecimiento de su popular servicio.
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Xbox Game Pass no iba a ser el servicio que todos amamos
Xbox Game Pass no siempre fue pensado como la plataforma que todos conocemos y amamos. Originalmente, Arches ni siquiera fue pensado como un servicio de suscripción. Gracias a Sarah Bond, vicepresidenta corporativa de Xbox, sabemos que, al inicio, la plataforma era un servicio de renta de títulos.
Por aquellos años, Spencer quería encontrar una forma de extender los ingresos de los juegos más allá de sus primeros meses en el mercado. Fue así como el modelo de Netflix y Spotify llamó su atención. Tras una investigación, el equipo a cargo de Arches decidió cambiar el enfoque del proyecto y plantearlo como un servicio de streaming y de suscripción.
Gracias a este ajuste de perspectiva, Microsoft pudo dar un golpe sobre la mesa con el lanzamiento del servicio, pues implementó un nuevo modelo en la industria que se basó en el éxito de los servicios de series, películas y música. Sin embargo, no fue sencillo.
Microsoft tenía la tecnología, la infraestructura y el capital suficiente para levantar los cimientos del servicio, pero no el contenido necesario para lo que había imaginado. Si bien podía ofrecer sus first-party, la idea era tener un catálogo completo y variado de títulos para ofrecer. Fue así como Xbox se topó con un problema más: las compañías no confiaban inicialmente en el modelo del servicio.
Todo cambió cuando Xbox demostró el potencial de su nuevo negocio: era capaz de rentabilizar juegos antiguos y refrescar su vida comercial, lo que resultó poderosamente atractivo para los estudios. Poco a poco las desarrolladoras pactaron acuerdos y fortalecieron el catálogo inicial de Xbox Game Pass.
Fue así como el servicio debutó para todos el 1 de junio de 2017, con el respaldo de 2K, 505 Games, Deep Silver, Focus Home Interactive, Deep Silver, Focus Home Interactive, Capcom, Bandai Namco, SEGA, SNK y otras importantes compañías.
El resto es historia: Xbox Game Pass no ha parado de crecer desde entonces y, para finales de 2022, tenía 25 millones de suscriptores. La plataforma se ha fortalecido con los atractivos juegos de EA Play, Bethesda y, próximamente, Activision Blizzard. Además, se expandió a computadoras, televisiones, celulares y tabletas gracias a PC Game Pass y Xbox Cloud Gaming.
¿Qué le espera a Xbox Game Pass en el futuro?
Actualmente, es imposible pensar en la estrategia de Xbox sin su popular servicio. Xbox Game Pass es una importante fuente de ingresos que le ha permitido captar a millones de jugadores y llevarlos al ecosistema de Microsoft.
Por tal motivo, es un hecho que las compañías seguirán invirtiendo fuertes sumas de dinero para potenciarlo y llevarlo a más personas. Actualmente, la plataforma ya está disponible en diversas pantallas de Samsung, y en el futuro llegará a otras televisiones con aplicaciones dedicadas. También ya se puede disfrutar en hardware de terceros como ASUS ROG Ally y Logitech G Cloud.
Con la llegada de los juegos de Activision Blizzard, el servicio maximizará su valor a nuevas alturas y Microsoft lo sabe muy bien. Por ello trabaja en más proyectos para expandir su alcance. Sabemos que la compañía ya prepara Keystone, dispositivo enfocado en Xbox Game Pass y Xbox Cloud Gaming.
También está pendiente la esperada llegada de Xbox Game Pass Ultimate Friends & Family, nuevo plan que promete hacer aún más accesible el costo del servicio. Por último, pero no menos importante, está Project Moorcroft, función que dará a los suscriptores acceso a una selección de demos en algún momento de este año.
Así pues, Xbox Game Pass tiene un futuro brillante y seguramente nos seguirá consintiendo con geniales juegos.
¡Larga vida al rey de los servicios!
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