Saint Seiya marcó una generación de fanáticos que siguen fieles a los trazos de Masami Kuramada en una historia de hermandad llena de emoción, drama y violencia. La fórmula es sencilla: ver a Seiya y sus amigos luchar hasta que logren arder su cosmos y despierten el séptimo sentido para cumplir sus metas. Los fans queremos sentir esta emoción en la sala de cine con el estreno de Los Caballeros del Zodiaco: Saint Seiya - El Inicio. ¿Se logra lo anterior? Me temo que esta vez, ni la armadura de sagitario nos salvará del desastre.
Los Caballeros del Zodiaco: Saint Seiya - El Inicio es una adaptación que decide tomar un enfoque occidental con elementos de la serie animada de Netflix. Esta decisión puede causar mucha confusión al encontrar cambios en los nombres de algunos personajes y otras situaciones que parecen fuera de lugar. Esto quiere decir que no se basa en el torneo galáctico o la saga de las 12 casas, más bien, partimos de un nuevo origen de Seiya (Mackenyu) y como se involucra con la reencarnación de la diosa Athena, conocida como Sienna (Madison Iseman).
Es cierto que al principio se pone en pantalla la lucha entre caballeros dorados y la mitología que tanto nos gusta, pero esto se esfuma de tajo cuando entramos de lleno en la historia de Seiya. Desde este momento, la película se centra en Seiya al 100% y decide contarnos como lucha día con día por encontrar a su hermana. Para ganarse la vida se ha convertido en un peleador clandestino que en plena pelea deja ver parte del poder de su cosmos. Esto ha llamado la atención de dos bandos que buscarán a Seiya para cumplir sus intereses con ayuda del poder que duerme dentro de él. El primer paso será controlar su cosmos para convertirse en el caballero de Pegaso.
Mi primera impresión es que todo pasaba muy rápido y tuve la sensación de estar viendo algo completamente alejado del anime. Comencemos con los encuentros con los caballeros negros, si es que les podemos llamar caballeros. Esta especie de cyborgs son recurrentes pero suelen participar en persecuciones y enfrentamientos con armas de fuego. Sus armaduras los hacen inmunes a algunos ataques pero terminan convertidos en carne de cañón, son demasiado genéricos y no encajan con la franquicia.
Por otro lado, la mayoría de peleas son coreografiadas y recuerdan un poco las películas de artes marciales hechas en Hollywood. Esto quiere decir que veremos montones de cambios de cámara, zoom in dramáticos, cámara lenta y el paquete de recursos básicos en una cinta de acción. Esto puede estar relacionado con la aparición de Mark Dacascos, una estrella de cine que domina varias disciplinas de combate. Este tipo de escenas logran su cometido pero se siente como una oportunidad desaprovechada al no explotar las batallas llenas de poder.
En un par de ocasiones la cosa cambia y veremos a Seiya realizar algunas técnicas donde utiliza su cosmos. Me quedé con ganas de ver más encuentros de este tipo pero la película deja poco tiempo para esto ya que prefiere perderse al explicarnos hasta el cansancio la importancia de Athena y el objetivo de sus enemigos. Al tener tantas situaciones que intentan dejarnos claro el origen de los protagonistas, en muchas ocasiones el ritmo se frena de golpe para indagar en las visiones de Athena o los traumas de la infancia de Seiya. Lo más rescatable es la parte de la preparación de Seiya, donde presentan algunas referencias al anime. Incluso, el ambiente místico que retoma algunos detalles icónicos como las columnas griegas son bien recibidos. Es cierto que se repite la fórmula donde el héroe desata su verdadero potencial pero incluso con esto, es de las mejores escenas en esta adaptación. Todo tiene que ver con los detalles, por ejemplo: las melodías que acompañan momentos clave son fáciles de reconocer y nos dan un atisbo de esperanza, antes de regresar a la película de acción sin corazón que vimos de antes.
Lo mismo ocurre con uno de las batallas más importantes, donde después de una larga espera al fin podemos ver las armaduras en todo su esplendor. Ambas escenas funcionan bien a pesar de tener fallas, me hubiera gustado que la película tuviera más de esto. El uso de técnicas especiales, el ambiente derruido y el choque de poder hacen que la pelea se disfrute. Lamentablemente, estás situaciones ocurren muy poco y es una pena, porque de cumplir con este requisito la película hubiera sido más llevadera.
Otro punto que vale la pena mencionar es la adaptación de los personajes y su apariencia. Debo reconocer que el actor japonés, Mackenyu, fue una buena elección para el papel de Seiya. De hecho, se nota un especial cuidado en el personaje, y es el que guarda más similitudes en su apariencia con su contraparte del anime. Si tuviera que imaginar al caballero de Pegaso en la vida real, seguro sería muy parecido a él. Al menos hasta que usa la armadura de Pegaso. Las armaduras son pieza clave en el desarrollo de Saint Seiya y los diseños de Kurumada son sublimes. En esta ocasión se decidió cambiar la estructura de estas por una armadura similar a la que usaban los samurái. Este tipo de cascos con sistema retráctil ya los habíamos visto en la película animada Los Caballeros del Zodiaco: La Leyenda del Santuario pero en esta ocasión lucen un poco raras. Si pones atención notarás que la armadura de Fénix (Diego Tinoco), luce mejor pero las proporciones de su casco dan la impresión de que le queda grande al actor. Esto es cuestión de perspectivas pero me hubiera gustado ver algo más tradicional.
Sobre el reparto me surgen sentimientos encontrados. Por un lado, creo que la calidad de los actores es incuestionable. Por ejemplo, Sean Bean que interpreta a Alman Kiddo, ha participado en Games of Thrones y The Lord of the Rings. El problema son los personajes que no acaban de convencer, en especial Cassios que pasó de ser un personaje intimidante a un fanfarrón que está dispuesto a todo con tal de ganar. No logras encariñarte con ningún personaje y al mismo tiempo, toman decisiones precipitadas con graves consecuencias. Además, sus diálogos suelen provocar risas involuntarias, hasta parece que el guion está hecho con prisas.
Los Caballeros del Zodiaco: Saint Seiya - El Inicio sufre de la maldición de las adaptaciones. Es probable que los cambios estén pensados con la intención de atraer nuevos públicos y sea más fácil de digerir por los fans occidentales. Me parece una mala decisión porque, si eres fan de corazón, notarás las fallas desde el primer instante y ni tu pasión por los caballeros de Athena será suficiente para aguantar hasta el final. Si quieres convencerte por ti mismo, puedes verla a partir del 27 de abril en tu cine favorito. Por cierto, te recomiendo verla en español ya que Marcos Patiño, la voz de Fénix, y María Fernanda Morales, la voz de Athena, hicieron un buen trabajo al retomar sus personajes. No olvides dejar tus impresiones una vez que salgas de la función, queremos leerte.
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