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En las últimas semanas, una serie de espantosas caídas ligadas a escándalos, fraudes y falta de sustentabilidad han borrado dos tercios del valor de Bitcoin, de 60 mil dólares en noviembre del año pasado a veinte mil hoy. Otras criptomonedas como Ethereum han sufrido caídas semejantes, mientras que francos escándalos y robos como el ocurrido con la divisa Luna han terminado por destruir toda confianza de los inversionistas en dicho mercado. Así es señores: estamos ante una crisis definitiva del mercado de las criptodivisas en su forma presente. Pero como dijimos hace meses, las consecuencias son muy positivas para los gamers, y para la humanidad en general. Y el mundo se está dando cuenta.
En efecto, tras el pasado crash, decenas de criptomineros chinos se están filmando para desmantelar su equipo de minería virtual y vender sus tarjetas gráficas. Fotos de streams en china y subastas online han sido compartidas en Baidu, el Reddit chino, con decenas de tarjetas gráficas siendo vendidas por precios ridículos, por ejemplo, una RTX 3060 Ti vendida por 300 dólares, una verdadera ganga. Sin embargo, por supuesto, estas gangas tienen un riesgo: estás comprando equipo que fue utilizado 24/7 a máxima potencia para obtener bitcoins y otras divisas, por lo que tienen un riesgo de fallo altísimo y por lo menos deben ser renovadas en algunos componentes como la pasta térmica y ventiladores. Pero lo importante no son estas ofertas, sino el triunfo que representan.
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Durante años los criptomineros monopolizaron el mercado de tarjetas gráficas a través de una tremenda avaricia y decenas de trampas. Crearon granjas de minería usando bots para saturar las órdenes de NVIDIA y AMD, incluso las subastas en eBay. Esto, unido a la reciente crisis de componentes provocada por el COVID-19, convirtió en una verdadera pesadilla el esfuerzo por armar una PC gamer. Por tanto, la criptominería era un enemigo directo de los gamers. Las compañías intentaron solucionar esto ofreciendo tarjetas enfocadas en criptominería y limitando las órdenes para los criptomineros, pero no fue suficiente. Era una apuesta económica muy fuerte por parte de los mineros, pero terminaron perdiendo: ahora tienen un exceso de equipo que no justifica una inversión en una divisa que muy pronto podría caer por debajo de 20 mil dólares.
La realidad es que las criptodivisas y productos asociados en su forma actual representan un mercado no-sustentable, que prometía un enriquecimiento acelerado y fácil pero que no ofrecía ningún valor real en el mundo actual. Monos virtuales, juegos mal hechos e islas fantasma no bastaron para justificar una práctica que no sólo perjudicaba al gaming, sino que mataba al planeta. En efecto, la criptominería representaba un gasto eléctrico tremendo, que supuestamente se pagaría sólo, pero que terminaba por incrementar la huella carbónica de la informática de una manera excesiva. Con el cambio climático y el presente deseo por reducir dichas emisiones, la criptominería se ha convertido en una burla a la conservación del planeta.
En fin, por ahora, parece que se ha triunfado sobre una propuesta económica que no tenía sentido, en especial en tiempos de escasez de trabajo real, inflación y escasez de bienes reales. La gente no parece estar dispuesta a pagar por aire, al menos no por el momento. Esto debe celebrarse como un pequeño triunfo, aunque no sabemos cuánto tiempo durará: la tentación podría volver una vez que la presente crisis termine. El daño ha sido tan profundo que los especialistas advierten que por ahora el mercado quedará más bien inundado de tarjetas desechadas, y que NVIDIA y AMD tardarán un poco en lanzar la siguiente generación. En todo caso, enhorabuena, la hidra del cripto ha perdido varias cabezas... pero, ¿por cuánto tiempo?
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