#ViernesRetro: Metal Gear Solid

Una absoluta obra maestra de narrativa y acción


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Cuando mis ojos de videojugador estaban puestos por completo en Nintendo, en repetidas ocasiones declaré con cierta presunción que muchas de las franquicias que actualmente gozan de gran reputación en otras empresas, tuvieron sus inicios en la Gran N. Es cierto, pero dentro de estas aseveraciones orgullosas había una falsa: Metal Gear no surgió en el NES, como lo pensé y presumí durante muchos años, sino en una consola de Microsoft: la MSX2.

También es cierto que existen 2 juegos de Metal Gear para NES, pero en ninguno de los 2 intervino el revolucionario y controversial Hideo Kojima. Fue una tremenda sorpresa para mí enterarme de esto y, aunque Metal Gear y Snake’s Revenge son buenos títulos y tienen una gran carga nostálgica para mí, ya no puedo considerarlos dentro del canon de las aventuras de Snake.

En busca de nuevos horizontes

A finales de la década de los 90, empecé a voltear a ver opciones fuera del universo de Nintendo. Mi punto de partida fue el primer PlayStation. Un amigo lo llevó a mi casa y se me abrió la puerta a títulos de muy alta calidad a pesar de que las capacidades de la consola de Sony estaban por debajo de la de Nintendo en esa generación. En este punto conocí Resident Evil, Castlevania: Symphony of the Night, PaRappa The Rapper y Driver, por mencionar sólo algunos, porque ya sabes que el catálogo de esa consola es inmenso. Entre todos estos nuevos descubrimientos, hubo uno que me conquistó irremediablemente: Metal Gear Solid. Obviamente existía el antecedente de los títulos de NES, pero no tenía idea de quién era Kojima ni del gran banquete que me esperaba con este icónico juego que apareció en octubre de 1998 en nuestra región.

La historia de Metal Gear Solid es extensa e inicia con los 2 títulos de MSX2. En esencia, se trata de las andanzas de Solid Snake, un súper soldado experto en infiltración y sabotaje, quien en su retiro es llamado por su antiguo comandante y amigo, Roy Campbell, para llevar a cabo una muy importante misión en la isla Shadow Moses, la cual ha sido tomada por un grupo de mercenarios de las fuerzas especiales denominado FOXHOUND. Estas personas tienen en su poder el arma nuclear más poderosa jamás conocida (Metal Gear Rex) y amenazan con usarla en contra de Estados Unidos si no se cumple con sus demandas, las cuales incluyen la entrega de los restos de Big Boss, el mejor soldado que haya existido, y un millón de millones de dólares… cualquier cosa. Solid Snake debe infiltrarse en Shadow Moses para averiguar si los terroristas van en serio y, en caso afirmativo, detenerlos a toda costa. Por si eso fuera poco, otro de sus objetivos es rescatar a 2 personas: Donald Anderson, el jefe de DARPA (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa) y Kenneth Baker, el presidente de ArmsTech, uno de los principales fabricantes de armas.

Todo esto es sólo la punta del iceberg, ya que la historia de la saga de Metal Gear Solid siguió desarrollándose con las secuelas y vaya que Kojima y su equipo de escritores profundizaron en los personajes, sus relaciones y motivaciones. Sólo como muestra, el video con todas las secuencias que cuentan la historia de Metal Gear Solid IV: Guns of the Patriots dura entre 7 y 9 horas.

El verdadero origen de la saga
El verdadero origen de la saga

¿Cómo se juega?

Circunscribir Metal Gear Solid a un sólo género resulta complicado. Más bien el título creó uno nuevo al incluir mecánicas nada comunes en el momento en el que apareció. Debes moverte por el mapa cuidándote de la vista de los soldados y de las cámaras, las cuales puedes ver casi todo el tiempo en la parte superior derecha de la pantalla. Debes procurar ser sigiloso la mayor parte del tiempo en lugar de enfrentar a los enemigos y eliminarlos en masa como Rambo en sus mejores tiempos. Cuentas con un menú de objetos y armas muy práctico y fácil de usar, con el que tienes acceso a raciones de comida para recuperar energía, cigarrillos, un detector de minas e diazepam para mejorar tu pulso al usar el rifle de francotirador. Para tener acceso a las distintas áreas, es indispensable que consigas tarjetas magnéticas que van aumentando de nivel conforme avanzas en el juego.

No todo es sigilo, ya que hay varios momentos en los que tendrás que intercambiar disparos con los soldados (especialmente si te descubren) o con los espectaculares jefes que encontrarás en el camino. También puedes moverte debajo del agua, pero debes poner mucha atención al indicador de oxígeno para no ahogarte. Si las armas no funcionan, puedes recurrir a puñetazos y patadas, además de que es posible aproximarse con cuidado a un soldado y aplicarle la clásica chinera para dejarlo noqueado.

Quizás uno de los aspectos más curiosos de la mecánica de juego de Metal Gear Solid sea que Snake se puede ocultar debajo de una caja de cartón, la cual no pasa desapercibida, sino que sirve como distracción para los no muy inteligentes soldados que se la encuentran. Incluso este detalle se usó en la presentación de Solid Snake como personaje en Smash Bros. y en The Wind Waker Link usa el mismo recurso, pero en su caso con una vasija. Sin duda este detalle fue tomado del juego de Kojima.

La maravillosa simpleza del códec

Durante su aventura, Snake cuenta con un dispositivo implantado en su oído que le permite comunicarse con una gran variedad de personajes a lo largo de su dura jornada. Estas conversaciones normalmente son detonadas por indicación del juego o de forma automática, aunque Snake puede iniciarlas cada vez que lo requiera. Cuando se dan estos intercambios, se ven 2 pequeñas pantallas de color verduzco en las que aparecen las caras de los interlocutores, una de cada lado del indicador de potencia y frecuencia del códec, mientras que en la parte de abajo se muestran los subtítulos. Eso es todo, pero me resulta impresionante lo bien que funcionó este elemento para contar la historia, involucrarnos con los personajes y hasta entender un poco cómo se sienten ante cada situación que enfrentan. Técnicamente hablando, estas sencillas imágenes de los personajes nos permiten ver sus expresiones faciales con un nivel de detalle sobresaliente. Siempre me ha parecido excelente el trabajo y el cuidado que le pusieron a estos momentos, incluso respetando los aditamentos que el personaje estuviera usando, como los lentes oscuros de “Master Miller”, el pasamontañas de Meryl o el traje de buceo de Snake al inicio del juego. Esa sensación de falsa videollamada me cautivó desde el primer momento y creo que eso se debe en gran medida al destacadísimo trabajo de los actores de doblaje, encabezados por el legendario David Hayter, quien hizo la voz de Snake hasta que llegó Jack Bauer, perdón, Kiefer Sutherland, y lo reemplazó en Metal Gear Solid V.

Otro detalle que me llama la atención del códec es que las imágenes que vemos como jugadores están hechas sólo para nosotros; es decir, entiendo que los personajes dentro del universo del juego no pueden ver sus caras ni sus reacciones como nosotros las vemos, lo cual genera un sentimiento de complicidad muy especial que ayuda a conocer mejor a los involucrados.

Un giro argumental está a punto de suceder
Un giro argumental está a punto de suceder

La trascendencia de Big Boss

Además de tener uno de los mejores nombres de cualquier personaje de videojuegos, Big Boss se perfila como el hilo conductor de la saga desde los primeros 2 títulos de MSX2 y toma más forma y significado a partir de la primera parte en PlayStation. Era el líder de FOXHOUND y el comandante en jefe de Solid Snake, pero su relación no se queda ahí, ya que son padre e hijo gracias a un experimento genético que se revela en Metal Gear Solid de PSX. Siempre me ha parecido muy curioso que un personaje tenga tanta relevancia sin haber aparecido en el juego, además de ser la motivación de los personajes principales para hacer lo que hacen. Es cierto que en juegos posteriores su historia se cuenta más a detalle y toma un lugar protagónico, pero en esta primera entrega se alcanza a ver como un misterio que se revela poco a poco.

Big Boss fue el mejor soldado de su tiempo, por lo cual fue elegido como base para crear soldados artificiales con sus genes y así tener un ejército con mercenarios súper dotados. Solid Snake y Liquid Snake son parte de uno de los experimentos principales, el proyecto llamado “Los Infantes Terribles”. Es justo aquí en donde viene una de las más grandes revelaciones de Metal Gear Solid: Solid y Liquid no son los únicos soldados creados con este experimento especial, sino que existe un tercero llamado Solidus. La cosa no termina ahí, ya que Solidus es ni más ni menos que el presidente de los Estados Unidos. Como dice Fedelobo: me fui pa’ trás cuando me enteré de eso y supe que la historia de Solid Snake no se quedaría ahí.

Una narrativa con clichés, pero extrañamente envolvente

Desde las primeras secuencias me di cuenta de que Metal Gear Solid era un juego distinto, una propuesta que se salía de lo convencional y cuyo enfoque principal estaba en contar una historia profunda entretejida con personajes complejos más que en la jugabilidad y pinceladas de historia real aderezada con datos ficticios que aumentaban su credibilidad. Cuando veo referencias de este estilo pienso en el gran trabajo de los guionistas, quienes evidentemente se informaron, investigaron a fondo y plasmaron la esencia de la guerra y los conflictos políticos en la historia que nos quisieron contar.

Desde los créditos iniciales, durante los cuales Snake está iniciando su infiltración en Shadow Moses, Metal Gear Solid dejó muy claro que su premisa no era convencional, por lo menos para aquellos años. La idea no era llegar a balacear gente a diestra y siniestra o molerlos a puñetazos y patadas. Lo que había que hacer era ocultarse en las sombras y abrirse paso hacia las profundidades de las instalaciones ocupadas por FOXHOUND. Me parece épico el momento en el que Snake toma el elevador y aparece el título del juego, con la leyenda “Tactical Espionage Action”. Eso lo dice todo.

Dentro de su originalidad, Metal Gear Solid también evoca la idea del clásico héroe americano que siempre salva el día y puede derrotar a un ejército entero sin ayuda. Considero que esto es totalmente intencional, ya que lo que buscaron los escritores fue satirizar el patriotismo llevado al extremo que puede verse sobre todo en películas hollywoodenses. Solid Snake es el ejemplo perfecto de este tipo de héroe exaltado que trabaja por su cuenta y no tiene nada qué perder, pero que con cada misión encuentra una pieza más del rompecabezas de su vida. Es como una especie de fantasma que vive atormentado por su pasado pero que al mismo tiempo conserva mucho de la humanidad que sus duras misiones han intentado arrebatarle. Su carácter es contrastante, ya que es un hombre duro, pero justo; implacable, pero noble; indiferente, pero sensible.

El corazón de Snake sigue vivo a pesar del dolor causado por sus heridas físicas y emocionales en el campo de batalla. Por otro lado, fue justamente ahí en donde encontró la verdadera amistad con Frank Jaeger (Gray Fox) y posteriormente con Roy Campbell, lo cual expresa durante una conversación con Naomi Hunter en algún punto del juego. Me gustó mucho poder conocer más a fondo a un personaje que anteriormente sólo veía como un soldado que sólo se limitaba a cumplir con sus misiones y desaparecer. Gracias a Metal Gear Solid empecé a ver sus distintas facetas y me sentí agradecido con Kojima y su equipo por haber logrado proyectar tantas cosas a través de la interacción de los personajes.

Como en el cine, un excelente guión es la base de todo

Metal Gear Solid es un juego muy atrevido en su narrativa y se da la oportunidad de generar empatía entre los personajes y con los jugadores. Es una experiencia en la que cada momento de acción se disfruta al máximo, pero los grandes bloques de conversación también resultan muy interesantes. Quiero decir que no es de esos títulos en los que se te cuecen las habas por quitar las cinemáticas en cuanto empiezan porque no te importan. Aquí, sí quieres saber qué está pasando, por qué estás luchando y sobre todo en quién puedes confiar y en quién no.

Para algunos pudiera ser cansado escuchar o leer tantos intercambios entre Snake y el resto de personajes, pero creo que justamente eso es la sal y la pimienta y en gran medida lo que te mantiene motivado(a) para seguir jugando. Como ya lo mencioné, las actuaciones de voz logran transmitir muy bien la personalidad de cada participante y permiten conocerlos cada vez más. Además, se cuidó muy bien el acento de cada uno, lo cual también aporta a que se forme una atmósfera más inmersiva en cada conversación.

No me alcanzaría el espacio para hablar de todas las líneas que me gustan del script del juego, pero te compartiré sólo un par que siempre me dejan pensando y a la vez me sorprenden por venir de un videojuego, que tal vez es en donde menos esperábamos encontrar reflexiones existenciales a finales de los 90.

  • Escucha, Meryl. Todos se sienten mal la primera vez que matan a alguien. Desafortunadamente, matar es una de esas cosas que se vuelven más fáciles mientras más lo haces. En una guerra aparecen las peores emociones y rasgos de la raza humana. Es fácil olvidar qué es un pecado en medio del campo de batalla. (Conversación entre Snake y Meryl)
  • - ¿Crees que el amor puede florecer incluso en un campo de batalla? - Sí, sí lo creo. Creo que en cualquier momento, cualquier lugar… la gente puede enamorarse. Pero si amas a alguien, debes tener la capacidad de protegerlo(a). - Yo también lo creo. (Conversación entre Snake y Otacon)

Los miembros de FOXHOUND

Cada uno de los involucrados en esta gran historia tiene su valor, pero tal vez mis favoritos sean los villanos. Recuerdo que con sólo escuchar sus nombres al principio del juego empecé a imaginar cómo serían y supuse que habría que enfrentarlos en algún punto. Hablando de los nombres, siempre me han parecido espectaculares y me pareció muy acertado que todos incluyeran animales. Decoy Octopus, Revolver Ocelot, Vulcan Raven, Sniper Wolf, Psycho Mantis y Liquid Snake tienen un objetivo común y dentro de sus macabros planes también luchan con su pasado, algunos de ellos mostrando cierto arrepentimiento y un deseo profundo por hacer mejor las cosas y encontrar la salida. Esto se puede ver especialmente en el caso de Sniper Wolf y Psycho Mantis, que incluso tienen conexiones emocionales con personajes del bando de los buenos.

Puras finísimas personas
Puras finísimas personas

Rompimiento de la cuarta pared

Metal Gear Solid logró hacer contacto con el jugador de maneras por demás creativas. Recuerdo cómo me sorprendió que Kenneth Baker le dijera a Snake que la frecuencia para comunicarse con Meryl estaba en la contraportada de la caja del juego. Es un momento totalmente inesperado, sobre todo porque llega en un momento en el que sigues en shock por la súbita muerte de Donald Anderson (Decoy Octopus, en realidad) y estás interesado en saber más acerca de los códigos de lanzamiento de las ojivas nucleares en posesión de los terroristas. Recordé la famosa carta de StarTropics que había que mojar para obtener un código o las claves del cómic en Swordquest de Atari 2600, que incluso formaban parte de un concurso con premios reales.

Sin duda el momento en el que quedé atónito fue durante la pelea con Psycho Mantis, quien para demostrar sus habilidades psíquicas te dice qué juegos estás jugando al leer los archivos guardados en la Memory Card. Más allá de eso, te pide que coloques el control sobre una mesa o en el suelo, prometiéndote que lo moverá… ¡y sí lo hace! Por un momento me sorprendí como si estuviera viendo un truco de magia, pero pronto entendí que sólo se trataba de un uso muy ingenioso de la vibración del control. Finalmente, la cereza del pastel es la necesidad de conectarlo en la ranura del segundo jugador para evitar que Mantis lea tus pensamientos y poder derrotarlo. De por sí Metal Gear Solid ya me tenía encantado, pero con eso terminó de conquistarme.

Momentos favoritos

Me faltaría espacio para mencionarlos todos, por lo que sólo te presento algunos y te pido que me compartas los tuyos en los comentarios.

  • La presentación de los personajes al conocer a Snake, especialmente la de Revolver Ocelot.
  • Cuando el Ninja le corta la mano a Revolver Ocelot.
  • Cuando se revela que Master Miller es en realidad Liquid Snake.
  • Cuando se descubre que Otacon está enamorado de Sniper Wolf.
  • Cuando Sniper Wolf le dispara a Meryl y Snake no puede hacer nada para ayudarla.

¿En dónde puedo jugarlo actualmente?

  • PlayStation
  • GameCube

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Metal Gear Solid no es un juego colorido, pero sí con muchos matices. Nos deja ver cómo la condición humana puede deformarse de tal manera que el bien y el mal dejan de ser cosas claramente distinguibles, pero a la vez nos muestra que existen ciertos valores honorables que ni el dolor más profundo puede desaparecer. Es una experiencia inigualable considerada por muchos como una de las más trascendentes en la historia de los videojuegos y que sigue dando de qué hablar hasta la fecha. Recuerda que espero tus comentarios y espero verte de nuevo por aquí en el próximo #ViernesRetro.

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