Dramáticas decisiones en Detroit: Become Human

Jugamos 2 demos del juego de Quantic Dream y éstas son nuestras impresiones


En la actualidad los videojuegos nos ofrecen un abanico muy amplio de experiencias para todos los gustos, por lo que deben valorarse tanto producciones con la jugabilidad como el elemento que rige su propuesta como a los que experimentan con la narrativa y la manera en que el usuario puede interactuar con ella.

Desde sus orígenes, Quantic Dream se ha caracterizado por enfocar sus juegos hacia la narrativa y desde su primer título exclusivo para PlayStation hace más de 7 años éstos pertenecen a un género que David Cage conoce como drama interactivo.

Heavy Rain fue de las piezas clave en la identidad del PS3 gracias a logros en los gráficos y el hecho de que las decisiones del jugador podían tener impacto en el desenlace de la historia. Por otra parte, Beyond Two Souls tuvo un gran elenco que lo dejaba más cerca de las producciones de Hollywood, pero a pesar de tocar temas profundos fue duramente criticado por tener una historia lineal en la que el impacto del jugador fue prácticamente nulo.

Después de probar Detroit: Become Human el fin de semana pasado en PSX 2017 me quedó claro que Quantic Dream está buscando regresar a los elementos que hicieron de Heavy Rain un producto sobresaliente del catálogo del PS3: historias de múltiples personajes, impecables gráficos, decisiones que impactan y temas sugestivos que te mantienen al filo del asiento.

En términos de gameplay, no es muy distinto a los demás juegos del estudio

En PSX 2017 tuvimos la oportunidad de probar 2 demos del juego que todos vimos en la conferencia inaugural del evento: uno con Connor como protagonista y otro en el que controlamos a Kara

Si vieron el gameplay de la conferencia, recordarán que Connor es un detective que llega a lidiar en una situación peligrosa en la que un androide tiene secuestrada a la niña de la casa en que trabajaba y amenaza con matarla en la azotea de su edificio. Este detective tiene la opción de investigar las razones por las que el androide secuestró a la niña para entender sus motivos o caminar directamente a negociar con él; si opta por la primera, resaltará pistas y reconstruirá el escenario con mecánicas que a muchos les recordaron la serie Batman Arkham, pero que estaban desde las secciones de investigación del agente Norman Jayden de Heavy Rain.

Las mecánicas de juego son muy similares a las de los pasados juegos del estudio: puedes caminar y explorar los escenarios o interactuar con objetos y personas, casi siempre usando Quick Time Events que emplean los botones del control y otras capacidades como el uso de movimientos.

Algo que me agradó en el demo de Connor fue que, a pesar de mostrarse como parte de la interfaz del androide un porcentaje de éxito, basta una decisión en falso para que el desenlace sea trágico sin importar ese indicador, lo que agrega mucha tensión en el momento de elegir los diálogos y las acciones. Muertes importantes son parte de ambos demos, lo que nos deja claro que, efectivamente, Detroit: Become Human es el juego más ambicioso del estudio en cuanto a la construcción de narrativa de múltiples caminos.

El demo de Kara, por otra parte, no tuvo investigación y desde sus primeros minutos fue mucho más fuerte en cuestión del drama de una situación de violencia intrafamiliar que ya ha levantado polémica. En esta secuencia está en tus manos actuar para detener esa situación, dependiendo de qué tan rápido lo hagas y cómo decidas enfrentarlo puedes llegar a finales muy distintos de la escena que parece que tendrán fuerte impacto en lo que suceda posteriormente.

En ambos casos la tensión psicológica es muy fuerte y, sin dudarlo, es el ingrediente principal que da un toque especial a la narrativa interactiva.

Impecable en su apariencia y en la forma de representar la humanidad detrás de los androides

Los apartados visual y sonoro de Detroit: Become Human son impecables. Destacan las animaciones faciales de los personajes que reflejan sentimientos, algo que ha sido una constante desde los juegos de generación pasada de Quantic Dream y que también vimos en su primer tech demo con el PS4. También destaca la presentación futurista y la manera en la que están representados los elementos que nos convierten en humanos y que gradualmente van adquiriendo los androides que protagonizan el drama.

La música hizo juego tanto con el misterio de los momentos de investigación como en peleas llenas de acción y el ritmo general de ambos demos logró mantener la emoción con encuadres cinemáticos que dieron cohesión a todos los momentos.

Juego que promete por su esquema de decisiones

Me gustó la transparencia que tuvieron los 2 demos al mostrar, al final de cada escena, el enorme árbol de decisiones que tomamos y comparándolo con todos los caminos que pudimos haber elegido y que se mantienen ocultos. Esto nos demostró que las decisiones no son una mera ilusión como en muchos otros juegos del género, sino que conforman una de las ambiciones más importantes de la propuesta que busca ofrecer una experiencia única a cada jugador.

En los 2 demos encontré varias constantes que me recuerdan los pasados proyectos de Quantic Dream. Sus ambiciones narrativas y de presentación nos dejan claro que el estudio entendió que no necesitamos aventuras planas y lineales como Beyond Two Souls y que más bien queremos algo que se parezca a Heavy Rain, una evolución de esa fórmula que se adapte a los estándares de la actual generación.

Esperemos que todo el tiempo que se han tomado con el proyecto y sus miles de páginas de guion nos lleven a una aventura tan emocionante como los 2 demos que probamos. De ser así, Detroit: Become Human se perfilaría para ser una de las exclusivas más importantes para PlayStation entre sus nuevas propiedades intelectuales de esta generación y un enorme atractivo, incluso para los públicos que no suelen jugar videojuegos.

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