Podemos afirmar que el género de combate, exploración y simulación espacial comienza a vivir un segundo aire con la aparición de entregas como Elite: Dangerous y el fenómeno crowdfunding de Chris Roberts, Star Citizen. Sin embargo, existen algunos títulos de menor envergadura (pero no menos importantes) que pueden coexistir con esos gigantes; es el caso de EVERSPACE, que presenta una curiosa y efectiva combinación de géneros para ofrecer una experiencia necesaria en la actualidad y que satisface la sed de combate espacial que creíamos haber perdido.
EVERSPACE es una historia de éxito en Kickstarter, que debutó el pasado 14 de septiembre dentro del programa Early Access de Steam y es obra del desarrollador alemán ROCKFISH Games. La versión anticipada sólo muestra la columna vertebral del proyecto y tenemos que decir que nos dejó con un buen sabor de boca y altas expectativas. La premisa es simple: llega lo más lejos posible saltando entre sistemas solares, explorando, combatiendo piratas espaciales y actualizando tu nave; cuando mueres, el viaje termina y debes comenzar desde el inicio.
EVERSPACE es un rogue-like espacial, pero no en sentido estricto. Verás: lo que sucedería en teoría cuando tu nave estallara sería que la nueva partida comenzaría completamente limpia y perderías todo el progreso. EVERSPACE es diferente porque después de cada muerte puedes conservar una fracción de tu progreso para que puedas actualizar tu futura nave y tener una mejor oportunidad en el futuro.
El juego comienza en un sistema planetario construido proceduralmente y elegido al azar, que puedes explorar para hallar asteroides que contienen recursos, o bien, desplegar una sonda rastreadora que muestra recursos ocultos y puntos importantes en la cercanía. La exploración es un elemento muy importante porque los recursos que encuentras te permiten reparar tu nave cuando recibe daño o actualizarla, y lo mismo pasa con el armamento, aunque también puedes construir misiles y minas. Por ejemplo, hay pequeñas nubes de plasma que tu nave puede recolectar y también hay minerales dentro de asteroides y restos de naves espaciales donde hay componentes más especializados, como armamentos y combustible.
A pesar de que EVERSPACE no es un simulador espacial —en el sentido estricto de la palabra—, ofrece elementos para quienes disfrutan las actividades de esos juegos; pues la nave tiene sistemas cruciales para su funcionamiento. Por ejemplo, después de un combate espacial, nuestra nave sufrió daños en la coraza y los amortiguadores de inercia, lo que ocasionó que mantuviera toda la fuerza del impulso durante el vuelo y no pudiera detenerse por completo. En otras ocasiones, el armamento, los sensores, el soporte de vida y hasta el motor pueden resultar dañados, y eso te obliga a explorar los diferentes sistemas solares para encontrar chatarra y componentes para las reparaciones pertinentes.
Por otra parte, no todo es exploración pacífica en EVERSPACE; también serás víctima de facciones enemigas y piratas espaciales que no preguntarán 2 veces para abrir fuego. Aquí es donde la precisión de los controles entra en juego, y tenemos que decir que esta entrega nos recordó muchísimo a Freelancer (2003).
Los controles del juego nos parecieron adecuados, lo que no significa que sea fácil manejar la nave, ya que cuenta con lo que en el género se llama 6DOF (6 grados de libertad, en español). Aquí es posible navegar en el espacio con gran soltura: ir hacia adelante, atrás, abajo, arriba, izquierda y derecha, así como rotar sobre tu mismo eje. Lo interesante del movimiento es la retícula con la que también apuntas tus armas, que funciona como puntero que mueves por la pantalla y que tiene la cualidad de rotar la nave; esta opción se controla con el mouse y es la responsable de que la aeronave tenga una gran respuesta de movimiento. No te voy a mentir, al inicio es complicado y si no fuera por su sistema de retícula, navegar y combatir sería muy complicado.
El combate en EVERSPACE es retador porque es sencillo, pero difícil de dominar. El sistema de movimiento permite que te posiciones fácilmente detrás del enemigo y dirigir el cursor en la retícula de la nave para abrir fuego. Los 6 grados de libertad se prestan para convertir los asaltos espaciales en experiencias vertiginosas de adrenalina pura, donde presionarás todos los comandos disponibles de movimiento con la esperanza de evadir el fuego enemigo, ya sabes: seguir a la nave mientras giras, aceleras y modificas el rumbo para no ser víctima del fuego. El resultado es satisfactorio y una excelente experiencia de combate espacial que no habíamos vivido en muchos años.
El combate se apoya con la variedad de armas que, por cierto, tienen estadísticas diferentes que se apegan a las convenciones del género de combate espacial. Por ejemplo, las armas de energía, como láseres, son efectivas contra escudos, mientras que las de impacto cinético como la Gatling, penetra el casco de la nave más fácilmente, así que es necesario emplear ambos tipos para ser exitosos y evitar morir. Por otra parte, siempre encontrarás adversarios más poderosos o los que organicen una emboscada, como cuando fuimos víctimas de una facción amistosa que se enojó porque, por descuido, destruimos uno de sus depósitos y todas sus naves y armas acabaron con nosotros en segundos. A veces sucede.
Como mencionamos, EVERSPACE tiene similitudes con el género rogue-like, pero resulta un poco complaciente. Cuando tu nave es destruida se acaba el viaje; sin embargo, puedes preservar los recursos monetarios que encuentras durante tu aventura para actualizar diferentes estadísticas de la nave antes de emprender una nueva odisea. Es posible emplear dicha moneda para mejorar la capacidad de los escudos y el tiempo de enfriamiento antes de que operen nuevamente, incrementar la resistencia del chasis y hasta aumentar la cantidad dinero que encuentras. Lo interesante e importante para mantener el reto del juego es que las mejoras son mínimas y afectan en un porcentaje muy bajo, así que actualizar tu nave funciona, pero no es significativo.
Lo que ofrece EVERSPACE es la columna vertebral de la experiencia, es decir, la exploración espacial y al combate, aunque hay rastros de la campaña y la ficción que acompañarán a la versión final del juego. Es evidente que sus características son básicas, pero lo que muestra es satisfactorio, luce excelente, se controla mejor y es adictivo. Estamos satisfechos con el progreso de ROCKFISH Games y estaremos al pendiente de esta entrega que, en su estado actual, nos dejó un buen sabor de boca.
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