Hace un año, Alonso decía en su artículo previo a E3 que Sony había vendido 20 millones de PlayStation 4. Hoy, a un año, la compañía alcanzó los 40 millones. El doble. Un análisis de noviembre de 2015 señaló que, en comparación a la generación anterior, el PlayStation 4 y el Xbox One han vendido 17 millones más de consolas que sus predecesoras en el mismo periodo de tiempo. La cifra quizá es más grande. Sin embargo, no es un indicativo de bonanza o crecimiento del mercado de consolas de videojuegos.
Nadie toma en cuenta al Wii, que en ese periodo de tiempo llevaba 44 millones de unidades. Eso quiere decir que, en total, hay unas 13 millones de consolas menos (si tomamos en cuenta los 12-13 millones del Wii U) en el mercado en comparación a la generación anterior. El PlayStation 4, así, lleva una delantera sólida que difícilmente será alcanzada; sin embargo, Sony seguramente está pensando qué hacer para la siguiente generación. Es difícil predecir si las consolas actuales durarán los larguísimos 8 años de sus predecesoras, pero sí es probable que el concepto de consola como tal sea replanteado en los próximos 10 años. El mismo Shuhei Yoshida, director de Worldwide Studios de Sony, supuestamente dijo que no estaban seguros de cómo sería el PlayStation 5 y que la compañía debía ser más ágil y adaptarse rápidamente al futuro.
El cambio fue más drástico todavía en las consolas portátiles. Prácticamente se esfumaron de una generación a otra. El PlayStation Vita lleva años muerto en vida y difícilmente Sony le dedicará algo más que un comentario en su conferencia. El 3DS, por su parte, es una sombra del éxito del Nintendo DS. Por otro lado, mientras que en otras generaciones las exclusivas daban gusto a los poseedores de consolas, actualmente podemos contar con los dedos los grandes títulos que sólo puedes disfrutar en un PlayStation 4. Con este panorama agrio, hablemos de PlayStation en el E3 2016.
Pero antes de seguir con los juegos, debemos hablar del elefante en el cuarto: la realidad virtual. Todos los rumores sobre el PlayStation Neo y una versión más poderosa del PlayStation 4 probablemente se desprenden de una edición de la consola que ya está lista para el PlayStation VR. Quizá simplemente se trata de un paquete que incluye las gafas y que no requiere una unidad de procesamiento extra. Añade soporte para Blu-ray 4K y tienes un PlayStation 4 "VR Ready” o "VR Edition". Fuera de eso, que es el pronóstico más conservador, dudo que Sony esté dispuesta a dividir su base de usuarios instalada como lo hizo Nintendo con el New Nintendo 3DS, que sí tenía juegos exclusivos para la nueva “versión” de la portátil. Lanzar un aparato más poderoso con juegos exclusivos no sólo generaría mucho odio justificado de quienes ya compraron una consola, sino que tampoco es garantía de éxito en un mercado que valora calidad de software y un costo accesible sobre prestaciones como mayor poder (recordemos el PlayStation 2). Simplemente es demasiado arriesgado.
Dudo que Sony esté dispuesta a dividir su base de usuarios instalada
También existe la posibilidad de un PlayStation 4 Slim. Sin embargo, pienso que, si hay una consola que requiere con urgencia una versión más barata, pequeña y accesible, ésa es el Xbox One. Si retrocedemos el tiempo hacia la generación pasada, la situación estaba prácticamente invertida. Microsoft lideraba la generación y el PlayStation 3 sufría con una imagen de consola cara, aparatosa y sin juegos (incluso había un meme: “PS3 has no games”). La solución llegó rápidamente: Sony renovó la identidad de la marca, lanzó una versión slim en 2009, sólo 3 años después del lanzamiento original, y fortaleció la librería de juegos. Las versiones slim de una consola son un recurso contra la falta de ventas. Microsoft no necesitaba hacerlo. Por algo el Xbox 360 Slim fue lanzado hasta 2010, 5 años después del primer Xbox 360.
Con ese antecedente es mucho más probable que Microsoft anuncie el Xbox One Slim y que PlayStation Neo sea simplemente una versión especializada en realidad virtual —no algo que mejore el desempeño de los juegos o que permita jugar en 4K. En el lado de hardware, la compañía tampoco querrá que nada robe la atención de su periférico estelar: el PlayStation VR. Lo más probable es que gran parte de la conferencia y el show esté dedicada a esta nueva tendencia.
Y ya que estamos en ese gran esfuerzo llamado realidad virtual, no olvidemos que la tecnología por sí misma no basta para vender: precisa software. Sony debe inundar su conferencia de aplicaciones y juegos para el PlayStation VR. Algunos podrían pensar que esta tecnología tiene el potencial de expandir el mercado una vez más, como lo hizo el Wii, pero por sí sola es incapaz de hacerlo. Necesitamos ver una killer app para la realidad virtual. Un Wii Sports que convenza a las masas de comprar el aparato. En su defecto, un juego que seduzca a los jugadores para gastar el equivalente a otro PlayStation 4 en un periférico. Si el PlayStation VR quiere tener éxito, necesitará mucho más que compatibilidad a medias con Gran Turismo: en la conferencia, Sony debe mostrarnos por qué tenemos que comprarlo. La única forma de hacerlo es con software dedicado e impresionante.
Ya sabemos que Horizon: Zero Dawn se retrasó. Para ser franco, habíamos visto tan poco de este juego que me pareció lo más obvio. El problema es el hueco en el catálogo para los últimos meses del año. En 2015 ocurrió lo mismo con la ausencia de Uncharted 4, aunque el título fue lanzado hace poco con un gran éxito. ¿Qué nos queda? No Man’s Sky, que ni siquiera es exclusiva real; The Last Guardian, que no tiene fecha de lanzamiento definitiva; Detroit: Become Human, que esperemos sea más como Heavy Rain y menos como Beyond: Two Souls, y, por último, Gran Turismo Sport. La alineación suena débil para 2016, salvo este último juego, que pertenece a la franquicia exclusiva más exitosa de PlayStation. Con todo y que no es Gran Turismo 7, sin duda será uno de los juegos más vendidos.
Si dejamos a lado PlayStation VR, Sony debe anunciar el regreso de grandes franquicias o el lanzamiento de nuevas propiedades intelectuales. El PlayStation 4 ha conservado el liderazgo gracias a su precio, a que ofrece la mejor experiencia para los juegos multiplataforma y a exclusivas sólidas, pero Microsoft ha implementado una agresiva campaña de software para su plataforma que, más que Xbox One, es Windows 10. No sería descabellado pensar en un Rockstar Games subiendo al escenario de la conferencia de Sony en E3, tal y como pasó en 2009 cuando Sam Houser reveló los detalles de Agent, la desaparecida exclusiva para PlayStation 3. Ya no vivimos en los tiempos en los que una exclusiva para PlayStation 4 de Rockstar Games sea posible; sin embargo, el clásico “con DLC exclusivo para la plataforma” podría aplicar para una secuela esperadísima como Red Dead Redemption 2 (Red Dead Redemption 3, Red Dead Revenge o como prefieran llamarlo). Si regresamos a Sony y a su fuerte red de estudios, no olvidemos que llevamos años sin saber de God of War y Naughty Dog seguramente podría adelantar algo sobre su siguiente proyecto o al menos anunciarlo. Suficientes pistas hay en Uncharted 4 sobre The Last of Us 2 como para no tomar los rumores en serio.
Sony debe anunciar el regreso de grandes franquicias
Para como van las cosas Sony no debe hacer mucho, salvo conservar el impulso que ganó gracias a los errores de sus rivales: Microsoft con un Xbox One enfocado en todo menos en juegos y Nintendo con una estrategia desastrosa con el Wii U. Sus rivales planean movimientos agresivos para recuperarse, mientras que PlayStation lo único que debe hacer es continuar el flujo de exclusivas, bajar los precios y mejorar sus servicios. En E3, sin embargo, probablemente adoptarán una postura más agresiva y arriesgada con PlayStation VR, pues el dispositivo tiene posibilidades de ampliar el mercado con el software adecuado (aunque su precio me sigue pareciendo excesivo). El mercado se contrae y los ciclos de vida útil de las consolas se acortan; sin embargo, todo eso ha beneficiado a Sony gracias a su enfoque claro en facilidades de desarrollo y en el software, lo que ha convertido a su plataforma en el éxito de esta generación y el primer lugar en ventas mundial.
Sin embargo, también debo señalar que no en todos los mercados la plataforma es un éxito. En México, en especial, posee menos de la mitad de participación frente a su rival Xbox One, que ha dedicado muchos recursos a fortalecer su presencia. Sony se enfoca en sus mercados más fuertes, como todas las compañías (pienso en Nintendo y Japón, por ejemplo); sin embargo, desperdicia importantes oportunidades en economías emergentes.
El año pasado la participación de PlayStation dejó en muchos un sabor agridulce. En los comentarios pude leer palabras como “humo” y “promesas”; sin embargo, hubo 2 juegos AAA liderando la alineación. Este año no hay Uncharted 4. El hueco debe ser llenado con más que juegos y spin offs para la realidad virtual. Los 40 millones de usuarios de PlayStation 4 demandan gran software que puedan jugar sin comprar periféricos extras. Con la nula prioridad que la compañía otorga al PlayStation Vita sería lógico también que estudios que desarrollaban para esa plataforma se enfoquen ahora en el PlayStation 4. Y hablo de algo más que Gravity Rush 2: Bend Studios, creadores de Syphon Filter, supuestamente trabajan en un gran proyecto para consola. Además de lo anterior, no dudo que habrá una alta cantidad de títulos multiplataforma con contenido exclusivo para PlayStation. Nada que ver ahí, sino ventajas adicionales que no deberían definir la plataforma.
Sony tiene una gran oportunidad en sus manos este E3: ofrecer PlayStation VR como un gran plus y no como la razón para comprar un PlayStation 4. Si la compañía se concentra en el software y deja de lado la tentación del hardware, la conferencia y en general el evento será un paseo agradable. Los fans, después de todo, preferirían ver God of War 4 a un spin off o adaptación pobre para VR. El reloj corre y el E3 se acerca. ¿Qué expectativas tienes tú de Sony?
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