¿Recuerdan la película Kill Bill, de Quentin Tarantino? En ella hay una escena nocturna donde The Bride conduce una motocicleta por las calles de Tokio; en el fondo se puede apreciar una gran rueda de la fortuna. Esa rueda se llama Daikanransha y está en la isla artificial Odaiba, a la que se tiene acceso por el Rainbow Bridge y la línea de tren Yurikamome. Este es uno de los puntos turísticos obligatorios en Tokio y uno de mis favoritos también; ahí hay parques, un gran centro de exhibiciones donde a veces organizan eventos de videojuegos y anime, hay lugares para ir de compras y matar el tiempo, como Aqua City o Pallet Town, está el edificio de Fuji TV (que parece la Estrella de la Muerte atrapada en dos edificios) y está una de las dos playas de Tokio. Además del diseño urbano que impresiona a cualquiera, Odaiba también es sede del Museo Nacional de Ciencia Emergente e Innovación, mejor conocido como Miraikan (un juego de palabras que significa 'edificio del futuro', refiriéndose a su contenido). Este museo, cuya atrcción principal siempre ha sido Asimo, el robot humanoide de Honda, se inauguró el 9 de julio de 2001 y desde entonces ha tenido como propósito, en palabras de su director, el Dr. Mamoru Mohri, "compartir el conocimiento y la innovación con quienes tengan curiosidad natural e interés en la ciencia, a fin de lograr una sociedad donde todos vean al futuro guiados por sabiduría y comprensión". El museo se divide en cuatro áreas principales con exhibiciones permanentes: Innovación y el futuro, Ciencia y tecnología para la sociedad, Vida y ciencia y El ambiente terrestre y sus fronteras. Además de tener salas de exhibiciones, salones de clases, biblioteca y el Domo Theater GAIA, tiene cuatro atracciones por las que es famoso este museo: Asimo (que da shows dos o tres veces por semana), un auto eléctrico de Honda, un tren a escala que flota por todo el segundo piso mediante superconductividad y el gigantesco globo terráqueo hecho con LEDs que está suspendido a 18 metros de altura, en el centro del museo.
Este globo terráqueo, el Geo-Cosmos, despliega información en tiempo real con relación a la Tierra, como el clima o el viento. El Geo-Cosmos acaba de recibir una actualización importante para celebrar los diez primeros años de vida del museo, y la esfera de aluminio que antes estaba cubierta con LEDs, ahora está cubierta con 10,362 paneles OLED de Mitsubishi, cada uno de 96 x 96 milímetros. La proyección de las visiones terrestres satelitales ahora tiene resolución de 10 millones de pixeles. Esta impresionante mejora al Geo-Cosmos es una parte del Tsunagarai Project, una iniciativa del Mirakan, en conjunto con muchos otros organismos e instituciones nacionales y extranjeras (como la NASA), para darle información precisa a la sociedad de cómo se comporta la Tierra y sobre los cambios físicos que presenta, a fin de tener más datos sobre las transformaciones climatológicas que a veces provocan situaciones difíciles, como el Gran Terremoto de Tohoku, de marzo de 2011. En la liga encontrarán información, pero lo importante es que, si andan por Japón, no dejen de visitar este museo, que es espectacular, en verdad.
Pícale al 2 para que sepas qué series de anime volverán con todo a los videojuegos.
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