The Saboteur PlayStation 3

Si intentaras contar la cantidad de juegos de la Segunda Guerra
Mundial, seguramente perderías la vida en eso, además de que generalmente
puedes imaginar  la rutina que seguirá un
título de ese tipo cuando se anuncia; eres un soldado y debes cumplir tu misión,
que generalmente es matar a todos los militares enemigos de un lugar, muy
posiblemente los bunkers que cuidan las playas de Normandía o algún pueblo en
ruinas. Afortunadamente, The Saboteur es muy diferente, aquí no eres un soldado y no debes andar disparando
como si eso fuera lo único que sabes hacer, incluso la hermosa ciudad que
visitas no está destruida, al contrario, es París en todo
su esplendor.

The Saboteur es un juego sandbox (al estilo Grand Theft
Auto, en cuanto a libertad en el mapa se refiere) donde tomarás el papel de
Sean Devlin, un corredor de autos que no se interesaba por las cuestiones
políticas o la guerra, por lo menos hasta que el régimen nazi le arrebata a uno
de sus seres queridos, y lo obliga a entrar en una misión de venganza.

Sean es diferente a lo que podrías esperar del protagonista
de un juego común de la guerra más sangrienta de la historia, no sabe
manejar un arma ni tiene conocimientos avanzados de tácticas militares, en
realidad, lo único para lo que es bueno es para correr autos. Esto promete
entregar un personaje diferente al que podrías esperar, pero con quien
definitivamente puedes identificarte y llegar a apreciar.

Al ser una persona común y corriente, ganará
habilidades por medio de la práctica y algunos retos que debes completar; de
esta forma, entre más uses algún estilo de juego te harás mejor en eso mismo,  hasta llegar a ser todo un experto tirador o
un maestro del sigilo.

Algo que resalta enormemente en el juego, es un aspecto relacionado con el color. En las áreas que sufren la amenaza y opresión del régimen nazi, hay una ausencia de color que representa el sentimiento de los habitantes
de esa región, pero una vez que las zonas de la ciudad son liberadas, el colorido
regresa y los ciudadanos empiezan a retornar a la vida que tenían antes de la
guerra; además, estos lugares se convierten en barrios donde la
resistencia te puede ayudar si llegaras a estar en apuros. Este aspecto gráfico
le da un matiz diferente al juego.